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por Paulo Coelho El niño miraba al abuelo escribir una carta. En un momento dado, le preguntó: –¿Estás escribiendo una historia que nos pasó a los dos? ¿Es, quizá, una historia sobre mí? El abuelo dejó de escribir, sonrió y dijo al nieto: –Estoy escribiendo sobre ti, es cierto. Sin embargo, más importante que las palabras es el lápiz que estoy usando. Me gustaría que tú fueses como él cuando crezcas. El niño miró el lápiz, intrigado, y no vio nada de especial. –¡Pero si es igual a todos los lápices que he visto en mi vida! –Todo depende del modo en que mires las cosas. Hay en él cinco cualidades que, si consigues mantenerlas, harán de ti una persona por siempre en paz con el mundo. Primera cualidad: puedes hacer grandes cosas, pero no olvides nunca que existe una mano que guía tus pasos. A esta mano nosotros la llamamos Dios, y Él siempre te conducirá en dirección a su voluntad. Segunda: de vez en cuando necesito dejar de escribir y usar el sacapuntas. Eso hace que el lápiz sufra un poco, pero al final está más afilado. Por lo tanto, debes ser capaz de soportar algunos dolores, porque te harán mejor persona. Tercera: el lápiz siempre permite que usemos una goma para borrar aquello que está mal. Entiende que corregir algo que hemos hecho no es necesariamente algo malo, sino algo importante para mantenernos en el camino de la justicia. Cuarta: lo que realmente importa en el lápiz no es la madera ni su forma exterior, sino el grafito que hay dentro. Por lo tanto, cuida siempre de lo que sucede en tu interior. Finalmente, la quinta cualidad del lápiz: siempre deja una marca. De la misma manera, has de saber que todo lo que hagas en la vida dejará trazos, e intenta ser consciente de cada acción. Perdona a los demás y déjalos ser Las personas se la pasan la mayor parte de su vida sintiéndose ofendidas por lo que alguien les hizo. La sorprendente revelación que te voy a hacer, va a cambiar tu vida… ¡Nadie te ha ofendido! Son tus expectativas de lo que esperabas de esas personas, las que te hieren. Y las expectativas tu las creas con tus pensamientos. No son reales. Son imaginarias. Si tu esperabas que tus padres te dieran más amor, y no te lo dieron, no tienes porqué sentirte ofendido. Son tus expectativas de lo que un padre ideal debió hacer contigo, las que fueron violadas. Y tus ideas son las que te lastiman. Si esperabas que tu pareja reaccionara de tal y cual forma y no lo hizo… Tu pareja no te ha hecho nada. Es la diferencia entra las atenciones que esperabas tuviera contigo y las que realmente tuvo, las que te hieren. Nuevamente, eso está en tu imaginación. ¿Enojado con Dios? Son tus creencias de lo que debería hacer Dios, las que te lastiman. Dios jamás ofende y daña a nadie. Un hábito requiere de todas sus partes para funcionar. Si pierde una, el hábito se desarma. El hábito de sentirte ofendido por lo que te hacen otros (en realidad nadie te hace nada) desaparecerá cuando conozcas mejor la fuente de las “ofensas”. Cuando nacemos, somos auténticos. Pero nuestra verdadera naturaleza, es suprimida y sustituida artificialmente por conceptos que nuestros padres, la sociedad y televisión nos enseñan. Y crean una novela falsa de cómo deberían ser las cosas en todos los aspectos de tu vida y como deben de actuar los demás. Una novela que no tiene nada que ver con la realidad. También, las personas son criaturas de inventario. A lo largo de su vida, coleccionan experiencias: padres, amigos, parejas, etc. y las almacenan en su inventario interior. Las experiencias negativas dejan una huella más profunda en nosotros que las positivas. Y cuando una persona es maltratada por alguien, deja esa experiencia en su “inventario”. Cuando conoce a alguien, tiene miedo. Y trata de ver si la nueva persona repetirá las mismas actitudes que la que la hirió. Saca una experiencia de su inventario negativo. Se pone los lentes de esa experiencia y ve a las nuevas personas y experiencias de su vida, con esas lentes. ¿Resultado? Se duplican los mismos problemas y las mismas experiencias negativas. Y el inventario negativo sigue creciendo. En realidad lo que hace es que te estorba. No te deja ser feliz. Y a medida que se avanza en años, se es menos feliz. Es porque el inventario negativo aumenta año con año. ¿Has visto a las personas de edad avanzada y a los matrimonios con muchos años? Su inventario es tan grande, que parece que la negatividad es su vida. Una y otra vez sacan experiencias de su inventario negativo ante cualquier circunstancia. Una de las mayores fuentes de ofensas, es la de tratar de imponer el punto de vista de una persona a otra y guiar su vida. Cuando le dices lo que debe hacer y te dice “no”, creas resentimientos por partida doble. Primero, te sientes ofendido porque no hizo lo que querías. Segundo, la otra persona se ofende porque no la aceptaste como es. Y es un círculo vicioso. Todas las personas tienen el derecho divino de guiar su vida como les plazca. Aprenderán de sus errores por sí mismos. Déjalos ser. También, nadie te pertenece. Cuando los colonos americanos querían comprarles sus tierras a los Pieles Rojas, estos les contestaron “¿Comprar nuestras tierras? ¡Si no nos pertenecen! Ni el fulgor de las aguas, ni el aire, ni nuestros hermanos los búfalos a los cuales solo cazamos para sobrevivir. Es una idea completamente desconocida para nosotros”. Ni la naturaleza, ni tus padres, ni tus hijos, tus amigos o parejas te pertenecen. Es como el fulgor de las aguas o el aire. No los puedes comprar. No los puedes separar. No son tuyos. Solo los puedes disfrutar como parte de la naturaleza. El cauce de un río no lo puedes atrapar. Solo puedes meter las manos, sentir el correr de las aguas entre ellas, y dejarlo seguir. Las personas son un río caudaloso. Cualquier intento de atraparlas te va a lastimar. Amalas, disfrútalas y déjalas ir. Entonces ¿Cómo puedo perdonar? Entiende que nadie te ha ofendido. Son tus ideas acerca de cómo deberían actuar las personas y Dios las que te hieren. Estas ideas son producto de una máscara social, que has aprendido desde tu infancia de forma inconsciente. Reconoce que la mayoría de las personas NUNCA van a cuadrar con esas ideas que tienes. Porque son ideas falsas. Deja a las personas ser. Deja que guíen su vida como mejor les plazca. Es su responsabilidad. Dales consejos, pero permite que tomen sus decisiones. Es su derecho divino por nacimiento: el libre albedrío y la libertad. Nadie te pertenece. Ni tus padres, amigos y parejas. Todos formamos parte del engranaje de la naturaleza. Deja fluir las cosas sin resistirte a ellas. Ama y deja ser. Deja de pensar demasiado. Abrete a la posibilidad de nuevas experiencias. No utilices tu inventario. Abre los ojos y observa el fluir de la vida como es. Cuando limpias tu visión de lentes obscuros y te los quitas, el resultado es la limpieza de visión. La perfección no existe. Ni el padre, amigo, pareja o Dios perfecto. Es un concepto creado por la mente humana que ha un nivel intelectual puedes comprender, pero en la realidad NO EXISTE. Porque es un concepto imaginario. Un bosque perfecto serían puros árboles, Sol rico, no bichos… ¿existe? No. Para un pez, el mar perfecto sería aquel donde no hay depredadores ¿existe? No. Solo a un nivel intelectual. En la realidad JAMAS VA A EXISTIR. Naturalmente, al pez solo le queda disfrutar de la realidad. Cualquier frustración de que el mar no es como quiere que sea no tiene sentido. Deja de resistirte a que las personas no son como quieres. Acepta a las personas como el pez acepta al mar y ámalas como son. Intoxícate con la vida. La vida real es más hermosa y excitante que cualquier idea que tienes del mundo. Me complacerá decírtelo por experiencia. Imagina a esa persona que te ofendió en el pasado. Imagínate que ambos estais cómodamente sentados. Dile porqué te ofendió. Escucha su explicación amorosa de porque lo hizo. Y perdónala. Si un ser querido ya no está en este mundo, utiliza esta dinámica para decirle lo que quieres. Escucha su respuesta. Y dile adiós. Te dará una enorme paz. A la luz del corto período de vida que tenemos, solo tenemos tiempo para vivir, disfrutar y ser felices. Nuestra compañera la muerte en cualquier momento, de forma imprevista, nos puede tomar entre sus brazos. Es superfluo gastar el tiempo en pensar en las ofensas de otros. No puedes darte ese lujo. Es natural pasar por un periodo de duelo al perdonar, deja que tu herida sane. Descárgate con alguien para dejar fluir el dolor. Vuelve a leer este artículo las veces necesarias y deja que los conceptos empiecen a sembrar semillas de conciencia en tu interior. Aprende con honestidad los errores que cometiste, prométete que no lo volverás a hacer y regresa a vivir la vida. El cerebro no entiende la palabra "NO" Cuando hablamos de las afirmaciones insistimos mucho en la importancia de ser asertivos y tener claro qué deseamos para nuestra vida. Nuestra mente tiene un lenguaje diferente al que usamos con palabras. Nuestro cerebro traduce toda palabra en símbolos e imágenes. En esta era de auge de las comunicaciones virtuales, la comunicación más importante ocurre en el interior de nuestra mente, porque de ella depende en gran parte el éxito o el fracaso que experimentemos en nuestra vida. Aprender el leguaje de nuestra mente es vital, porque es allí donde residen algunos de los poderes que pueden cambiar nuestra vida. Tu mente siempre necesitará una imagen para asociar a tus pensamientos. Sea lo que sea que tu expreses con palabras, aunque sean absurdas y sin sentido, tu cerebro forma inmediatamente una imagen. De la misma manera hay palabras que nuestra mente no puede traducir en una imagen. Es el NO. La expresión negativa no tiene una representación en imágenes para el cerebro. Por eso, cuando tu dices “no quiero tal cosa”, lo que tu cerebro ve es “la tal cosa”. Si dices “no quiero deudas”, el no, no tiene representación, tu cerebro sólo ve deudas y que? atraes más deudas. Dice Bob Doyle en “El Secreto”: A la ley de la atracción no le importa si tu percibes algo como bueno o como malo, si lo quieres o si no lo quieres. Sólo responde a tus pensamientos. De modo que si estás contemplando tu montaña de deudas y te sientes fatal por ello, ésa será la señal que estarás emitiendo al Universo: "Me siento fatal por todas las deudas que tengo”. Te lo estás afirmando a ti mismo. Lo sientes en todos los planos de tu existencia. Por lo tanto, obtendrás más de lo mismo. Agrega Lisa Nichols qa continuación: “Cuando te enfocas en las cosas que no quieres- “No quiero llegar tarde, no quiero llegar tarde” – La ley de atracción no oye el “no quiero”. Manifiesta lo que estás pensando y lo hará una y otra vez. La ley de la atracción no sabe de “quieros y no quieros”. Cuando te enfocas en algo, sea lo que sea, estás provocando que se manifieste” Cada vez que pronunciamos negaciones, nuestra mente solo puede traducir en imagen la parte que expresa el pensamiento, pero no su negación. “No quiero deudas”, para tu mente es “Quiero deudas". Tal vez te preguntes, ¿cómo que el cerebro no entiende la palabra “no”? Nosotros entendemos el NO, porque la mente no lo entiende? Es fácil, como nuestro cerebro solo piensa en imágenes cuando utilizamos una expresión en la que se encuentra la palabra “no”, lo único que conseguimos es dibujar en la mente aquello que pretendemos negar. Al traducir el cerebro todo en imágenes, solo se enfoca en la parte positiva de la expresión. Si deseas haz este ejercicio: Imagina un árbol, verde, frondoso. Ahora, no quiero que veas una manzana roja colgando de él. No veas ninguna manzana roja. Haz un esfuerzo no veas una manzana roja en el árbol! ¿Que pasó? Pues, que estoy segura que viste una manzana roja. Con los niños se aprecia fácilmente este punto, porque tendemos a utilizar con ellos a menudo la palabra NO. “No grites”, no corras, no toques el enchufe, no des portazos. etc. Cuando le dices a un niño “no debes gritar”, su mente solo entiende el “debes gritar”. Eso te explica porque la mayoría de los niños tienden a hacer o repetir lo que les dijimos que no hicieran. Es que en realidad, su mente solo capta la parte afirmativa de la orden. En lugar de decir “no corras dentro de la casa”, puedes decirle al niño: “quiero que camines despacio cuando estás dentro de la casa”, el cerebro del niño formará rápidamente la imagen de caminar lento. De manera que en nuestra práctica mental de algo que deseamos realizar, no utilicemos el “NO”, porque lo único que lograremos es justamente lo que queremos evitar. Cuando vas a una entrevista de trabajo o a un examen, en lugar de decir “ojalá no me ponga nervioso”, di “me siento calmado y seguro”. No permitas que tu diálogo interno se convierta en un obstáculo en tu camino. Cuando fijes metas, deseos, aspiraciones, evita la palabra NO. Procura utilizar los términos y palabras que dibujen las imágenes de los resultados que quieres lograr. Recuerda que atraemos lo que podemos visualizar y el no, no puedes visualizarlo. No quiero sufrir se visualiza con sufrimiento y sufrimiento no es lo que quieres, entonces, visualiza felicidad, alegría. Cuando alguna cosa no te hace feliz, o mejor dicho sufres por ello, no te enfoques más en ella, visualiza lo que te hace feliz. Fuente: Sony - Atrae la Plenitud Hay un hecho fundamental, objeto de estudio para lingüistas y neurólogos, y es que nuestro cerebro, esa gran máquina, no entiende la palabra “No”. Hagamos la prueba. Si te digo que “NO pienses en un elefante azul con tutú subido a un taburete, tocando los bongos con la pata derecha y un saxofón con la izquierda…” ¿En qué estás pensando? ¿Cuánto ha tardado tu mente en dibujar un zoo, un circo, un animal fantástico y todos los complementos que NO le acompañaban? Una vez comprobado como procesa nuestra mente un mensaje negativo, piensa un momento en todas las cosas que nos decimos, que decimos a nuestros hijos, a nuestros amigos, a la vida misma, de forma negativa. Sorprendente, ¿verdad? Si tienes miedo a caer enfermo, a perder el trabajo, a caerle mal a alguien, en realidad, estás generando imágenes en tu cabeza de aquello a lo que tienes miedo. Le estás diciendo a tu cabeza que tu objetivo es caer enfermo, perder el trabajo, caerle mal a tal persona (o caer mal en general). Se trata pues, de tomar consciencia, y de entrenarte en la formulación en positivo de tus objetivos, de modo que te mantengas sano, trabajes toda la vida (o el tiempo que te propongas) y le caigas bien a esa persona que tanto te importa (a todo el mundo, tal vez, no haga falta). Lo mismo diría de tantos slogans que se utilizan para "llamar la atención" de la sociedad y revindicar ciertos hechos o derechos en los que la palabra NO aparece en ellos. De alguna manera estamos "llamando" a lo que intentamos evitar: "NO a la Guerra", en vez de "SÍ a la Paz"; "NO a la Discriminación de la Mujer", en lugar de "SÍ a la Igualdad de la Mujer"; "NO a la Pena de Muerte" en lugar de "SÍ a la Abolición de la Pena de Muerte"; "No somos ..." en lugar de "Somos ...". ¿Qué es la Imagen mental? La imagen mental es una experiencia que se asemeja perceptiblemente a la experiencia de percibir cierto objeto, acontecimiento, o escena, pero que ocurre cuando el objeto, el acontecimiento, o la escena relevante no está realmente presentes a los sentidos. La naturaleza de estas experiencias, qué las hace posibles, y su función, han sido temas de la investigación y de controversia en la filosofía, psicología, ciencia cognoscitiva y, más recientemente, neurología. Contemporáneamente, los investigadores utilizan la expresión, imágenes mentales, como que pueden ocurrir en cualquiera de los sentidos, pudiendo experimentar las imágenes auditivas, las imágenes olfativas, y así sucesivamente. Cómo las imágenes mentales forman en el cerebro ¿Usted se ha preguntado porqué usted parece conseguir un cuadro mental de algo que sucede cuando está leyendo un libro? ¿O cuándo tiene quizá un sueño estando despierto? Estas imágenes aparecen como cuadros en su mente. Por ejemplo, cuando un músico oye una canción, puede a veces “ver” las notas de la canción en su cabeza. Esto se considera diferente de un efecto secundario, tal como una imagen diferida. Llamar una imagen en nuestras mentes puede ser un acto voluntario, así que puede ser caracterizado como estando bajo varios grados de control consciente. Según algunos biólogos, nuestras experiencias del mundo se almacenan como imágenes mentales. Estas imágenes mentales pueden entonces ser asociadas y comparadas con otras imágenes mentales, y se pueden utilizar sintetizando nuevas imágenes. Fragmento de "SER COMO EL RIO QUE FLUYE" de PAULO COELHO ELIGE LA MONTAÑA QUE DESEAS SUBIR. No te dejes llevar por los comentarios de otros, como "aquella es más bonita" o "ésta es más fácil". Vas a gastar mucha energía y mucho entusiasmo para lograr tu objetivo, por lo que eres el único responsable y debes estar seguro de lo que haces HAS DE SABER LLEGAR HASTA DELANTE DE ELLA. Muchas veces, se ve la montaña desde lejos; bella, interesante, llena de desafíos, pero, cuando intentamos aproximarnos, ¿Qué ocurre? Las carreteras la rodean, hay bosques entre tú y tu objetivo, lo que parece claro en el mapa es difícil en la vida real. Por tanto, prueba todos los caminos, los senderos, hasta que un día estés delante de la cima que pretendes alcanzar. APRENDE DE QUIEN YA CAMINO POR ALLI. Por más que te consideres único, siempre hay alguien que tuvo ese mismo sueño antes y acabó dejando marcas que pueden facilitar la caminata: lugares para colocar la cuerda, senderos, ramas rotas, para agilizar la marcha. La caminata es tuya y la responsabilidad también, pero no olvides que la experiencia ajena ayuda mucho. LOS PELIGROS, VISTOS DE CERCA, SON VENCIBLES. Cuando empieces a subir la montaña de tus sueños, presta atención a tu alrededor. Hay despeñaderos, claro. Hay grietas imperceptibles. Hay piedras tan pulidas por las tormentas, que se vuelven escurridizas como el hielo, pero, si sabes dónde colocar el pie, notarás las trampas y sabrás rodearlas. EL PAISAJE CAMBIA, ASÍ QUE APROVÉCHALO. Claro que es necesario tener un objetivo fijado: llegar a lo alto, pero, a medida que se va subiendo, se pueden ver más cosas y no cuesta nada parar de vez en cuando y disfrutar un poco del panorama circundante. A cada metro conquistado, puedes ver un poco más lejos: aprovéchalo para descubrir cosas que aún no habías advertido. RESPETA TU CUERPO. Solo consigue subir una montaña quien presta al cuerpo la atención que merece. Tienes todo el tiempo que la vida te da, por lo que debes caminar sin exigir lo que se te puede dar. Si andas demasiado deprisa, acabaras cansado y desistirás a la mitad. Si andas muy despacio, puede caer la noche y estarás perdido. Aprovecha el paisaje, disfruta del agua fresca de los manantiales y de las frutas que la naturaleza te da, generosa, pero sigue andando. RESPETA TU ALMA. No te repitas todo el tiempo: “voy a conseguirlo”. Tu alma ya lo sabe, lo que ésta necesita es usar la larga caminata para poder crecer, extenderse por el horizonte, alcanzar el cielo. Una obsesión no ayuda nada a la búsqueda de tu objetivo y acaba privándote del placer de la escalada, pero atención: tampoco te repitas “es más difícil de lo que pensaba”, porque eso te hará perder la fuerza interior PREPÁRATE PARA CAMINAR UN KILÓMETRO DE MÁS. El recorrido hasta la cima de la montaña es siempre mayor de lo que piensas. No te engañes, ha de llegar el momento en que lo que parecía cerca esté aún muy lejos, pero, como estás dispuesto a llegar lejos, eso no llega a ser un problema. ALEGRATE CUANDO LLEGUES A LA CUMBRE. Llora, da palmas, grita a los cuatro vientos que lo has conseguido, deja que el viento allí arriba (porque allí, en la cima, siempre sopla viento) purifique tu mente, refresque tus pies sudados y cansados, abra tus ojos, limpie el polvo de tu corazón. Qué bien: lo que antes era sólo un sueño, una visión distante, ahora es parte de tu vida, lo has conseguido. HAZ UNA PROMESA. Aprovecha que has descubierto una fuerza que ni siquiera conocías y dite que a partir de ahora la usaras durante el resto de tus días. De preferencia, promete también descubrir otra montaña y partir hacia una nueva aventura. CUENTA TU HISTORIA. Sí, cuenta tu historia. Da tu ejemplo. Di a todos que es posible y otras personas sentirán entonces el valor para afrontar sus propias montañas. Los médicos: su papel en nuestro proceso curativo del libro: "Amarse sin condiciones" de Louise L. Hay Los médicos pueden convertirse en parte predominante de nuestra vida si tenemos una enfermedad grave. La relación con ellos es muy importante en el proceso de curación. Hemos de tener muy claro que no estamos atados a las limitaciones y los lúgubres pronósticos de la medicina. No somos estadísticas. Cada uno de nosotros es una expresión única e individual. Estamos bajo la ley de nuestra conciencia, y no no bajo la ley de las autoridades médicas. Incluso es bastante probable que sepas más sobre tu enfermedad que tu médico. Después de todo, tú eres quien la tiene y sólo tú sabes exactamente los efectos que produce en tu cuerpo. Recomiendo que estudies todo lo que puedas encontrar sobre tu enfermedad. Necesitas estar bien informado, conocer todas las maneras de tratarla que existen. Tienes que formar un equipo sanador con tu médico. Recuerda que un médico es un asesor, un consejero, no una autoridad suprema. debe haber respeto por ambas partes. Necesitas a un médico que te escuche y que respete tus temores e interrogantes, que te explique los diversos tratamientos y sus ventajas, que te informe sobre los efectos secundarios de los medicamentos, y que busque alternativas. Necesitas a un médico que apoye tus nuevas opciones alimentarias y otras modalidades alternativas de curación. Si tu médico no cumple estos requisitos, busca a otro. El doctor Bob Brooks está totalmente de acuerdo en que el enfermo trabaje en colaboración con el médico. He aquí una breve descripción de su experiencia: "Vivimos en muchos dominios diferentes al mismo tiempo. Dos dominios muy claros son la realidad física y nuestra experiencia de la vida. Yo pienso que nuestras experiencias son el fruto de nuestra interpretación de las circunstancias." "El bienestar reside en nuestra manera de tomarnos la vida. El verdadero bienestar es una elección individual. Implica un cambio de posición, pasar de considerarse una víctima de las circunstancias a considerarse un creador de experiencias. Este cambio requiere de una enorme disposición para asumir la responsabilidad individual. Implica estar dispuesto a experimentar al propio yo considerándolo lo suficientemente poderoso para ser causa de las propias experiencias." "Muchas personas entienda la palabra culpa cuando se menciona la palabra responsabilidad. podemos negar la culpa, pero no podemos abdicar de nuestra responsabilidad. Somos responsables, al margen de que estemos demasiados confundidos para reconocerlo." "La medicina, como disciplina de la ciencia física, es impotente para crear un verdadero bienestar. La prevención o la erradicación de la enfermedad no equivalen necesariamente a bienestar." "Cualquier cosa que genere una sensación de bienestar favorece los procesos curativos que tienen lugar en el cuerpo. A continuación señalo algunos elementos que creo necesarios para crear lo que llamo atmósfera curativa: Intención. Es lo que se suele llamar voluntad de vivir. Sin ella, los enfermos no generan el tipo de comportamiento que favorece la supervivencia. Contacto humano y amor. Hemos olvidado el poder del simple contacto humano y del amor. Los psicólogos han comprobado los profundos efectos de la carencia y cariño en los bebes, y ha llamado a este trastorno, síndrome de privación materna. Todos necesitamos ser amados y acariciados. En general, nos comportamos como si se pudiera prescindir de estos requisitos básicos de la existencia humana. Ningún avance tecnológico podrá reemplazar jamás lo que es básico en nuestra naturaleza humana. Objetivo en la vida. La evitación de la muerte es una razón para vivir, y las razones para vivir jamás serán creadas por la ciencia ni por la tecnología. Las razones para vivir provienen de otros dominios distintos al de la ciencia; provienen de aquellos dominios profundamente íntimos que nos hacen especialmente humanos. Disposición a mirar dentro de nosotros. Es sorprendente lo que consideramos la autoridad externa en Occidente. Se nos ha enseñado a desconfiar de nuestra intuición y de nuestras experiencias humanas básicas. Sin embargo, la sabiduría de todos los tiempos ha alentado al hombre a mirar hacia adentro en busca de las respuestas a los interrogantes más difíciles de la vida. Creo que la trayectoria hacia la curación comienza con una mirada hacia adentro, hacia nosotros mismos, y con llegar a conocer nuestras propias verdades y nuestros poderes curativos. "Yo creo que la medicina moderna ha aportado enormes avances al bienestar del ser humano. No obstante, la profesión médica ha descuidado e ignorado lamentablemente una gran cantidad de esa humanidad necesaria y vital para nuestra supervivencia como individuos y como especie. Creo que ahora estamos entrando en una era de síntesis y cooperación. La medicina debe aprender a convivir con otras disciplinas que contribuyen al bienestar. A menos que los médicos se hagan más humildes y aprendan a respetar otros métodos de curación y de bienestar, continuaran perdiendo el respeto de aquellos mismos a los que se han comprometido a servir. Es el momento para un verdadero holismo. La ciencia sola ya no tiene sentido" Declaración de los Derechos del Enfermo por el Dr. Albert Lerner El doctor Albert Lerner ha formulado una Declaración de los Derechos del Enfermo, para demostrar que nosotr@s, como enfermos, somos responsables de nuestro bienestar. "Que el enfermo se haga cargo de su existencia implica todos los aspectos de su ser y todas las fases de su vida. La relación entre el médico y el paciente es fundamental". 1. Usted tiene la capacidad, con la información suficiente y el consejo de su médico, de decidir sobre su propio método de curación. 2. Usted tiene el derecho a formar una sociedad con su médico: Comprendiendo la importancia de que se le escuche con atención. Expresando claramente el propósito de su visita. Manifestando claramente otras necesidades distintas al problema inmediato. Por ejemplo: necesidades a largo plazo, como apoyo y consejo para mantenerse sano. Compartiendo con el médico su naturaleza emocional y explicándole la forma en que se las arregla con el estrés. Hágase las siguientes preguntas: ¿Reprimo o manifiesto los sentimientos de amor, rabia o tristeza?, ¿qué pasa con mis relaciones personales?, ¿cómo las afronto?. 3. Usted tiene derecho a saber lo que piensa y cómo es su médico: ¿Cuáles son sus ideas filosóficas sobre la curación? ¿Sabe dialogar? ¿Cómo reacciona ante la crítica positiva? ¿Se muestra a la defensiva, crítico y duro, o abierto y accesible? Cuando va a visitarlo, ¿siente usted que le mete prisas, que lo desanima, que lo rebaja? 4. Desmitifique la medicina. Usted tiene derecho a conocer: Cómo se llega al diagnóstico Cuáles fueron los resultados de los análisis y qué significan Qué otras cosas se descubrieron El plan de tratamiento. Asegúrese de que sea el menos agresivo Los efectos secundarios, si los hay, referentes a todo tipo de medicamentos. 5. Finalmente, esté dispuestos a expresar sus inquietudes. No se intimide. Hay muchos médicos maravillosos, que se preocupan y apoyan, que se informan y son ambles, que están interesados en el bienestar, que son abiertos y receptivos a muchas formas de cuaración. Tú los puedes encontrar, especialmente si te amas. Hay un número cada vez mayor de médicos que se dan cuenta que el enfermo tiene mucho que ver en la aparición y la curación de una enfermedad. Éstos están dispuestos a superar las limitaciones de la práctica médica estándar y a incluir al enfermo en el proceso de curación. Estos médicos creen en el trabajo en equipo. Con la tecnología de Traductor de Google "CUANDO EL CUERPO GRITA ... LO QUE LA BOCA CALLA". “La enfermedad es un conflicto entre la personalidad y el alma”. Bach. Muchas veces… El resfrío “chorrea” cuando el cuerpo no llora. El dolor de garganta “tapona” cuando no es posible comunicar las aflicciones. El estómago arde cuando las rabias no consiguen salir. La diabetes invade cuando la soledad duele. El cuerpo engorda cuando la insatisfacción aprieta. El dolor de cabeza deprime cuando las dudas aumentan. El corazón afloja cuando el sentido de la vida parece terminar. La alergia aparece cuando el perfeccionismo está intolerable. Las uñas se quiebran cuando las defensas están amenazadas. El pecho aprieta cuando el orgullo esclaviza. La presión sube cuando el miedo aprisiona. Las neurosis paralizan cuando el niño interior tiraniza. La fiebre calienta cuando las defensas explotan las fronteras de la inmunidad. ¿Y tus dolores callados? ¿Cómo hablan en tu cuerpo? Elige alguien que te pueda ayudar a organizar las ideas, armonizar las sensaciones y recuperar la alegría. Todos precisan saludablemente de un oyente interesado. Pero todo depende, principalmente, de nuestro esfuerzo personal para hacer que sucedan mudanzas en nuestra vida. (Autor desconocido)
Posted on: Fri, 27 Sep 2013 00:58:38 +0000

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