Vaya, lo dicho, no cabe duda que todas las cosas y las personas - TopicsExpress



          

Vaya, lo dicho, no cabe duda que todas las cosas y las personas caemos por nuestro propio peso y que cada cual solito se descarta sin necesidad de presiones o represiones. Y que conste que me incluyo. Digo esto porque algún contacto o ex contacto (actualizo el dato sobre la base de las declaraciones hechas) escribió en su cuenta de Twitter una frase que me movió a reflexionar. Entonces publiqué sin dar el crédito respectivo (a veces ya no sé si darlo o no, aquí luego hay quienes se molestan y ofenden por ser aludidos y otros en cambio lo solicitan y agradecen) al amparo de se dice el pecado pero no el pecador. Por supuesto se trató de un enunciado nada pecaminoso, sino al contrario. Anoté: Por ahí alguna amistad escribe: Cada día pienso menos y vivo más... Me pregunto, ¿cuándo se separó el pensamiento de la experiencia de la vida? A veces el hedonismo me resulta temerario y más deshumanizador que el racionalismo. Esta persona a quien tengo en alta estima por su don de gente, su familia y su trayectoria profesional salió al paso y respondió aceptando la autoría: Si Fui yo, creo que exageraste en llamarme amistad, soy solo un contacto y sí, soy hedonista así como tú eres masoquista, cada quien con su forma de vivir espero que la tuya te de tan buenos resultados como a mi la mía, aunque creo que no... jajajaja No sé hasta qué punto mis publicaciones anteriores a modo de fragmentos de un ensayo alrededor de la tauromaquia habrán influido en su ánimo en tanto defensor de los animales. Pero algún callo pisé y dolió y dolió tanto que entre broma y broma la verdad asomó, y alguien con quien compartía ocurrencias, vaciladas, humoradas, reflexiones tomó como algo muy personal mi digresión o mejor dicho mínima elucubración. Tras aceptarse y asumirse hedonista (que yo nunca lo califiqué de tal en lo particular) me señaló, ya se lee, cual masoquista y puso en duda los resultados de mi vida o mejor dicho de mi método de vida (¿tengo un método?). Ese mensaje lo borró y optó por la siguiente versión corta: Sí, fui yo, pero exageras con llamarme amistad, éramos contactos, pero ahora ni eso... uno menos! Acto seguido me retiró la relación que Facebook llama genéricamente amistad y dejó de ser, como él mismo anotó, contacto. En fin, cest la vie, unos van y otros vienen. Y hay los que, aún marginándome de sus espacios siguen, afirman, leyéndome. No todos los lectores tienen que ser amigos. No todos los amigos tienen que ser lectores. Yo escribo desde mí y sin afán de colocarme o erigirme por encima o debajo de los otros. Y si gusto o no me tiene relativamente sin cuidado porque no me define la vanidad. Mis palabras separadas de mí siguen siempre su propio derrotero por propio y original derecho y si en el camino me pintan de un modo u otro a los ojos de los demás la intención de que tal apreciación sea planificada por mí en tanto autor siempre es y será discutible. ¿Soy masoquista? Analizo mucho las cosas, sin ser cartesiano pienso y por ende existo y sí, a veces en el análisis me duelo de las causas o de los efectos o de ambos de las cosas y los actos y su relación conmigo. Si pensarme la existencia desde lo que me significa es ser masoquista, entonces lo soy y el látigo del desprecio y la indiferencia de los sádicos que no pasan de las primeras cinco líneas es mi fruto más acariciado y los que llegan y toleran mi discurso amplio son o tan masoquistas como yo o tan sádicos que leen mis períodos e hipérboles con la esperanza de darme el zarpazo de la contradicción o la espalda de su pronto o tardío abandono ofendido y recriminatorio. A veces soy cínico y pocas veces estoico. El ideal platónico va más conmigo y me identifico más con Sócrates y Voltaire, pues sólo sé que no sé nada y reconozco mediante mi razón que tiene el otro tanta razón como cualquiera con quien pueda contrastar. Me entiendo con Nietzche, Kierkegaard, Sarte, Camus, Marcus, McLuhan, Unamuno, Nicol, Heidegger, y tantos más... Pero hoy la filosofía se ha vuelto un lujo y la poesía un pretexto. La queja deriva en costumbre y la costumbre en remedo. Pitágoras era mago y yo apenas un aprendiz de tintero.
Posted on: Thu, 24 Oct 2013 08:49:41 +0000

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