sugerida Escraches a los centros antirrábicos “A comienzos de abril de 1998, un llamado anónimo alertó sobre una gran matanza de animales que se realizaría en el Instituto Pasteur. La gestión de Fernando De la Rúa como jefe de gobierno de Buenos Aires no había representado ningún cambio en la política porteña para con los animales. Por eso, cuando el Grupo Sensibilidad fue alertado sobre la matanza que se produciría, desechó de plano la idea de advertir a las autoridades y convocó, en cambio, a la prensa. Aunque no sabían si la denuncia era cierta, protectores y periodistas se dirigieron en la madrugada del lunes 6 de abril hacia el Instituto Pasteur donde por unos minutos encontrarían abierto el portón de acceso para vehículos. El portón no ofreció resistencia y cuando ingresaron, sorprendieron a los empleados municipales en plena matanza. Algunos proteccionistas corrieron hacia la morgue donde encontraron cadáveres ‘todavía calientes, porque los acababan de matar’, según aseguró un testigo. Norberto Casais, que era de la partida, vio a un empleado ahorcando a un perro doberman. El espectáculo exacerbó el ánimo de los proteccionistas y también el de los vecinos que después de ver las imágenes que la TV emitía en vivo comenzaron a concentrase indignados frente a Díaz Vélez 4821. Una anciana, que llegó con una poderosa llave inglesa, se abrió paso para liberar a los animales. Un joven aprovechó la confusión para entrar al edificio y emprenderla a patadas contra un jaulón. Una mujer desenvainó un cuchillo y lo clavó en la puerta principal mientras elevaba sus plegarias para que Dios terminara de una vez con esas iniquidades y, si era posible, con la carrera de Roberto Traba, el director del Pasteur. −Hicimos la denuncia y llegó la Policía para retirar a esta gente... ¡Lo que no entiendo es por qué no quedaron detenidos! −exclamó enfurecido Roberto Traba. −Es que recibimos dos denuncias −justificó una fuente policial–, una, por invasión de la propiedad privada [sic] y desmanes y otra por matanza de animales. Traba intentó explicar los cadáveres que exhibía la TV: ‘Son muy pocos los animales que se matan: aquellos que tienen alguna enfermedad terminal, los agresivos y los que no son adoptados por nadie’”. * (Los Perritos Bandidos, la protección de los animales de la Ley Sarmiento a la Ley Perón. Buenos Aires: Catálogos, pp. 353-354) Les dejo imágenes de este y otros escraches a centros antirrábicos del conurbano bonaerense realizados en la década de 1990. Participan miembros de asociaciones protectoras y proteccionistas independientes. Se pueden ver las cámaras de gas para matar animales donadas a los antirrábicos por algunas protectoras de animales. La compilación, de lujo, es de las chicas de la AACMSAZ, Alte. Brown.
Posted on: Sun, 25 Aug 2013 03:25:05 +0000