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leido dede la revista DINERs y publicado en facebook asi va: Vengo de una familia que afrontó un severo problema de droga. A diferencia de muchos hogares, en el mío no padecía la drogadicción uno de los hijos sino el padre. Mi padre. Papá. Dije adicción a la droga, pero ahora me doy cuenta de que he debido decir adicción a los fármacos. Entiéndanme. Mi taita murió sin haber visto un cacho de marihuana o un corte de cocaína. No conoció otro pase que el del mediocampista al centrodelantero y cuando alguien le mencionaba la cuestión de la heroína creía que le estaba hablando de Policarpa Salavarrieta. Era drogadicto, pero en el sentido de que se hacía recetar, se autorrecetaba y consumía multitud de drogas. Drogas lícitas. Drogas de las que fabrican los laboratorios. Drogas de las que prescriben los médicos. Sí: su manía eran los fármacos. Nuestra vida hogareña se desarrolló entre libros, discos y música. Y cápsulas de todos colores y ungüentos y pócimas y tabletas y ampolletas y jarabes y goteros y grageas. Hasta supositorios y colutorios recuerdo haber visto en el botiquín. Todos pasábamos más tiempo buscando fármacos extraviados que trabajando, comiendo, estudiando o durmiendo. - ¿Quién ha visto mi Enterovioformo? -preguntaba papá. - ¿Qué es eso? -respondía alguno. - Son unas píldoras medio carmelitas, ni muy grandes ni muy pequeñas, que vienen en un frasco con tapa amarilla parecido al de las píldoras del Doctor Ross. Parecería fácil encontrar el Enterovioformo con esos datos exactos. Pero en la casa había veinte frascos similares que correspondían a recetas totalmente distintas al antidiarreico solicitado y que, según entiendo, ya salió del mercado: debió de ser que mi taita se despachó las existencias completas del producto. Si después de un rato de hurgar en cajas, cajones y armarios no aparecían esas píldoras medio carmelitas, ni muy grandes ni muy pequeñas, que vienen en un frasco en forma de probeta con tapa amarilla, mi ilustre progenitor se resignaba a su suerte. - ¡Qué vaina! -decía-. Si no tomo el Enterovioformo, entonces tampoco puedo tomarme el purgante. Y es que él consumía simultáneamente la acción y la reacción, el cenit y el nadir, el alfa y el omega, el purgante y el antidiarreico, la píldora para dormir y la pastilla para mantenerse despierto, la cucharada para abrir el apetito y el sorbo de jarabe para anularlo. Quería ser la síntesis farmacéutica, a caballo entre una tesis y una antítesis de laboratorio. Lo suyo era tomar remedios. El trastorno de salud era lo de menos. A veces yo recibía una llamada suya. - No diga nada a su mamá, para que no se preocupe, pero esta mañana olvidé el sobrecito de fósforo, el de la memoria. - No pasa nada, papá. Se lo toma esta noche. O mañana. O no lo vuelve a tomar nunca. - ¿Cómo? Es gravísimo. La prueba de que necesito con urgencia un reconstituyente de la memoria es que se me olvidó tomármelo. Pero no muestre inquietud, no se altere, hable como si tal cosa, y luego agarre el sobre, despídase con cualquier disculpa, salga, coja un taxi y me lo trae a la oficina. Así eran las cosas con él. Llevaba en el bolsillo una caja del tamaño de una libreta, con divisiones y recodos, que cada mañana atiborraba de pastillas de diversos colores. Se acordaba exactamente para qué era cada una, y a qué horas tenía que tomarla. En el fondo, mi viejo tuvo buena salud. Su adicción a los fármacos no era anuncio de enfermedad, sino mera inclinación maniática: así como algunos clasifican estampillas o arman barcos dentro de botellas, otros coleccionan remedios, y hasta los consumen. Dicen que la drogadicción destruye hogares. Pero la adicción de mi progenitor produjo en el nuestro solidaridad y ejemplo, no destrucción. La droga nos unió a sus hijos como nada habría podido juntarnos. Desde entonces todos llevamos en el bolsillo cajitas que contienen una fiesta de tabletas multicolores, y los domingos, cuando nos reunimos a almorzar el ajiaco ceremonial, falta mantel para tan maravillosa pepitoria. Por Daniel Samper Pizano Desde hace varios años, el autor del texto recibe comentarios en el correo electrónico [email protected]
Posted on: Tue, 29 Oct 2013 02:13:29 +0000

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