Alguna parte de mi mente decía que debía ir a Volterra, me - TopicsExpress



          

Alguna parte de mi mente decía que debía ir a Volterra, me estremecí un poco, casi toda mi infancia la había vivido allí, recordaba perfectamente cuando jugaba cerca de la Torre del Reloj, pero... nunca imaginé que allí dentro vivían los“cara pálidas”o“vampiros”cualquier termino era el mismo para describirlos, parte de mi alma se me iba al pensarlo en que en cualquier momento podrían haberme convertido en su cena, Collin, mi novio, un licántropo, me había contado sobre ellos pero simplemente indicios, yo terminé de resolverlo, y desenmascarar a Los Cullen, una familia muy peculiar y extraña. No los culpaba de su palidez extrema, yo también lo era, muy blanca, pero era por rasgos de familia, quizás. Familia a la cual abandoné, y me fui a vivir a Estados Unidos. El viaje en avión fue largo y algo tedioso, simplemente quedé todo el vuelo escuchando música y organizando mis ideas. Mi novio había ido a Canadá con toda su manada, por decirle así, en lo que tenía de salir con él nunca lo había visto convertirse en un Lobo gigantesco, pero a los demás chicos si, debía ser por miedo a herirme, de pequeña los lobos y Vampiros eran solo cuentos cosas del pasado pero siempre había vivido en un mundo paralelo, creía en todo eso, era la loca, como me decían algunas amigas y amigos, ya que creía en leyendas y criaturas mitológicas, pero algo bueno había sacado de esto, conocí a mis dos criaturas mitológicas favoritas. ¿ Qué faltaba? Acaso ¿conocer sirenas? Reí un poco de mi misma. Alquilé un pequeño auto moderno, ya que traer mi Audi desde Estados Unidos hasta acá saldría carísimo y no contaba con el crédito suficiente. Mientras conducía a Volterra, tratando de no perderme en las calles de Florencia. Ya que no confiaba en el GPS y por los años que llevaba de no volver a ese lugar no lo recordaba muy bien. Un gran suspiro de alivio se me escapó, al ver las paredes de piedra de Volterra, siempre había creído que era un gigantesco castillo en el centro de un paradisiaco lugar. Al llegar frente a la Torre del reloj, vi la puerta de allí semi’abierta, miré curiosa desde el auto y lo estacioné cerca a la fuente que estaba frente a la gran estructura, en el asiento del copiloto estaba mi bolso, y en el maletero del auto mi única y pequeña maleta, solo me quedaría 1 semana, pero acostumbraba a viajar con muy pocas cosas y comprar ropa al lugar que fuese. Me aseguré que dentro de mi bolso estuviese lo necesario e incluso mi pequeña calibre 9mm, nunca logré librarme de ella, se volvió muy común usarla más para el gran trauma que tenía de cuando era niña e intentaron acabar con mi vida, un criminal. Tenía permiso de portarla, pero desde la primera vez que la compré usaba el mismo cartucho. Bajé del auto y me acerqué allí con la correa de mi bolso al hombro. Pesaba un poco, me acerqué allí y me aseguré que no estuviese nadie observando desde afuera. Donde di la vuelta distraída para mirar golpeé con alguien más alto que yo, pálido y con su piel casi traslúcida, sus ojos eran carmesí y su cuerpo estaba helado y duro como mármol. Sus ropas eran negras, pantalón, camisa y zapatillas pero tenía un tipo de capa negra con capucha y un colgante con una “V”. Abrí mis ojos como platos y tragué fuerte, sentía como el corazón palpitaba tan rápido que parecía que fuese a salir de mi pecho. —Disculpe Señor, me perdí— Mi única alternativa era mentir.
Posted on: Fri, 21 Jun 2013 21:29:08 +0000

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