Una guerrera enamorada del viento. Rafael un ángel? Un Poeta? O un demonio! Un día, en un lugar muy cerca a Rusia, muy cerca al Mar Negro, una amazona, es decir una de estas guerreras que solo tiene uno de sus senos; pero la historia no empieza aquí. Más bien era una niña, mientras jugaba con su arco y flechas, de vez en vez jugaba con animales del monte e imaginariamente a resolver las cosas con grandes hazañas. Pero el cuento comienza, cuando se encuentra en medio del monte, en un momento de absoluta soledad algo que la asediaba con caricias majestuosas que se sentían tan ricas como el viento tibio, susurro como el viento rápido y se sentía tal liviana como un granito de arena seco de la playa llevado por el viento. Esta prodigiosa aventura despertó en ella un recelo, un enamoramiento, una experiencia, una duda y solo por saber una reacción; en otro episodio entre sus abuelas que contaban historias antes de dormir, donde hablaban de un ser diferente, lo describían como un ángel que daba salud, un poeta con exquisito susurro y un veneno que emergía desde la tierra hasta que llegabas a darle forma con tus ojos. Sin perder el intento y con éxito, después de tantos intentos lo llego a ver, pero esto que la asedio desde que era una niña; ahora ella ya hecha una mujer recostada en la corteza de un árbol viejo, aquel ser la pudo rodear como un exquisito manjar y volviéndose un prisionero de su cuerpo la atrapo sin volver a salir; ella solo recordó que durmió, que enamorada se elevó y que fuerza se levantó. Dirigiéndose de nuevo a su hogar, lo invocaba cada segundo con su mente sin importar lo que rebelaba su rostro, repetía rompiendo el viento con cada flecha cada caricia, cada sentimiento sin fuerza pero que llegaron al alma. Absurdo enamoramiento tan intangible, que de manera de veneno esta amazona virgen pero enamorada y totalmente desconcertada se empezó a debilitar por una extraña enfermedad, sus oídos se afinaban al sonido más sensible, sus labios se los mordía para que estuvieran más húmedos, su rostro se semidormida, sus caderas cada vez más quietas se profundizaban y caían. Todos preocupados y llenos de amor por esta amazona, hicieron un hechizo que solo un ángel terrenal podría des-materializar, y así lo hicieron. Más se demoró en hacer el hechizo y marchitar por completo su corazón y su rostro que volver a levantarse a manera de furia y caer la lluvia absurda para cortar el viento. Con despecho, escuchando la lluvia se cambió entre la sangre y corrió con sus flechas buscando el viento, pero no lo encontró, porque su corazón estaba como estaba el día; así trascurrieron días donde por la mañana dormía, la tarde enfurecida hacia su presencia y las noches tranquilas donde y como siempre nunca cambiaron. Solo quedo así, el viento estando en el ambiente rodeándola pero no la tocaba, dormía a su lado pero no susurraba, ella hablaba pero mejor ¡no! porque se ahogaba. A manera de una luz brillante apareció una mujer hermosa vestida de blanco que de un soplo libero el viento, con flores blancas desato las lágrimas de la amazona y de un susurro trajo así a la tierra para que la curara, dándole vida, fuerza y valor a la amazona. Por esa razón el viento se fue, no volvió a aparecer pero siguió cumpliendo su función consigo llevándose la tierra, el polen y moviendo flores, por cada suspiro que se lleva un recuerdo y sin pensarlo seguir acariciando cada rostro que siga teniendo una duda o un pensamiento, sin volverle hacer daño a la amazona siguió soplando pero jamás volvió. (Rafael ha sido llamado "guía en el infierno"; después de todo, es allí donde la curación resulta más necesaria. "No hay nada oculto que no haya de ser manifestado, ni escondido que no haya de salir a la luz." San Marcos 4:22)
Posted on: Fri, 23 Aug 2013 16:59:53 +0000
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