–¿Junior? Hola, buenos días, soy Sole. Mira, es que tenemos un pequeño problemilla, y necesitamos que te pases por la mansión Pelochos. – No puedo, estoy en la isla de Belma, pasando unos buenos momentos de solaz esparcimiento con el señor Publicidad. –Precisamente de eso se trataba. Tenemos que presentar una idea nueva a las once y media, y son ya las diez. – No sé, no sé, lo veo un poco justo. ¿Tú cómo lo ves, Nano? – inquirió Junior Gorge al señor Publicidad, que alegre pacía observando una oruga mientras deglutía un delicioso croasán de caracoles con tomate. – Este trabajo –advirtió Sole– va a estar muy bien remunerado. Podéis tocar a más de veinte euros por cabeza. Claro que si no te interesa, puedo hablar con... – No, qué va, qué va; yo creo que se puede hacer. Sería un nuevo reto para mi cabeza. Ahora te llamo. Tan solo trece minutos después... -Qué tal, Sole. Ya lo tenemos. El concepto me dice que ahora mismo lo que mejor resultado está dando a nivel internacional es el turismo espiritual. Nada de piernas sueltas en trikini de lunares ni cosas de esas, qué va; sería más bien una campaña para promocionar el juanete incorrupto del apóstol Jesualdo. Lo más importante es el tag. Dice así, atenta: " No Cal, Pi Ti". Es fresco,contundente y suena bien en casi todos los idiomas, excepto el sánscrito, que presenta un vocablo similar para referirse a la merluza empanada, animal sagrado para esta cultura milenaria. No obstante, si somos capaces de lograr que este mensaje impregne lo más hondo del subconsciente colectivo, mi nombre volverá a corearse por la calle de Correos. Bueno, adiós, hable con mi secretaria para los emolumentos. Y no me moleste más, porfavore.
Posted on: Wed, 07 Aug 2013 13:21:37 +0000
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