"Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos. Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra." Lucas 11:1-2 Gracias a que hubo un discípulo con iniciativa, fue Jesús enseñó lo que hoy conocemos como el Padre Nuestro. Tuvo que existir en Él un antojo por orar, una fuerte atracción al ver a Jesús orando para que él pidiera que se le enseñara cómo hacerlo. Esto provocó que éste discípulo pidiera el ser enseñado a orar y gracias a eso hoy tenemos una "oración modelo" para tomar como referencia, enseñada por el mismísimo Jesús, Hijo de Dios. ¿Se te antoja orar? ¿Sientes ese mismo anhelo ardiente por aprender a orar que motivó a aquel discípulo hace veinte siglos a pedirle a su maestro que le explicara cómo? Espero que sea así. Si observas la oración encontrarás que antes de las peticiones, se encuentran los elogios para Dios. Que antes que todo lo demás, está primero el buscar Su reino. Que antes de si quiera sugerir un beneficio personal, se establece como prioridad la voluntad de Dios y no la nuestra. ¿Qué más necesitas para empezar a hacer la oración un hábito en tu vida? ¡Atrévete a despertar! Comienza hoy mismo. Únete.
Posted on: Wed, 25 Sep 2013 23:51:13 +0000
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