ANIMAS INFANTILES EN SAN ISIDRO. Los panteones de Azcapotzalco, - TopicsExpress



          

ANIMAS INFANTILES EN SAN ISIDRO. Los panteones de Azcapotzalco, guardan misteriosos secretos, enigmáticas historias y sorprendentes relatos. Los espacios del camposanto son míticos lugares en los que pueden conjuntarse fuerzas, manifestaciones y energías; unos dicen que son malas, otros cuentan que son buenas, lo cierto es que para algunos las experiencias no han sido gratas. En el caso del panteón de San Isidro, de la delegación Azcapotzalco, las narraciones que se cuentan son plenamente conocidas. Los muros y corredores, las tumbas y sepulcros, proyectan y arrojan su fuerza sobrenatural para sorprender por las noches a propios y extraños. Cuentan varios vecinos que en el velatorio de San Isidro suceden eventos extraordinarios. Dicen, con toda seriedad, que han visto a una niña, aproximadamente de seis años. Una pequeña hermosa, de piel clara y de pelo lacio, que viste un vestido blanco. A la pequeña le gusta jugar, corre alegremente, ríe sin cesar, los ruidos que ella hace todos los pueden escuchar. Como si fuera de día, como si estuviera aún viva, esta niña se aparece en un pequeño pasillo, este espacio se ubica exactamente entre los nichos y los hornos crematorios. Los sepultureros lo han visto, es una historia muy conocida. Hace algunos años, falleció el pequeño David. La muerte del infante trajo una tristeza profunda a su madre, la ausencia del pequeños, sus risas y sus juegos, era una pena que agobiaba a la señora. La madre del pequeño no podía soportar la ausencia de su hijo, por esta razón humana todos los días visitaba el panteón, no comía, no dormía, solamente sollozaba, llamando por su nombre al pequeño que partió. Cuando el niño se aparece, ruega e implora a la gente para que le digan a su madre que lo deje descansar. Es entendible el sufrimiento, del niño y de la madre, lo importantes, según dicen, es dejar que descanse el alma de David. De lo contrario, seguirá pidiendo a todo mundo !que lo dejen descansar¡ Por fuera del panteón, pero cerca de su barda, en la avenida Manuel Salazar, se parece una pequeña de nombre Nany. El ánima de la niña, desconcierta a los conductores, no saben si es real o es aparición, lo único que sienten es un miedo estremecedor. La pequeña de ochos años de edad, ha sido la causa fatal de varios accidentes. No se sorprendan si en el velatorio, en las sepulturas o en la avenida se encuentran con estos pequeños, son las ánimas infantiles que buscan descansar pero no encuentran el camino. ERNESTO BARBA MÉNDEZ
Posted on: Wed, 23 Oct 2013 04:28:08 +0000

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