*** plan cien te informa....... *** Diario Los Andes, Edicion Online- Pablo Philippens - Enviado especial a Córdoba lunes, 16 de septiembre de 2013 Lo más y lo menos de un equipo bipolar En Córdoba, ante Instituto, el Azul protagonizó un partido de locos. En un momento dio la sensación de que lo iban a golear, pero dio vuelta el asunto y se lo terminaron empatando. Lo bueno y lo malo de un equipo cambiante que no gana desde hace tres meses. Resulta complejo explicar en un puñado de palabras lo que le pasó a Independiente Rivadavia en Alta Córdoba. Pasó de ser "bailado" a hacer sudar a un Instituto que le arrebató la primera alegría del campeonato. Una vez más, el elenco de Trotta expuso su bipolaridad en una noche que dejó mucha tela para cortar. En el comienzo, la Lepra no pudo hacer pie en defensa y las embestidas albirrojas llegaron al por mayor. Después del discutido gol de Frontini para el local (clara falta a Ayala en el área chica), hubo desatenciones clave que lo dejaron en las puertas de un resultado adverso aún más abultado (hizo recordar al primer tiempo en San Juan, ante San Martín, en aquel 4-3). El 1-0 final del primer tiempo pareció una oferta de fin de semana, de esas que cualquiera quiere aprovechar. Ya en la segunda parte, con Rodrigo Gutiérrez en cancha, Independiente tuvo mayor peso ofensivo de la mano de Ezequiel Pérez, quien se encargó de crear peligro y proponer un trámite más vertical. Las escaladas de Abel Peralta por derecha obligaron a la Gloria a retroceder y ceder la pelota, oportunidad que no podía dejar pasar. Y no lo hizo. El mismo Peralta capturó un rebote en el rectángulo menor de Chiarini y lo cambió por gol, el primero suyo en el campeonato. Ahí supo Trotta que si apretaba el acelerador podía ganarlo, y lo apretó a fondo. El penal que originó Federico Guerra y que Walter García ejecutó de gran manera (a lo Alan Shearer) posicionó a los de Trotta hacia una victoria impensada, que se esfumó en el crepúsculo del asunto. Una mala decisión del juez Ariel Suárez, quien excesivamente adicionó casi 7 minutos, le permitió al local llegar a la igualdad definitiva. A esta altura, y habiendo conseguido sólo 5 de los 21 puntos que disputó, es oportuno hacer un raconto de las cosas positivas y negativas que ha dejado un Independiente siempre expectante en la tabla de abajo. Veamos. Lo más -La capacidad que tiene de levantarse ante los cachetazos rivales. Con gran temple, en el complemento se convenció de que atacar era la única manera de no perder y así lo hizo. Aunque esté jugando mal, nunca se da por vencido y salir a “meter” es la premisa mayor. Cuando quiso, fue muy superior a su oponente. -Las nuevas versiones de Abel Peralta y Ezequiel Pérez. Los chicos del club, ya maduros, se van convirtiendo en piezas fundamentales de un esquema que, de a ratos, intenta ser punzante y agresivo. Además, Carboni y Fernández juegan "a mil" como lo requiere una categoría tan competitiva como la Primera B Nacional. -Independiente cuenta con un buen recambio, que permanentemente empuja al equipo hacia adelante en los segundos tiempos. Rodrigo Gutiérrez ingresó y ayudó a que el equipo fuese otro. Pide cancha desde el inicio. Lo menos -La “siesta” que durmió Independiente en los primeros cuarenta y cinco. Si bien salió a jugar de igual a igual, el rendimiento se fue apagando rápidamente y nunca encontró su identidad en el campo. Los delanteros quedaron aislados, la línea de volantes se retrasó mucho y en defensa hubo más yerros que aciertos. -Aunque protagonizó intervenciones interesantes, no fue óptimo el trabajo de Josué Ayala. Inseguro en los envíos aéreos, el golero azul debió ser expulsado en el primer tiempo por cortar una clara jugada de gol al rechazar la pelota con la mano fuera del área. Suárez lo perdonó con una amonestación. -No puede ganar. Ya sea por cuestiones propias o ajenas, Independiente lleva 9 partidos consecutivos sin sumar de a tres y la escasa cosecha comienza a notarse en la tabla general. La última vez que ganó fue el 5 de junio ante Atlético Tucumán (1-0) por la antepenúltima fecha de la temporada anterior. De visitante no se impone desde el 3 de noviembre de 2012 (1-0 a Huracán en Parque Patricios). -Dicho sea de paso, Independiente ha sido claramente desfavorecido en algunos fallos arbitrales. La floja performance de Suárez en Córdoba y el pésimo desempeño de Ceballos en San Juan lo privaron de conseguir más unidades. Así y todo, la Lepra debe trabajar para llegar a ser un solo equipo a lo largo de 90 minutos. Si quiere escaparse del fondo y aspirar a algo más, no puede darse el lujo de seguir siendo un equipo bipolar. Ante Patronato tendrá una nueva chance de redimirse ante su gente.
Posted on: Mon, 16 Sep 2013 12:09:56 +0000
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