-Oye, oye, despierta...Juegas beisbol…?...eran las 7 de la mañana del 8 de enero de 1969 y había llegado a la ciudad de México a las 5 de ese día después de 36 horas de viaje desde Obregon en un norte de Sonora de segunda…Si juego, le dije…porque?...pues levántate para ir a jugar…y tu quien eres, le pregunto…el Tapir, me contesta, asi me dicen, me llamo Eulogio…bueno… mejor Tapir…Eulogio Espinoza era en ese entonces compañero de apartamento y de facultad de Luis Cornejo en Economía del Politécnico…me levanté rápidamente y saqué mi uniforme de beisbolista que llevaba de Villa Juárez y mi guante…tres días antes, el domingo, había jugado mi último partido en la liga Interejidal contra el Tobarito donde, como se me va a olvidar, pegue doble, sencillo y jonrón, no es cierto, me poncharon tres veces…Otra vida, otros amigos, otros campos, jugábamos en los campos deportivos del Politécnico Nacional con el equipo PM…Productos de Maíz que fabrican la miel karo…Un par de meses antes, en octubre, había estado escuchando con el Chuchi en su casa, la serie mundial de beisbol entre Cardenales de San Luis y el gigante de picheo Bob Gibson con 22 ganados en temporada regular y verdugo de Yanquis en 64 y Media Rojas en 67, contra los poderosos Tigres de Detroit que llegaban a la serie cada 20 años…pero esta vez, tenían en Denis McLain un ganador de 31 juegos…y un as bajo la manga llamado Mike Lolich…Serie emocionante que nos mantuvo encerrados durante 10 días en los que nomas íbamos a entrenar y desesperados nos devolvíamos a escuchar la cabalgata deportiva Gillette de Bob Canel y el mago Septiem en el viejo radio Philco del Chuchi que en lo mejor del partido siempre había interferencias… pero las mejores interferencias eran cuando la Hilda nos servía una torta de carne deshebrada con salsa negra que era una delicia, con una coca cola bien fría…por fin se acabo la serie mundial con espectacular triunfo de tigres de Al Kaline bateando y Mike Lolich pichando en siete emocionantes juegos…vámonos, a trabajar…bueno, asi decía el Chuchi cuando iba al cine…y a seguir jugando beisbol…acababa de iniciar la liga Interejidal y la invernal Son-Sin…Fernando Valenzuela de 7 años, andaba con nosotros junto a su hermano el Pai y en Navojoa tenia poco que acabábamos de ver el debut de Paquin Estrada con los Mayos en el viejo parque Revolución sin césped…en Villa Juárez jugábamos en un campo adaptado en la Escuela del Estado del Profe Ibarra enfrente de la casa de Tío Sabas donde el reto para el Toño Cornejo, el José Luis Camarena, el Pancho Villalobos, era ponerla en el techo de la casa nueva del Tío…pocos lo lograron aunque muchos lo intentaron…Por cierto que un día, cuando mi papá le estaba terminando la casa nueva a tío Sabas, andando en la azotea junto con el albañil, vio venir a tía Chepa caminando lentamente y le dice recio a Chencho Cartagena…casa nueva… vieja nueva..no Chencho?...escucho la tía Chepa y en algunos años no la convenció tio Sabas de que se cambiara a la casa nueva…después, poco falto pa que lo corriera pero…esa es otra historia…ese año, también fue el último que me toco estar y participar con el Chuchi en el cine y jugar carambola con Luisito Fragoso y Pablito Tovar en las mesas del billar El Retiro…El Nestorón andaba perdido y mi amigo y sallo, Balta Padilla ya se había ido del pueblo y no volví a verlo ni en el cine. El cine Regis, por supuesto.
Posted on: Sun, 06 Oct 2013 00:23:16 +0000
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