dios hizo al hombre a su imagen y semejanza; pero fracasó divinamente porque la primera pareja le salió güera y tuvo que expulsarlos del Edén con una buena reprimenda. Mucho tiempo después (tiempo bíblico), ante tanta maldad y corrupción irrefrenables, dios le echó un baldazo a la humanidad y se mandó un somerendo genocidio, preservándole la vida únicamente a Noé y familia para extirpar así el mal de la Tierra. Otra vez fracasó dios pues pronto el mal renació, mejor dicho floreció ya que nunca se le ha matado. A la tercera va la vencida -se dijo a sí mismo dios- y nos mandó nada menos que a su hijo para acabar de una vez por todas con la maldad. Vano empeño. Ni siquiera sacrificando a su primogénito, logró erradicar el mal. De tres, cero. Un pésimo palmarés. ¿Habrá que empezar a escribir Maldad con mayúscula? Yo, por lo quepotis (por siaca), mejor empiezo a hacerlo así. Al menos mientras no venga el cuarto intento divino. Y no hay que olvidar que dios puede recurrir a la prosaica sentencia de que no hay quinto malo. ¿No será esto el eterno retorno nietzscheano en términos teológicos? El Pisui.
Posted on: Mon, 11 Nov 2013 17:45:20 +0000
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