A orillas del lago Es el Señor Jesús. Se encuentra a orillas - TopicsExpress



          

A orillas del lago Es el Señor Jesús. Se encuentra a orillas del lago de Genesaret al despuntar el alba. Se ven los primeros rayos del sol, hay una brisa suave y muy fresca, casi fría, de esa que acaricia tu cara dándote la impresión de estar frente a un aire acondicionado. Sus pies son mojados por el agua fría del lago, causándole una sensación agradable. Esta hablándoles a las personas y poco a poco hay tantas que se amontonan a su alrededor. A cierta distancia ve a unos pescadores que limpian sus redes. Habían trabajado toda la madrugada, pero con muy mala fortuna pues no habían atrapado nada. Estaban muy cansados, frustrados y de mal humor. El Señor les pide un favor: que le permitieran usar una de sus barcas para él hablarles a las personas desde ahí ya que lo estaban dejando sin espacio. Acceden a su petición y entran unos cuantos metros en el agua. El Señor continúa su enseñanza de la palabra de Dios por un buen rato y la gente le escucha con gran atención. Al terminar y despedir a la gente, le dice al pescador que se encuentra en la barca que bogue mar adentro y que eche la red. Este pescador, Pedro, quien todavía no era un discípulo, le da una mirada de incredulidad y le dice: “Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado…”. Desde el punto de vista de la lógica lo que el Señor le pedía a este hombre no tenia sentido. Pedro y sus compañeros eran pescadores de profesión. Su vida había transcurrido a orillas de ese lago. Si había alguien que conocía el lugar era él. El sabía que la mejor hora para pescar era en la madrugada, que a esta hora no se iba a pescar nada, que habían echado la noche completa en eso, que ese día no estaban picando los peces. Y además, ¿qué podría saber un predicador sobre la pesca? La parte final de la frase dicha por Pedro refleja la lucha de pensamiento que había en su interior: “…mas en tu palabra echaré la red”. Fue un acto de fe o de cortesía, no sabemos con certeza. Quizás una mezcla de ambas; o no quería ponerse a discutir con un maestro. Tal vez estaba cansado, deseoso de terminar e irse a su casa y dormir algo. Lo que le estaban pidiendo no era de lógica según su conocimiento como pescador y su experiencia como tal, pero lo hizo ¿Resultado? “Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía. Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían” (Lucas 5:6-7). Puede que estés frustrado con alguna situación, con algo que estés experimentando, con una persona, una enfermedad y hayas intentado todo según el sentido común y la lógica sin obtener los resultados esperados al igual que estos pescadores. A pesar de todo eso, el Señor te dice que “eches la red”, que tomes una decisión de fe, que obedezcas en medio de este proceso, situación, enfermedad o lo que sea que estés experimentando. Cuando llegue el tiempo de Dios, cuando hayas pasado por lo que Dios ha determinado y, sobre todo, si has obedecido su palabra, Dios visitará tu vida para bendecirte, para restaurarte, para sanar, para lo que necesites. Juan Carlos Comprés
Posted on: Tue, 06 Aug 2013 13:52:14 +0000

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