Aquí queda el capítulo de - TopicsExpress



          

Aquí queda el capítulo de hoy _________________________________ 17 de mayo Estoy dudando entre irme al desierto a meditar, que por lo visto es lo mismo que pensar, o ir a la iglesia a debatir, que es lo mismo que discutir, con el cura. No sé que es lo que espera Dios de mi, y de momento aun no mandó ni señal ni aviso ni nada de nada, así que no sé muy bien que debo hacer. Porque se supone que debería empezar ya mi tarea, que la humanidad no se va a salvar sola y creo que vamos con retraso. Necesitan de mis milagros para salvarse. ¿Es que Dios se ha quedado dormido? Tal vez podría ir a la iglesia a hablar con el. Según el cura es allí donde se habla con Dios porque es su casa y está allí, pero entonces no puede estar dormido, porque la escandalera que le montan cada día no es para dormirse. ¡si hasta le tocan el piano para cantar a grito pelado! Por otra parte, el cura también dice que Dios está en todas partes, pero por mucho que miro por todos lados yo no lo veo, aunque tampoco sé que pinta tiene. Hay que ver que bien se esconde el jodido. ¿Que hago? Decidido, esperaré un tiempo a ver si aparece la señal y las instrucciones para empezar con mi tarea, mientras tanto practicaré por mi cuenta. Lo de andar sobre las aguas lo llevo bastante bien, aunque tendré que practicar más para no encharcar los zapatos, que si no en casa me caerá una buena. Lo de multiplicar la comida no lo tengo yo tan claro. Es verdad que acabé con dos pedazos de pan, pero para mi que eran más pequeños que el primero y mi madre no me dejó seguir con el experimento. Aun me duele la oreja. Debería mirar como va lo de resucitar a los muertos, pero no me atrevo a ir al cementerio yo solo, es un lugar que me da miedo; y decirle a Mamá o al Oso que me acompañen aún me da más miedo, conociéndolos como los conozco creo que es posible que me caiga otra. Estoy en el campo que hay detrás de casa, sentado bajo el manzano que apenas da manzanas, el pobre es muy raquítico, paseando la vista a mi alrededor veo un caracol que no se mueve, está escondido dentro de su concha. Lo toco con un palo pero no se mueve, igual está dormido así que lo cojo en mi mano y le doy la vuelta decidido a despertarlo. Pero no está, se ve que ha muerto. Es mi oportunidad de practicar sin necesidad de ir al cementerio, digo yo que tanto valdrá una persona como un bicho. Además, si sale mal, mejor que sea con un bicho. Vuelvo a dejar cuidadosamente el caracol en el suelo delante de mi, como si viniese a mi encuentro. ¿Que hago? Lo toco delicadamente con la punta del dedo durante un segundo, nada. Un segundo, la otra vez cuando resucité a Lázaro, le dije “Lázaro, levántate y anda”. Pues ya está, esa es la fórmula. ¿como se llamará este caracol? ¿los caracoles tienen nombre? -Caracol, ¡levántate y anda!- ni se ha movido. Claro, los caracoles no se levantan, no tienen piernas, simplemente se arrastran. -Caracol, ¡arrástrate y anda!- ni caso -Coño caracol, pon algo de tu parte que no voy a hacerlo yo todo, que aún estoy aprendiendo- A ver si estoy haciendo algo mal y no sé el que. Tal vez para los animales la fórmula sea otra. O igual sin el nombre no funciona. Debe ser eso, al no decir el nombre no sabe que la cosa va con el, tanto podría ser por el caracol como por otro bicho que ande por ahí. Me llama mi madre para merendar, una rebanada de pan untada con nata y un poco de azúcar por encima, como casi siempre. -Oye mamá, los caracoles ¿tienen nombre?- -¿Que? Los caracoles se llaman caracoles- me mira extrañada frunciendo el ceño. -¿Pero todos?- -¿Como que todos?- el ceño más fruncido aun y los ojos más abiertos. -Claro, ¿se llaman todos caracol o tienen nombre como las personas?- -Pero tu estás tonto o que te pasa?, los caracoles son caracoles y punto- -A ver, las personas somos personas todos, pero cada uno tiene su nombre, yo soy Jesús, tu eres Maruja, el Oso, perdón, papá es Pepe, ¿y los caracoles?- -Los animales no tienen nombre, son simplemente animales, sin nombre- Ha preferido ignorar mi lapsus con respecto al Oso. -Ya, pero el señor Genaro a sus vacas las llama por su nombre: Rubia, Morena, Gallarda, Garbosa, Morita, y eso que son todas vacas, pero tienen nombre ¿los caracoles no?- -Hay que ver que perra has cogido tu con los dichosos caracoles. Pues no, los caracoles no tienen nombre, son caracoles y nada más- el tono indica que la discusión se ha acabado. Mi madre vuelve a su tarea mirándome de reojo, como si dudase de mis facultades mentales, de vez en cuando menea la cabeza. Entonces lo de resucitar a los muertos no va a valer para los caracoles, al no tener nombre no pueden saber que lo de levantarse va por ellos. A ver como practico, igual puedo esperar a que se muera una vaca del señor Genaro, si la resucito el hombre estará muy agradecido y me dejará montar en el caballo siempre que quiera. El Oso ha llegado a casa con la cara de diario, la de pocos amigos y ojos ligeramente brillantes, como de costumbre viene soltando su tufo a humo y aguardiente. Mamá se acerca para saludarlo y el suelta su gruñido de oso de costumbre. -¿Que? ¿Que ha hecho este esta vez?- me señala con el mentón. -Hoy no ha hecho ninguna, que yo sepa. Pero aún estamos a tiempo- Ya estamos poniendo la tirita antes que la herida, que poca confianza. -Sólo me ha preguntado tonterías sobre los nombres de los caracoles. Y por cierto, según el tu eres un oso- ¡Chivata! Le faltó tiempo para largárselo. -Eso es porque me ve grande y fuerte como un oso- Por una vez el Oso sonríe satisfecho. -O porque te ve lleno de pelo y con mal humor- La sonrisa acaba de desaparecer. -A ver tu, ¿a que viene eso de oso?- mirada de desconfianza. -Por nada papá, por lo que tu decías- a ver si cuela. El Oso recupera la sonrisa pero me mira desconfiado. -¿Lo ves? Es porque soy grande y fuerte- Y un poco corto, pero eso no me atrevo a decírselo. Me siento mal por haberle mentido, pero aliviado porque esta vez he conseguido esquivar el castigo. Se estaba rifando una bofetada y como de costumbre llevaba todos los números. Con este tío hay que ser muy cuidadoso, tiene la zarpa muy suelta. Y mi madre también podía cerrar la boca de vez en cuando, que está más guapa y esta vez he librado por los pelos. Pasado el peligro mi madre pone la mesa y nos disponemos a cenar. Ha sobrado media tortilla de patatas de mediodía y mi madre ha decidido complementarla con una ensalada de lechuga, para beber, un vaso de vino para mi madre, dos para el Oso, o tres, ya se verá y un vaso de leche para mi. La vista de la leche me recuerda una cosa. -Y las vacas, ¿para ponerles nombre hay que bautizarlas como a las personas?- ¡ZAASSS! -¡Pasa para cama castigado sin cenar! ¡Animal, ¿se puede saber de donde sacas esas ideas? ¡aún acabaremos teniendo un follón con el cura por tu culpa!- Vaya zarpazo me acaba de caer, ya me extrañaba a mi que el día acabase tan tranquilo. 19 de mayo Sigo dándole vueltas al tema de la resurrección. Bueno, a ese y al resto de los milagros, que aunque los haya conseguido, aun no están dominados al cien por cien. Tengo que buscar donde seguir practicando sin interferencias de extraños, pero no se me ocurre nada. Tal vez sea que no puedo empezar a hacer milagros aún. Por lo visto, el Otro Jesús antes de empezar con sus milagros se fue al desierto a pasar hambre y pensar, supongo que tenía que pensar por donde iba a empezar, a ordenar un poco su estrategia porque tenía mucho trabajo por delante. Pues entonces será cosa de hacer eso, irme de casa en busca de un desierto donde meditar, y tropezar con el diablo para que me tiente. Y sé que no debo hacerle caso, a todo cuanto me ofrezca debo decir que no. Lo malo es que yo no conozco ningún desierto, ni siquiera sé hacia que lado debo ir ni si está muy lejos. ¿como podré enterarme? ¡Ya lo sé! En la escuela la Arpía tiene un mapa de España muy grande, que no sé para que lo quiere, nunca nos enseña nada de el, pero uno de los niños mayores un día nos mostró un puntito muy pequeño arriba del todo y dijo que allí estaba nuestro pueblo. Entonces ahora lo que hay que hacer es buscar el desierto en el mapa y seguir esa dirección, no parece difícil, porque también nos explicó que el sol sale por la derecha y sabiendo eso ya veremos para que lado hay que tirar. En la hora del recreo me he hecho el remolón con la excusa de recoger mis cosas y he conseguido quedarme solo en la clase. Después de asegurarme que no hay nadie vigilando me acerco al mapa de la pared y busco el pueblo donde nos lo mostró el niño mayor, ¡localizado! Ahora empieza lo más difícil, buscar el desierto ¿habrá más de uno? ¿Como es un desierto? Estoy tan concentrado en la tarea que no advierto la presencia que se acerca sigilosamente por mi espalda hasta que es demasiado tarde. -¿Que haces tu aquí?- ¡Mierda! Me ha pillado la Arpía -Estaba mirando el mapa- -Y para que, si puede saberse- a ti que te importa so bruja, me digo para mis adentros. -Estaba buscando el pueblo y el desierto- Pongámonos en guardia que a esta le vale cualquier contestación para largar un reglazo. -En España no hay desiertos, eso es en Africa- Parece sorprendida de mi afan de conocimiento. Vaya decepción -Bueno, hay dos, pero no son como los de Africa, son mucho más pequeños- -¿Y donde están?- No está todo perdido, aun podré realizar mi proyecto. Señala una zona marrón arriba a la derecha. -Aquí está el desierto de los Monegros, en Aragón- -Y por aquí está el desierto de tabernas, en Almería, aquí ruedan películas del oeste los americanos- esta vez señala la esquina inferior derecha, una mancha amarillenta. -¿Y cual queda más lejos?- Es un dato importante, cuanto antes llegue, antes acabaré -Pues casi igual, pero Almeria queda un poco más lejos- Está francamente alucinada con mis ansias de saber. Lo que no sabe es el porque de mi curiosidad. Ni lo sabrá. -Gracias Seño- Ahora casi le cae la baba mientras doy media vuelta y me voy a aprovechar lo que queda de recreo. Ahora lo tengo claro, iré al desierto de los Monegros, no tengo demasiado claro si queda muy lejos, pero en el mapa no se ve demasiado lejos, como mucho ¿que puede ser? ¿un día de viaje? No es tanta cosa. Tendré que salir temprano de casa y dirigirme hacia donde sale el sol. Por si acaso llevaré algo de agua y comida, que voy a ir a ayunar, pero eso cuando esté allí, del camino no dice nada. Si intento irme antes de que se levanten mis padres se darán cuenta, así que madrugaré un poco y me iré como si fuese a la escuela pero un poco más temprano, así no se darán cuenta, porque como se lo diga son capaces de no dejarme ir, pero es algo que debo hacer, es parte de mi preparación. Además, seguro que allí se me aparecerá el ángel a darme las instrucciones cuando esté listo para empezar a hacer milagros. Será el momento de meditar, sea lo que sea lo que tengo que pensar, y de practicar los milagros. En cuarenta días se supone que estaré listo y volveré al pueblo para salvar la humanidad. Espero que mis padres no se preocupen demasiado. ¿será mejor dejarles una nota? No, que si se enteran demasiado pronto no me dejarán ir. Ya lo sabrán a la vuelta, seguramente para entonces me habrán crecido el pelo y la barba. ___________________________________________ Hasta mañana.
Posted on: Fri, 26 Jul 2013 15:46:25 +0000

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