Un crecepelos para Jack -¡Malditos hijos de putarrr!- Bramó - TopicsExpress



          

Un crecepelos para Jack -¡Malditos hijos de putarrr!- Bramó Jack con su acento anglosajón mientras alzaba el puño desafiante Los transeúntes aceleraban el paso mirando a ambos lados de la calle - ¡ Vaya calvoooo!- se mofaban unos imberbes en la acera de enfrente Jack, furioso como un morlaco, hizo ademán de cruzar la calzada, pero la zancada de los zagales y el denso tráfico de la ciudad marbellí le hicieron recapitular una vez mas. -¡Se acabó!- Dijo; lo cual asustó a una pobre octogenaria que trataba de coordinar sus tullidas piernas para no pisar la comida digerida y excretada por el ano de algún bulldog francés, comunes en aquella urbe de alto nivel social y económico, pero con cagadas de perro; como la aldea mas pobre del país. Jack Sccetella era norteamericano, pero de padres polacos; lo cual le daba la nacionalidad del país europeo y se paseaba a sus anchas por toda Europa, aprovechando la herencia que le dejó su padre al morir. Aún tenia 49 años pero ya estaba jubilado, y éste, como casi todos los veranos, viajaba a Marbella y se quedaba en la casa vacía de un familiar ausente en la zona en la temporada veraniega. Tenia un alto nivel de vida, sin duda. Sin embargo, una buena mañana, mientras Jack se reventaba una espinilla facial, empezó a ver claridades en su preciado cuero cabelludo. Mañana tras mañana había mas pelo en el peine que peine en el pelo. Y en un mes se quedo más calvo que una bola de billar. Si su anatomía de por si no era la mas agraciada, este detalle de la alopecia le confirmaba como un hombre gordo, bajito, con rostro porcino, y ahora sin un pelo de tonto… Ni de listo. Por eso tomó la decisión. Nunca se haría una liposucción, pero si pagaría por una solución a su verdadero problema. Solo tardó 4 días en recibir el paquete. Lo compró en una pagina Web japonesa, pero provenía de la zona de la Republica de Abjasia. Un distintivo postal de Sujumi lo confirmaba. Era lo único que podía leer de todo aquello. La etiqueta del envío. En la pagina Web aseguraban que vendría todo en inglés, su posología y composición, pero lo único que había en el paquete era un pequeño frasco con caracteres cirílicos, incompresibles para Jack. -¡Mierda!- Exclamó. A Jack no le gustaba usar el español, pero le encantaba la sonoridad de los improperios y llevaba años usándolos en New York. Durante cinco minutos contempló el frasco ambarino con los 50ml de crecepelo. 400 dólares, pero aseguraban resultados muy pronto. Ya sabia lo que hacer, iría a por una botella de JB y después de varios cubatas, se probaría el crecepelo. Tardó solo 5 minutos en traer consigo la botella, de la tienda de chinos que había a solo 2 manzanas de su chalet. Aceleró el paso al ver jóvenes paseando por la calle. Le pareció oír un calvo mientras giraba la llave. Cerró de un portazo la puerta blindada mirando la botella. - ¡Calvooooo!-¡¡¡Calvoooo!!!. ¿De donde coño venían esas voces? - Me estoy volviendo loco… No escuchó más cuando estuvo enfrente del frasco de crecepelo. Abrió la tapa y se masajeó su impoluto cráneo con la sustancia verdosa y viscosa. Con el brebaje verde en la cabeza, se trincó de dos tragos la botella de whisky y durmió catorce horas. Soñó con bellas mujeres rubias acariciándole su suave y negro pelo hasta las orejas. Despertó en medio de la orgia empezada en el sueño, y al abrir los ojos, solo la negrura habitaba su campo visual.. Tardó poco en descubrir que era pelo lo que le tapaba la visión. El jolgorio onírico se tornó en terror cuando comprobó que la cortina de pelo era tal que estaba totalmente inmovilizado. El pánico se apoderó de él, sus gritos no salían de su ser. No podía mover nada, ni manos, ni pies…cada vez le dolían más los párpados por la presión ejercida por el pelo en crecimiento desmedido. Sólo 2 minutos después de despertarse, Jack murió, pero contemplando otro color, el rojo de sus globos oculares estallando ante la presión de cabello. En 10 minutos la ventana reventó, dejando salir al exterior toneladas de pelo humano. En 20 minutos el chalet estaba casi oculto de pelo negro, de varios metros de espesor y con las paredes desgastadas de la presión que soportaban. El pelo crecía a más de 1 kilómetro por minuto, ocupando como un liquido cualquier espacio por ocupar, sin control alguno. Solo 25 minutos después de la muerte de Jack, varios vecinos y policías, con el control de los bomberos, prendieron fuego a la casa, que en 3 horas quedó reducida a escombros, y ofreció a la ciudad un intenso aroma a pollo frito durante toda la noche. A la mañana siguiente se tomaron pruebas para saber que era eso que había puesto en jaque a toda una ciudad. Solo aparecieron escombros, y nada mas. La combustión había sido muy fuerte. No se encontró a Jack y se le dio por desaparecido. El incidente fue de actualidad en TV y prensa durante un par de días, pero poco a poco quedo como un hecho inexplicable. En Moscú varios personajes acorbatados se pasaban ejemplares de diarios españoles y se felicitaban en ruso delante del presidente. -Vayamos a celebrarlo, camaradas- dijo Vladimir Putin con una sonrisa de orej.a a oreja Pronto, empezarían a distribuirlo por Norteamérica By: zona_cero
Posted on: Wed, 04 Dec 2013 03:33:09 +0000

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