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Vi este artículo, es largo pero me pareció interesante, hay que leerlo. El kirchnerismo incrementa sus actitudes goebbelianas El marketing político y el uso propagandístico de los medios del Estado y de los amigos del poder por parte del kirchnerismo, no hace más que aumentar en forma considerable viejas prácticas autoritarias de un pasado que nadie quiere volver a repetir. Qué es lo que lleva a la tropa K a sumergirse en manejos totalitarios reprochables por la sociedad en su conjunto y las acciones que dejan en claro su alta dosis de goebbelismo. Joseph Goebbels fue el Ministro de Educación Popular y Propaganda, y fue el gran arquitecto en el manejo del discurso nazi durante el gobierno de Adolf Hitler. Con mano de hierro condujo todo el aparato mediático estatal no permitiendo voces disidentes, y efectuó un mensaje único que fue transmitido hasta el cansancio por los medios de entonces, como lo eran el cine, la radio, el teatro, la literatura y la prensa. A través del manejo que tuvo de todo el aparato propagandístico estatal, Goebbels supo crear una estigmatización de los “enemigos” del nazismo en la mente de la sociedad alemana, fomentando el odio hacia los “diferentes” como una de sus armas centrales, mintiendo y convenciendo sin ninguna clase de pudor sobre cosas muy alejadas de la realidad. Son famosos sus principios de propaganda, que basaron prácticamente a la propaganda moderna, que constaba de 11 fundamentos ¿Por qué es que hablamos del ministro de Propaganda nazi para introducir una visión de la Argentina de hoy?; la respuesta es muy sencilla, y es que el kirchnerismo en su afán de buscar desesperadamente la unificación de un discurso a su favor, no ahorra en utilizar las viejas estrategias propagandísticas del régimen más asesino de la historia mundial, que pueden llegar a dar un resultado en lo inmediato, pero que a la larga no harán más que perjudicar al actual gobierno. Para dejar en claro por qué se dice esto último, haremos una recorrido por los 11 principios de la propaganda según Goebbels, y a ellos les haremos breves comentarios con los hechos de la realidad nacional que se le parecen en forma alarmante. Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo. En los últimos tiempos el kirchnerismo ha unificado a sus enemigos en dos grandes adversarios, como lo son la “oposición” y el Grupo Clarín. Al primero le achaca el ser el culpable de casi todos los males de la Argentina, de no dejarlos gobernar paralizando el Congreso nacional, de poner palos en la rueda para el desarrollo de la Argentina, entre otros argumentos que prácticamente se caen por sí solos, sobre todo cuando durante 6 años el gobierno tuvo mayoría propia en ambas cámaras del Parlamento, donde hizo y deshizo a su antojo, donde no se dio ninguna cabida a proyectos opositores, y una vez perdidas las elecciones legislativas del año 2009, se vetó todo proyecto sacado por la oposición, tal como sucedió con el 82% Móvil que fue vetado por la presidenta Cristina Fernández. Al Grupo Clarín se lo acusa de ser la voz de la oposición en la Argentina, olvidando que desde el 2003 hasta el 2008 al emporio mediático se lo llamaba socarronamente “Klarín”, debido a la fuerte afinidad que había entre el ex presidente Néstor Kirchner y el hombre fuerte del holding Héctor Magnetto, que permitió que a poco de irse el patagónico de la primera magistratura se permitiera la fusión entre Multicanal y Cablevisión; cambiando dicha relación después de la posición a favor del campo que tuvo el grupo mediático en el conflicto del año 2008, actitud que el santacruceño nunca perdonó y que comenzó una pelea a “todo o nada”, que continúa hasta el día de hoy, donde la racionalidad reina por su ausencia. Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada. Esto también puede verse claramente cuando se habla de los medios de comunicación, donde todos aquellos periodistas que critican al gobierno o hacen investigaciones sobre distintos funcionarios públicos, son acusados de pertenecer o ser “bancados” por el “Monopolio”, tal cual se sindica al Grupo Clarín. Los opositores son todos hombres ligados a Héctor Magnetto, y el holding mediático es el “enemigo público” número uno del gobierno nacional, sin más argumentos que el de una pelea personal entre los jefes de ambos bandos, metiendo a toda la Argentina en una discusión estéril en donde la sociedad no tiene nada que ver, sino que se debe a una pelea por intereses económicos y egos personales, donde la necesidad de la enorme mayoría de la gente reina por su ausencia, y sólo se basa en la necesidad de seguir acumulando poder por parte del oficialismo. Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. «Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan». Un principio que puede verse diariamente en las emisiones del programa televisivo emblema del kirchnerismo, como lo es “6,7,8” que emite la televisión pública todas las noches, donde se repiten noticias favorables al gobierno nacional y que perjudican a la oposición, negando en todo momento aquellos hechos que no favorecen en lo más mínimo al oficialismo. Es así que ante el hecho consumado de la alianza política del kirchnerismo con Carlos Menem en la provincia de La Rioja para las elecciones, se buscó desvirtuar este hecho haciéndolo pasar como si fuera una acción personal del gobernador Luis Beder Herrera, donde el gobierno nacional no tenía nada que ver, obviando por completo que el riojano fue uno de los políticos que más benefició al kirchnerismo en la Cámara Alta con sus ausencias a debates centrales, permitiendo de esa manera que la oposición no lograra el número necesario para sacar proyectos centrales para el país. En el programa de canal 7 y en los medios paraestatales son concebidos como grandes logros del kirchnerismo hechos absolutamente menores, tratando de tapar de esa manera los debates centrales del país como son qué hacer con la economía de cara al futuro cercano, los recursos naturales, el sistema ferroviario nacional, el aumento de la violencia en las calles, la inflación, entre otros temas, que son obviados en pos de imponer un discurso único donde las noticias positivas superan ampliamente a las negativas que quieren imponer los “medios gorilas”. Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave. Esto pudo verse más que nada en el conflicto con el sector agropecuario en el año 2008, donde cada palabra de los opositores o productores rurales, por mínima que fuera, era tomada como una actitud de desestabilización del gobierno de Cristina Fernández; o como sucede a menudo cuando alguien se atreve a criticar la política de Derechos Humanos del gobierno nacional por considerarla inacabada en muchos sentidos, donde se lo acusa de defender la dictadura y de tratar de desequilibrar el orden constitucional en el país. El imponer que cualquier crítica hacia el accionar del Ejecutivo es una amenaza grave para la democracia argentina, es lo que ha llevado al kirchnerismo a banalizar un discurso que cae por sí solo debido a la serie de incoherencias que lo rodea y que por más que se quiera desde el poder, no se podrá mantener en el tiempo. Principio de la vulgarización. Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar. El lenguaje de la propaganda kirchnerista se basa en palabras breves, que sean conocidas por todo el mundo, donde no haya necesidad de explicarlas, y que surtan el efecto deseado, es decir, favorecer al gobierno en su llegada a la sociedad. Los afiches relacionando a periodistas del Grupo Clarín con la supuesta apropiación de menores ejercida por su dueña durante la última dictadura, no sólo es una canallada, sino una bajeza moral muy grande de quienes lo hacen, demostrando que son capaces de cualquier cosa con tal de mantenerse en el poder. Principio de orquestación. La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. De aquí viene también la famosa frase: «Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad». Son famosos ya los informes del programa que produce Diego Gvirtz por canal 7, en los cuales se repite en forma indefinida distintas ideas, muchas de ellas tergiversando las palabras de miembros de la oposición o el periodismo, tratando de generar con ellas una verdad, cuando en realidad no se trata más que de la repetición de una serie de mentiras que una gran cantidad de la población, al verlas repetidas una y otra vez por la televisión, las toma como verdades cuando en realidad es todo lo contrario. Para esto bastan dos ejemplos claros, como fueron los informes en los que por un lado se quería mostrar a Jorge Lanata defendiendo a la dictadura militar cuando dijo la frase “me tienen podrido con la dictadura militar”, cuando en realidad lo que dijo fue que el uso indiscriminado que hace el gobierno nacional de los Derechos Humanos, lleva a un hartazgo, ya que sólo parecen preocuparse por lo ocurrido en los años ’70, dejando de lado los DD.HH. de hoy, como lo son la falta de vivienda, los miembros de Pueblos Originarios muertos por las fuerzas represivas, el trabajo en negro y la falta de trabajo decente, entre otros temas. Por el otro lado, puede mencionarse el reciente ejemplo de querer mostrar a Fernando “Pino Solanas bregando por el voto calificado cuando dijo “las provincias más pobres no se caracterizan por tener la mejor calidad del voto”, cuando en realidad si se sigue escuchando la nota, lo que se quiere decir es que son las provincias más pobres en donde las dádivas dadas desde los partidos tradicionales a la población más pobre y necesitada, conducen a que el voto se valga nada más de las necesidades del momento de gran parte de la población, donde el hambre es más urgente que el voto hacia tal o cuál político. Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones. Los periodistas y hombres de la comunicación aliados al kirchnerismo se han encargado de dejar en claro en cuanto argumento hacen a favor del gobierno, que sólo ellos ejercen el “periodismo crítico” y son los únicos que hacen una “deconstrucción de la noticia”, por los cuales son las personas más capacitadas para ejercer distintos tipos de fundamentos a favor del gobierno nacional. Se puede ver claramente en las discusiones sobre distintos temas de la actualidad, como el pago de la deuda externa, la extensión de los contratos petroleros hasta el año 2047, las diferentes sociedades con las grandes mineras multinacionales para seguir explotando los recursos naturales del país, la judicialización de la protesta social, entre otros, que son sacados de la agenda mediática para poner otros más afines a los intereses del gobierno nacional, contrarrestando de esa manera los intereses de la oposición y críticos del gobierno, haciendo caso omiso de las acusaciones que se hacen al Ejecutivo y su accionar, y logrando de esa manera que el argumento de la oposición no tenga el rebote suficiente debido al mensaje constante que es bajado desde el poder. Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias. Esto se ve no sólo en los informes que muestra el programa emblema del kirchnerismo en la televisión pública, sino que se puede ver en los debates en el Congreso, donde el oficialismo en un fuerte bloque ataca todas las ideas de la oposición con los argumentos más variados, no dando la posibilidad de que se rebata cada uno de ellos en forma profunda, creando en la sociedad la impresión de que se tiene una variedad de fundamentos para defender sus ideas, cuando en realidad lo que se hace es atacar al contrincante político para debilitarlo, no dejando que se debata realmente el meollo de los asuntos más urgentes de la Argentina. En los medios de comunicación aliados al gobierno puede verse con claridad cómo se busca argumentos a favor de las distintas iniciativas oficiales desde los más variados arcos ideológicos, logrando de esa manera exponer pequeños avances y ocultando grandes retrocesos en determinados temas, previendo lo previsible y contando sólo pequeñas verdades y lo que pueda ser contable, para de esa manera ocultar su falta de argumentos certeros. Principio de la silenciación. Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines. Esto también puede verse claramente en el programa “6,7,8”, donde sólo se debaten las cuestiones donde el kirchnerismo tiene alguna clase de argumentos para solventar una discusión, dejando de lado aquellos temas en los cuales sabe que naufraga por no contar con las pruebas necesarias para mantener un debate. De esta manera, no hace más disimularse las miserias propias de no contar con un fundamento sólido para la defensa de sus ideas, buscando la paja en el ojo ajeno sin rever nada de lo hecho por el oficialismo, mostrando un discurso único que pocas veces tiene que ver con la realidad que se vive día a día. Principio de la transfusión. Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas. Se sabe que el odio hacia todo aquello que es diferente o que no se puede conseguir por los propios medios, es algo que ancla muy profundo en la sociedad. Desde el oficialismo se busca generar el aborrecimiento y el rencor hacia distintas acciones de la oposición, logrando penetrar de esa manera en lo peor de los seres humanos, concibiendo de esa manera un discurso de “amigo-enemigo” muy peligroso para la armonía diaria entre los argentinos. La psicología define el odio como una emoción "profunda y duradera, intensa expresión de animosidad, ira y hostilidad hacia una persona, grupo u objeto". El odio es de larga duración en los seres humanos, con lo que fomentándolo en distintos sectores de la población hacia algunas personas o instituciones en particular, lo que se logra es generar un estado emocional en la sociedad de suma violencia que saca lo más primitivo y arcaico a la hora de razonar sobre determinados hechos de la realidad. Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente de que piensa «como todo el mundo», creando una falsa impresión de unanimidad. “Cristina ya es la ganadora de las elecciones de octubre”, es el último argumento repetido hasta el hartazgo por el kirchnerismo a través de los medios de comunicación afines, convenciendo a toda la sociedad de que las elecciones son prácticamente un trámite para el oficialismo, por lo que ya se preparan para las elecciones del 2015 y no para las de octubre, porque ya están ganadas. Es tan fuerte este discurso que lo ha comprado hasta la propia oposición, que da por sentado el triunfo kirchnerista en octubre y para lo cual no parece hacer nada para tratar de evitar lo que consideran más previsible que pase, generando de esa manera una idea unánime de que es irreversible la victoria kirchnerista en el acto eleccionario. En la época del nazismo, Goebbels impulsó estos “11 principios de la propaganda” nazi, que incluía entre otros, reunir a diversos adversarios en una sola categoría o individuo; además que sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario; y el peligroso “si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”. En estos momentos, puede verse que el kirchnerismo al no tener argumentos para defender sus más preciados temas e iniciativas, incurre en catalogar al enemigo político en un sólo individuo, como lo es el avance de la derecha en la Argentina lo que representaría una vuelta a los ’90. Es realmente sobrecogedor ver lo vigente que sigue hoy en día este decálogo de propaganda nazi, con actitudes que se tienen en muchos países, como la Argentina por ejemplo, que si bien están muy alejados y en las antípodas del pensamiento delincuencial del nazismo, parecen incurrir en muchos de los errores garrafales del Tercer Reich, llevándolos al fracaso en muchas de las acciones que llevan adelante, es más, el sistema político de más de un país se hundiría si el decálogo creado por Goebbels se llevara fielmente a la realidad. Soberbia, inconsciencia, falta de información del terreno en el que se inmiscuía políticamente y otra clase endebleces, hacen que el kirchnerismo no se dé cuenta que choca en forma constante una y otra vez contra un paredón, que cada día lo aleja más de los intereses de la sociedad y de lo que la misma espera de la clase dirigente. De la capacidad que tenga el oficialismo de entender que no se va la vida en el resultado final de esta elección, y que retroceder un paso no significa ser débil o echar sus convicciones al tacho de la basura, estará el bienestar de los argentinos que quieren un país andando y en crecimiento y no hundido en la confrontación y en la lucha constante del poder por el poder mismo, estará el crecimiento de la Argentina y la prosperidad de más de 40 millones de ciudadanos que buscan vivir en paz y tranquilidad. (agenciacna)
Posted on: Thu, 20 Jun 2013 21:19:04 +0000

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