Yo también tengo derecho a explotar… Si tuviese que reencarnar en algún electrodoméstico no tengo duda alguna que sería una multiprocesadora poderosa , creo que en general muchas de nosotras optaríamos por este artefacto ya que es el que más nos representa en esta vida, esta cuestión de hacer un millón de cosas y generalmente a la misma vez es muy femenino. Sin criticar a los hombres , a los que admiro y quiero, hay que admitir que durante el día ellos tienen un gran problema , su trabajo y todo lo que se relaciona con él mismo, lo cual no ha de ser para nada sencillo sino todo lo contrario.., mientras nosotras además del trabajo lidiamos con otra tanta cantidad de problemas domésticos que se relacionan con la casa, los chicos, la familia propia y la política, los problemas ajenos en los que nos encanta participar creyendo que vamos a poder ayudar y muchas cosas más. En este raid diario que nos toca transitar solemos conversar bastante con amigas o compañeras de trabajo, contenemos angustias de chicos y adolescentes , analizamos situaciones amorosas de amigas, hacemos terapia de madres desesperadas mientras nos pasamos el teléfono de un gasista y a la misma vez revolvemos la cacerola para que no se pase el puré que tenemos que dejar listo antes de salir al dentista con uno o de ir al curso de catequesis familiar con otro, así somos nosotras, “multiprocesadoras con piernas”. El problema con estos electrodomésticos es que de tanto en tanto se rompen, y uno que tenía que picar, cortar, licuar y batir se queda sin nada y si se tiene una mala racha pueden explotar con varios ingredientes adentro provocando un caos infernal en la cocina que después habrá que limpiar. Esto mismo que pasa con estos útiles artefactos también puede pasar con nosotras. Esos días en los que parecería que todo conspira contra nuestra felicidad, interpreté mal un mensaje de texto y me amargué al rato descubro que se rompió el lavarropas, se rompe la calefacción , justo el mismísimo día que la temperatura marca el registro más bajo del año, se rompe la única tele decente que hay en la casa y para rematar yendo a buscar los boletines a una le chocan el auto. En ese mismo momento como la multiprocesadora, una estalla, se baja del auto y mira para arriba y lo único que le sale decir es “Basta ya!!” , pero hay que ir para adelante, entonces una se sube al auto y sigue su día hasta que llega a casa, y ahí está la familia esperando y la onda expansiva pega directo en los afectos y en las personas que uno más ama. Y como la multiprocesadora explotada, los ingredientes saltan para todos lados, después de desparramar los mismos sobre cada persona que pasa cerca las fichas caen y uno se relaja, y ahí rompe en llanto, y una se pone triste y hace balances de su vida y se plantea el porqué de tantas cosas, que en definitiva no son grandes desgracias sino la sumatoria de pequeños sucesos desafortunados que te llevan al cansancio y al mal humor momentáneo. Lo importante de todo esto es saber que no está mal, que todos tenemos derecho a explotar como la multiprocesadora de tanto en tanto, que es sano parar, llorar, gritar un poco , enojarse y después seguir, que no está bueno quedarse con la angustia y la bronca adentro y que no somos malas personas, ni madres, ni mujeres, ni amigas por tener de tanto en tanto un arrebato de día de furia. Una vez que pasa podemos pedir las disculpas pertinentes a los afectados, eso sería como limpiar la cocina después de la explosión, explicarles que no todo lo que reluce es oro y aunque generalmente demostremos que estamos regias , sonrientes y radiantes, hay veces en que nos quebramos, lloramos y pataleamos, y que después de eso ya podemos terminar el día y arrancar el que sigue con muchas pilas y no por eso dejamos de amarlos ni dejamos de hacer las cosas de todos los días con las mismas ganas y el amor ( a veces..) de siempre. Así que a no llenarse de culpas, somos normales!, yo también tengo derecho a explotar, y vos?
Posted on: Tue, 02 Jul 2013 04:58:19 +0000
Trending Topics
Recently Viewed Topics
© 2015