Una hoguera con rebeldes llamas de una tonalidad tan antinatura que parecía un fenómeno de un mundo no humano, sus seductoras llamas se alzaban del suelo con un movimiento tan etéreo y fugaz que me hacían dudar de las leyes de la combustión y la gravedad, abrazaban a la oscura noche en una tierna curva que hacia pensar que estaban echas la una para la otra. No estaba solo, unos seres se hallaban sentados entorno a este extraño fuego fatuo, eran hombres que parecían cada uno contener el código genético de cada raza de hombres, estaba el que recordaba a esa raza aria, otro que resumía las culturas asiáticas en sus rasgos, uno de piel oscura como el mas profundo de los ébanos y otros mas de razas de hombre que ningún ojo civilizado ha visto. De entre ellos resaltaba uno con atavíos de gran elegancia parecía indiferente a todo rasgo de humanidad pero aun así su perfil parecido a antiguas esculturas griegas y su mirada de salvajismo como contemplar una pintura rupestre tenia algo de divino y humano a la vez, al caminar entorno a ellos vi a unas mujeres de una belleza tan irreal ninguna eclipsada por nadie cada una hermosa de una forma única, una tan ardiente y pasional con una mirada que buscaba en el rincón mas alejado de mi mente el deseo de amarla, otra de una hermosura tan blanca pura e inocente que me obligaba con el solo movimiento de su cabello a estrecharla entre mis brazos y pasar eternidades de amoroso silencio contemplándola y queriéndola mas que a la realidad existencial. De la nada ese ser humano y divino lanzo un grito tan bestial y horroroso, no se si llego a mis oídos o penetro directamente mi mente de una forma u otra me lleno de terror, esa palabra antigua que englobaba todo el miedo en su mas pura esencia, pero a los demás pareció no importarles incluso dude si lo habían escuchado hasta que uno a uno se levanto y camino hacia la hoguera y ante mis perplejos ojos se quemaban con ferviente deseo y placer hasta ser reducidos a ardientes carbones, cuando el bárbaro ritual hubo acabado y estuve solo, me sentía extraño, realmente solo, al final llego a mi mente la verdad, estaba solo en ese extraño mundo y odie esa soledad, y odie también ese ritual al que había sido convocado por extrañas fuerzas pues ese era el final de la humanidad, vi a los últimos seres vivos entregar su esencia al olvido y a la muerte, antes de que ese alienado paraje se hundiera en sombras y niebla supe que no importaba que vida llevara ni que logros la existencia alcanzara yo ya había visto como la humanidad acabaría.
Posted on: Mon, 02 Sep 2013 05:46:42 +0000
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