Ajeno al acontecer de los tiempos, la vida siempre nos pone a prueba... todos los días hay nuevas sensaciones, a mi al menos, todos los días me aparecen nuevas sensaciones... esta mañana, por ejemplo, cuando me reincorporé a la vida nuevamente, después de un reparador descanso nocturno, me invadió una extraña sensación... esa sensación dificultó de manera excesiva la facilidad con la que me levantaba cada mañana, con esa energía casi inmaculada e inconsciente con la que me saltaba de la cama al piso de mi habitación para desplazarme raudamente al baño a realizar el necesario aseo de inicio del día... El dolor en el sector inferior derecho de la espalda era casi inaguantable... me pregunté: ¿qué será?... busqué miles de razones que lo pudieran justificar... analicé todos los pasos del día anterior... revisé la cama en busca de algún elemento que lo pudiere haber provocado y nada había que así lo hiciera... estuve mucho rato sentado en el borde de mi cama con las manos puestas sobre mi cara soportando un dolor casi incontrolable, nuevo para mi, que no me permitía ponerme de pie... Llevaba así mucho rato, alrededor de veinticinco minutos y de pronto recordé algo que esta sucediendo en mi vida que sin duda es el factor causal de esta patología que aun desconozco, pero que se ha instalado en mi vida desde hace un tiempo a esta parte... recordé que se trata de una persona de 54 años que ha tenido una vida intensa, muy trabajador... amante de sueños muy cortos pero intensos, que se despierta y se levanta todos los días muy temprano y que en general vive un día inmensamente agitado y en estos últimos tiempos de quehacer agitado y de largos desplazamientos diarios en busca de oportunidades que esta sociedad a nuestra edad nos empieza a restringir, precisamente por la aparición de estos dolores y otras patologías que nos van mermando nuestras capacidades... Sin embargo tengo mi cabeza despejada, fue entonces cuando intenté un remedio casero, ese tipo de remedios que nos pertenece a todos, que está enquistado dentro de todos nosotros, LA ACTITUD... me di cuenta que dosificar un poco de actitud a diario, mejora los males... y entonces ¿qué hice?... cambiar de actitud y junto con mi cambio de actitud, mi vida cambió... Hoy vivo feliz viendo cómo mi actitud cambia del mismo modo como cambiaba mi cuerpo cuando era adolescente... en esos años veía que mi cuerpo se fortificaba, que mientras más le exigía, mi cuerpo siempre me respondía... esa energía hoy la encontré en la voluntad, la disposición, la actitud frente a la vida, a ser una persona optimista, llena de energía interna... descubrí que existe un motor en mi interior el que en mis tiempos mozos se alimentaba de músculos, proteínas, carbohidratos, azúcar, grasas y otras pomadas... a ese motor hoy solo le hace falta la VOLUNTAD, el deseo de ser y de hacer... la disposición... la decisión... y por sobre todas las cosas, haber tomado consciencia de ¿quién soy? y ¿cuál es el tiempo en que estoy viviendo y en que mi vida se desenvuelve?... hoy es mucho más importante la madurez que la resistencia, la cordura que el entusiasmo, el silencio que mil palabras... mascar lentamente la vida para que mi cuerpo la digiera de manera armónica y no tragar fantasías que antes solo me hacían soñar... hoy me dedico a vivir, con más calma, con mucha más lentitud, hasta los bostezos me cansan, sin embargo la sabiduría me ha transformado en un hombre feliz... y esa felicidad la atesoro todos los días de mi vida, a pesar de no poder incorporarme al mundo esa mañana de dolor intenso... me dolió el cuerpo y mi mente me lo hizo sentir... pero no me dolió el alma y ella se encargó de recuperarme... Así vivo hoy, cada día con un firme propósito... vivir a propósito y con una firme convicción... ser feliz...
Posted on: Thu, 08 Aug 2013 22:32:41 +0000
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