Un hombre se levanta como cada mañana, va al baño, orina - TopicsExpress



          

Un hombre se levanta como cada mañana, va al baño, orina apoyando una de sus manos en la pared para luego lavarse los dientes y entrar a la ducha; ponerse su ropa que ha preparado una noche antes; después a trabajar como cada día, estar en el tráfico ligero por la hora en la que él sale, llegar a su trabajo, lo bueno es que muy cerca de ahí una señora vende café a muy temprana hora; eso le facilita las cosas, pues va a comprar un café para llevar, hasta ya lo conocen y lo esperan con su bebida caliente para emprender su vida laboral. Pasa unas horas ahí, no le molestan los ruidos de oficina ni las presiones porque su escritorio está muy cerca de una amplia ventana que enmarca un hermoso árbol, lo observa moverse con el viento y le relaja hasta el momento de que llega la hora de salida; trafico ligero, la hora es perfecta para ello. Ya en su casa, enciende la televisión por el hecho de sentir que hay voces dentro de su hogar, prepara café, se sienta a obscuras, se relaja y antes de preparar su ropa para el día siguiente sueña con vivir en la playa. Ha ahorrado mucho, él quiere vivir en la playa… Al día siguiente, ese hombre se levanta tarde pues no hubo energía eléctrica por la madrugada y eso afectó a su despertador. Esa noche, llegó a la ciudad un fuerte viento del Norte del país, provocado por una serie de fenómenos atmosféricos que se repiten cada cierto tiempo. Al ver la hora, se mete rápido al baño, se ducha cómo puede y al salir encuentra el tráfico más pesado que se puedan imaginar; el viento del Norte, viento voraz que ha derribado algunos letreros y árboles de las principales avenidas de esta ciudad. Tiene que llegar al trabajo, y esa señora muy cerca de su trabajo ya lo esperan con su café pero no llega; la señora se va y tira la bebida por una alcantarilla pero al hacerlo, un conductor que estaba hablando por teléfono, no la vio, ya que ella se agachaba para tirar le café y pues, el automovilista le ha dado la muerte en un instante. El hombre sigue en el tráfico, opta por no pasar por ese café pues ya es tarde, entonces toma otras calles para llegar a su trabajo y al estar ahí, se da cuenta que hay hombres del ayuntamiento con enormes grúas en un operativo de emergencia y también policías; los fuertes vientos de la noche desgarraron parte del árbol que era enmarcado en su ventana, haciendo que algunos fragmentos colisionaran con el cristal para romperlo, unas personas vieron eso en la noche y entraron para robar algunas computadores de la oficina. A ese hombre no le queda más que irse a un rincón a laborar, tiene una junta más tarde y está muy estresado, está en una pequeña mesa muy endeble, una silla dura y lo han colocado muy cerca de la copiadora y algunos cables eléctricos en lo que se repara su espacio. Su material de trabajo estaba incompleto, el viento entró por los huecos del cristal para complicarle esa mañana, se robaron su computadora y pues, no le está yendo bien. Todo fue en vano, lo despidieron con una buena lista de excusas, y más porque llegó tarde, eso ayudo a ser un sospechoso en el robo de computadoras. Al salir de la oficina, salir muy de noche porque casi tuvo que empezar de nuevo a falta de sus documentos y herramientas laborales; una última acción de honor y con la esperanza de demostrar que es un error el que lo despidan; pero en fin, él salió, subió a su automóvil y regresar a casa. El tráfico a esa hora es muy calmado y por ello, ha decidido tomar otras calles fuera de lo acostumbrado para llegar más rápido a su hogar, pero al dar vuelta a un esquina, un automóvil lo colisionó, ese automóvil era manejado por dos tipos en estado de ebriedad, festejaban un robo, pues ellos habían estado en el momento indicado cuando se rompió el cristal y entraron a robar computadoras en la oficina de ese hombre, las vendieron muy baratas y de inmediato, motivo para festejar pues dieron un buen golpe en su vida delictiva. En el hospital, le hacen ver al hombre que sus heridas no son nada graves y que saldrá bien, pero requiere de cierta recuperación; salió muy a deshoras del trabajo, la zona que usaban esa noche no era la habitual y pues, será difícil que el seguro lo cubra todo; tendrá que gastar sus ahorros que eran para el mismo, lo hará así, no será para una vida en la playa pero será para que él se recupere y adquiera un automóvil para seguir andando en esa ciudad. Ese hombre se pregunta por su mala suerte, dice estar maldito y se ha deprimido bastante; no soporta la idea de vivir con la marca de la mala suerte, por el hechizo del infortunio y decide quitarse la vida. Moraleja: No existen las coincidencias ni los accidentes, mucho menos la buena o la mala suerte; sólo es el resultado de un proceso de actos en un flujo interminable de acción, reacción y repercusión. Las cosas no pasan por una razón mágica e inexplicable, los sucesos de ahora son respuesta a una serie de acciones que fueron causando consecuencias, que no conozcamos el origen de las mismas, eso es diferente. Sólo hay que vivir sin pensar en actos mágicos, o el karma y esas cosas que condicionan el pensar humano para entregarnos a la prisión que nos retiene de ser quienes somos; hay que vivir la vida y explotar el corazón a cada instante. Nada está escrito… ¡se escribe!
Posted on: Sun, 15 Sep 2013 02:00:27 +0000

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