de la pagina de Crhistian Peralta Ramírez El pueblo no entendía - TopicsExpress



          

de la pagina de Crhistian Peralta Ramírez El pueblo no entendía que el sistema era el culpable de los sufrimientos padecidos, creía que aquello se debía a la maldad de los hombres y de los gobiernos, no al sistema y los elementos que lo componían. El desempleo, la pobreza, la explotación, los campesinos sin tierra, los niños sin escuelas, los hombres sin trabajo, los enfermos sin médicos; toda aquella tragedia social, el pueblo la atribuía al hecho de que los gobernantes no querían trabajar y administraban mal los recursos porque se los robaban. Una de las primeras realidades que capté fue que existía una gran confusión en las masas; imputaban a los hombres las consecuencias de un sistema. Yo estaba convencido de que si aquellos gobiernos hubieran sido honrados hasta con el último centavo, la situación social habría seguido igual. (...) Comprendí además que aquel pueblo culpaba de sus sufrimientos a las autoridades. Tenía un instinto de clase, pero no una conciencia de clase, por tanto, no comprendía el fenómeno social; que aquel Estado estaba diseñado para mantener el dominio de los ricos, de los terratenientes, de los explotadores, de los monopolios extranjeros. En definitiva, percibí que nuestro pueblo sufría. Solamente una parte del pueblo tenía una conciencia de clase, una parte pequeña, digamos, los militantes, los cuadros sindicales del Partido Comunista y, además sectores obreros influidos por ellos; pero, desde luego, no tenían acceso a los medios de divulgación masiva, a la radio, a la prensa, a los libros, al cine. Existía gente en Cuba con una conciencia de clase, pero la gran masa trabajadora del país no la tenía ni tampoco contaba con una cultura política (...) Estaba muy claro que aquella gente iba a ganar las elecciones, y sería un desastre porque en realidad no tenían consistencia para sostener un liderazgo. Comencé a elaborar una estrategia dentro de todo el proceso político y, tomando en cuenta el período ulterior, planeé introducirme en la maquinaria de dicho partido (partido ortodoxo), postularme para legislador por la organización, y llegar al parlamento. Conocía por anticipado lo que iba a pasar. Luego, desde el Parlamento, presentaría un programa revolucionario con los ortodoxos. Perfilé la estrategia rompiendo la disciplina del partido. En virtud de la Constitución y las leyes, pensaba presentar un programa similar al del Moncada(...) Cuando se produjera la gran decepción, yo no repetiría la vieja historia de crear un partido nuevo, otra ortodoxia. Me dije: cuando el momento llegue, hay que barrer a toda esta gente y tomar el poder, pero hacerlo con las masas(...) Concebí una serie de leyes mínimas que luego llevé como programa del Moncada. No era un programa socialista, pero estaba seguro de que leyes que planteaban la reforma agraria, la rebaja del alquiler, la disminución del precio de la electricidad, de los teléfonos, de necesidades básicas de la población; leyes a favor de los deudores; leyes de aumento de salario a los trabajadores de varios sectores: maestros, médicos, mlitares, no a los oficiales, sino a las tropas; todas ellas iban a ser apoyadas por el pueblo. (...) Por supuesto que el Congreso no lo aprobaría, pero se convertiría en el programa revolucionario que movilizando a las masas las conduciría a la toma revolucionaria del poder(...)" [ Fidel Castro narrando su paso por el Partido Ortodoxo y los años previos a la revolución cubana. Tomado del Tomo 2, capítulo 1 del libro "Fidel Castro - Guerrillero del Tiempo" de Katiuska Blanco Castiñeira ]
Posted on: Thu, 19 Sep 2013 02:05:17 +0000

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