A sus casi 60 años, Vandana Shiva es uno de los principales referentes del ecofeminismo. En su infancia aprendió de la naturaleza. Más tarde, creó una fundación para comprometer a las mujeres con la ecología. Ganó el premio Nobel alternativo. Ella es una Abrazaárboles, como las llama la psicóloga junguiana Jean Shinoda Bolen Quizá la sensibilidad femenina, unida al amor por la naturaleza que le inculcaron desde su familia, hicieron que Vandana Shiva se haya convertido en una de las principales voces del activismo a favor del cuidado del planeta. Su figura está asociada al ecofeminismo. Nació el 5 de noviembre de 1952 en India, más concretamente en Dehradun, Uttaranchal, zona que formó parte del estado de Uttar Pradesh. El hecho de que su padre fuera guardabosques y su madre granjera, le permitió crecer en medio de la naturaleza y normalizar el amor por la tierra y la importancia del cuidado del planeta en el que vivimos. Con menos de 20 años, en la década del 70, Vandana se unió al denominado movimiento Chipko, conformado, en su gran mayoría, por mujeres que desarrollaban acciones para denunciar crímenes ecológicos. Como las demás integrantes, la joven activista se abrazaba a los árboles para impedir que los talaran, como parte de un progreso basado en la deforestación salvaje. Una acción que a la que actualmente muchos activistas recurren, y que es llamada por la psicóloga junguiana Jean Shinoda Bolen, como “abrazaárboles”. Cuenta entre sus títulos con una maestría en Filosofía de la ciencia, así como un Doctorado en Filosofía. Su trabajo como investigadora lo enfocó a la política ambiental, además de la ciencia y la tecnología. Algunas de sus frases públicas dan cuenta de la importancia que esta mujer le da al cuidado medioambiental. “El agua no es algo que se pueda comprar y vender, no tiene precio y por eso no debemos meterla en las redes del mercado. Debemos construir una Democracia del Agua”, sostuvo Shiva. En 1982 creó la Fundación para la Investigación Científica, Tecnológica y Ecológica, para incentivar a las mujeres a comprometerse con la ecología. Su activismo le permitió ganar en 1993 el Premio al Sustento Bien Ganado o Nobel Alternativo.
Posted on: Mon, 22 Jul 2013 00:57:10 +0000
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