"niños y ancianos" El Papa en Río como en su parroquia: confesión, charla con detenidos y Ángelus GIACOMO GALEAZZI RÍO DE JANEIRO El Evangelio de la misericordia a través de los gestos del Papa pastor. Francisco confesó a los jóvenes de la JMJ y se reunió con un grupo de jóvenes encarcelados, cuya vida ha mostrado uno de los rostros más tristes. Después, el Ángelus en el palacio del arzobispado de Río, en el que señaló la sabiduría de los ancianos como un tesoro para las nuevas generaciones. Como Juan XXIII, con los detenidos de la cárcel romana Regina Coeli, Francisco se inclinó ante los sufrimientos de los detenidos menores de edad que narraron en el arzobispado fragmentos de jóvenes vidas en grandes dificultades. Esta mañana, Bergoglio tuvo un encuentro reservado con 5 detenidos, acompañados por algunos asistentes sociales. La condición de las personas tras las rejas es algo que preocupa mucho a Papa Francisco. El pasado Jueves Santo, el Papa celebró la Misa “in coean Domini” en la cárcel para menores de Casal del Marmo, en la periferia de Roma. También Benedicto XVI había visitado aquel instituto al inicio de su Pontificado. Antes de reunirse con ellos, el Papa se dirigió al parque de los confesionarios para escuchar a cinco jóvenes: una italiana, tres brasileños (una chica) y un venezolano. Una gran emoción. Las palabras del Santo Padre con su sencillez y sinceridad nos ayudan a interpretar bien en esta JMJ cuál es el plan de Dios para cada uno de nosotros», es lo que comentó la italiana Claudia Giampietro, de 27 años. Renán Souza, de 22 años y empleado público en Paracuru, en el estado de Cerea, explicó: «Es el Papa del pueblo, es muy generoso». Después, el Papa se dirigió al Palacio de Sao Joaquim, sede del arzobispado de Río de Janeiro, en donde le estaba esperando el arzobispo de Río, mons. Orani Joao Tempesta. Allí, Francisco tuvo un breve encuentro con cinco jóvenes detenidos, acompañados por asistentes sociales. Al concluir, Francisco y Tempesta se dirigieron a la capilla en la que se encuentran reunidas las monjas de la residencia. A las 12 del día, recitó el Ángelus desde el balcón central del Palacio arzobispal. Al recitar el Ángelus, el Papa propuso una alianza entre generaciones. Los abuelos «son muy importantes en la vida de la familia «para comunicar ese patrimonio de humanidad y de fe que es esencial para toda sociedad». Los recordó porque hoy en Brasil se festeja la fiesta de los abuelos. «Hoy la Iglesia celebra a los padres de la Virgen María –recordó el Papa Francisco–, los abuelos de Jesús: los santos Joaquín y Ana. En su casa vino al mundo María, trayendo consigo el extraordinario misterio de la Inmaculada Concepción; en su casa creció acompañada por su amor y su fe; en su casa aprendió a escuchar al Señor y a seguir su voluntad». Los abuelos, subrayó Francisco son muy importantes en la vida de la familia «para comunicar ese patrimonio de humanidad y de fe que es esencial para toda sociedad. Y qué importante es el encuentro y el diálogo intergeneracional, sobre todo dentro de la familia». Además, pidió «cultivar y alimentar» «este tesoro» que es el «diálogo entre generaciones». Al final pidió que Dios «bendiga a los abuelos» y que nos permita «envejecer con sabiduría» para poder transmitirla a los demás, como dijo durante la misa matutina en la residencia de Sumaré. Concelebraron con el Papa algunos jesuitas que se encuentran en Río. Bergoglio dijo ante los jesuitas que lo acompañaron esta mañana que espera «poder ser como el buen vino, que cuando envejece mejora: es más bueno. Que Dios nos dé la gracia de envejecer con sabiduría, de envejecer con dignidad».
Posted on: Tue, 30 Jul 2013 02:31:12 +0000
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