Un día de verano, un joven matrimonio y su pequeña hija de - TopicsExpress



          

Un día de verano, un joven matrimonio y su pequeña hija de cuatro años llamada Susanita, iban de viaje de vacaciones a las montañas por algunas semanas, cuando en la carretera y de forma imprevista, un inmenso camión que venía en sentido contrario chocó violentamente al auto en que la familia viajaban. La familia quedo gravemente heridos. Tan pronto como fue posible fueron llevados al hospital más cercano, los padres fueron a la unidad de cuidados intensivos, y Susanita fue llevada a la unidad infantil. Susanita no sólo se encontraba con grandes dolores físicos, sino que además ella estaba muy asustada porque sus padres no estaban con ella para confortarla. Mónica , la enfermera que fue asignada a Susanita, era soltera de unos cuarenta años. Ella entendió el temor y la inseguridad de la niña y procuró darle todo lo que sus padres no podían darle en esos momentos. Cuando Mónica terminaba su turno de trabajo, en lugar de irse a su casa se ofrecía como voluntaria para acompañar a Susana por las noches. La relación especial que estaba naciendo entre la niña y su enfermera produjo un acercamiento afectivo muy grande entre las dos. Mónica le traía galletas, libros de princesas y juguetes; le cantaba canciones y le contaba un sin fin de cuentos. Cuando Susanita pudo moverse, Mónica la colocaba en una silla de ruedas y la llevaba a visitar a sus padres todos los días. Después de varios meses de recuperación la familia fue dada de alta. Antes de dejar el hospital los padres agradecieron a Mónica por su devoción y tierno amor y cuidado, y la invitaron a que los visitara. Susanita no quería que Mónica se quedara e insistía en que ella se fuera a vivir con ellos. Mónica tampoco quería que Susanita se fuera sin ella, pero su vida estaba en el hospital para niños y ella no podía dejar su “hogar”. Por meses mantuvieron contacto solo vía telefónica debido a la distancia que los separaba, hasta que la familia se fue a vivir a otro país. Después de pasar treinta años, Mónica ahora en sus setenta años, se enfermó de pulmonía y fue hospitalizada cerca de su casa. Una enfermera que estaba de turno notó que Mónica recibía muy pocas visitas, así que trató de darle un cuidado especial. Una noche cuando la enfermera estaba sentada cerca de su paciente y conversaban amigablemente, le confio a Mónica la razón por la cual ella había estudiado enfermería. Comenzó diciendo que cuando ella tenía cuatro años, estando con sus padres habían tenido un accidente automovilístico, y que al ser llevada al hospital conoció a una enfermera maravillosa que le había ayudado a recuperarse con tal devoción y amor. Después, continuó diciendo, había dejado el país y al crecer había decidido seguir el ejemplo de su amada y recordada enfermera, estudiando enfermería, para poder ayudar a los enfermos. Al volver a su país y contraer matrimonio, encontraron trabajo en esta ciudad. Y por eso que ella estaba en ese lugar. Mónica no pudo seguir escuchando, y con sus ojos llenos de lágrimas se acercó a su enfermera y le dijo: “Susanita, estamos nuevamente juntas, pero esta vez tú me estás cuidando a mi”. Susana al fijar sus ojos en Mónica de pronto pudo reconocerla. ¿Eres realmente tú?, exclamó. “Cuantas veces he pensado en ti y orado que algún día pudiéramos estar juntas de nuevo”. Mónica sonrió abrazándose a Susana. Cuando Mónica se recuperó, Susana sin preguntar tomó las pertenencias de Mónica y la llevó a vivir con su familia, donde llegó a ser una muy especial abuelita. Proverbios 3:3 Que nunca te abandonen el amor y la verdad: llévalos siempre alrededor de tu cuello y escríbelos en el libro de tu corazón. JAMAS OLVIDES LO QUE LA GENTE HAGA POR TI. SE AGRADECIDO Y QUE SIEMPRE SEAS RECORDADO CON UNA BUENA IMAGEN DE TU PERSONA Y DEJA TU BUENA HUELLA EN LOS DEMÁS. RECUERDA; QUE LO QUE SIEMBRAS HOY, ES LO QUE COSECHARAS MAÑANA...
Posted on: Sun, 22 Sep 2013 15:52:16 +0000

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