Wyatt Earp se quedó en la ciudad, como ayudante del marshal, durante poco tiempo más, y después se dirigió a Dodge City, en el mismo cargo, y más tarde a Deadwood y a Tombstone. A nadie habló jamás de su incidente con esas extrañas criaturas monstruosas a las que se enfrentó en Wichita, ni siquiera a sus hermanos, a los que mandó llamar para servir junto a él en sus sucesivos cargos como agente de la ley. Con el tiempo incluso llegó a Hollywood, como asesor en las películas del Oeste que se comenzaron a rodar en época del cine mudo. Buchanan abandonó la ciudad a la mañana siguiente, en su caballo, y siguió recorriendo el Oeste. Llegó a Agry, en Texas, donde hubo de hacer frente al linaje de ese mismo nombre que dominaba la población, y en defensa de una familia mexicana. Después convivió una temporada con los indios, y al fin se estableció en Dodge City, pero en una época posterior a la presencia de Earp en esa ciudad, y allí se casó. Tampoco habló nunca a nadie de lo que vivió en Wichita. McBride fue el primero en abandonar la ciudad. Sin siquiera cepillarse el traje ni visitar al médico de la población pasó al hotel, tomó su equipaje y lo volvió a cargar en la diligencia que los había traído. El tren tomaba rumbo noroeste o sureste, según el sentido, y él necesitaba dirigirse hacia el este, por lo cual hubo de recurrir a esa vía de transporte más lenta. Comentó a sus dos recientes amigos que quería retornar con su mujer e hijo, que sus días de aventuras habían pasado, y que regresaría al ámbito de la enseñanza universitaria. Cuando el vehículo arrancó, el mordisco en su hombro latía tal como si tuviera un segundo corazón allí ubicado. A lo largo del camino, con la marcha, el dolor se fue apaciguando, sobre todo cuando se arrebujó en el fondo del asiento y, al fin, durmió y descansó, tras los atroces acontecimientos que había vivido. Tiempo atrás estuvo un tiempo residiendo en Europa, donde colaboró con el profesor Hesselius a combatir a un vampiro que moraba la abadía de Carfax, y también se acercó a la localidad centroeuropea de Vandorf a batallar contra una temible mujer serpiente. Una vez en Estados Unidos siguió combatiendo una variedad de seres del Averno, pero ahora, durante aquella última lucha, había quedado baldado, sin fuerzas, al fin, de seguir combatiendo por más tiempo.
Posted on: Thu, 19 Sep 2013 10:37:31 +0000
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