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Año Cristiano Franciscano De: [email protected] DÍA 30 DE SEPTIEMBRE SAN JERÓNIMO, presbítero y doctor de la Iglesia. Nació en Estridón (Dalmacia) hacia el año 347. Estudió en Roma, cultivando con esmero todos los saberes, y llevó una vida desordenada hasta que se hizo catecúmeno y fue bautizado por el papa Liberio a los veinte años. Cautivado por la vida contemplativa, marchó a Oriente, se entregó a la vida ascética cerca de Antioquía y se ordenó de sacerdote. Estuvo un tiempo en Constantinopla y luego regresó a Roma, donde fue secretario del papa san Dámaso, que le encargó la traducción de la Biblia al latín, y dirigió espiritualmente a unas damas de la nobleza que llevaban vida de piedad en común en la colina Aventina. A la muerte del Papa marchó de nuevo a Oriente y, tras visitar monasterios de diversas regiones, se estableció en Belén de Judá. Allí asumió la dirección espiritual de los monasterios fundados por santa Paula, al tiempo que completó la versión de la Biblia y escribió muchas obras, especialmente comentarios a la Sagrada Escritura. Participó de modo admirable en muchas necesidades de la Iglesia. Murió en Belén el 30 de septiembre del año 420.- Oración: Oh Dios, tú que concediste a san Jerónimo una estima tierna y viva por la Sagrada Escritura, haz que tu pueblo se alimente de tu palabra con mayor abundancia y encuentre en ella la fuente de la verdadera vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. SAN FRANCISCO DE BORJA. [Murió el 30 de septiembre y su memoria se celebra en España el 3 de octubre]. Nació en Gandía, provincia de Valencia en España, el año 1510. Gran privado del Emperador Carlos V y caballerizo de la emperatriz Isabel, vivió ejemplarmente en palacio. La vista del cadáver de la emperatriz le impulsó a despreciar las vanidades de la corte. Suya es la frase famosa: «No quiero servir a señor que se me pueda morir». Fue virrey de Cataluña y duque de Gandía. En 1529 contrajo matrimonio con Leonor de Castro, y tuvieron ocho hijos. Después de la muerte de su esposa, acaecida en 1546, que acabó de desligarlo del mundo, fue recibido por san Ignacio en la Compañía de Jesús, de la que llegó a ser superior general, después de haberse dedicado, ya sacerdote, al apostolado y a los asuntos de la naciente Compañía. Se distinguió, sobre todo, por su profunda humildad. Dio gran impulso a las misiones, especialmente de América. Murió en Roma el 30 de septiembre de 1572.- Oración: Señor y Dios nuestro, que nos mandas valorar los bienes de este mundo según el criterio de tu ley, al celebrar la fiesta de san Francisco de Borja, tu siervo fiel y cumplidor, enséñanos a comprender que nada hay en el mundo comparable a la alegría de gastar la vida en tu servicio. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. SANTA TERESA DEL NIÑO JESÚS. [Murió el 30 de septiembre y su memoria se celebra el 1 de octubre]. Nació en Alençon (Normandía, Francia) el año 1873 en el seno de una familia muy cristiana; fueron sus padres los beatos Luis Martin y Celia Guérin (cf. 13 de julio). Siendo aún adolescente entró en las Carmelitas Descalzas de Lisieux, ejercitándose sobre todo en la humildad, la sencillez evangélica y la confianza en Dios, virtudes que se esforzó en inculcar, de palabra y con el ejemplo, sobre todo en las novicias, de las que era maestra. En sus cartas y sobre todo en su autobiografía, la «Historia de un alma», nos dejó un testimonio admirable de su vida de fe por el camino de la infancia espiritual, en medio de grandes pruebas y tribulaciones. Allí escribe: «Mi vocación es el amor... En el corazón de la Iglesia, que es mi madre, yo seré el amor». Murió el 30 de septiembre de 1897, ofreciendo su vida por la salvación de las almas y por el incremento de la Iglesia. Pío XI la proclamó patrona de las misiones, y Juan Pablo II, doctora de la Iglesia.- Oración: Oh Dios, que has preparado tu reino para los humildes y los sencillos, concédenos la gracia de seguir confiadamente el camino de santa Teresa del Niño Jesús, para que nos sea revelada, por su intercesión, tu gloria eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. BEATA FELISA MEDA. Nació en Milán el año 1378, de familia acomodada. Recibió una buena formación en valores humanos y en letras. Era la mayor de tres hermanos que pronto quedaron huérfanos, por lo que tuvo que hacer ella de madre. Desde joven destacó por su virtud, pero sólo cuando hubo cumplido su tarea de vice-madre pudo ingresar, en 1400, en las clarisas del monasterio de Santa Úrsula en Milán, después de repartir sus bienes; no tardó su hermana en seguirla, y su hermano vistió el hábito franciscano. Cuando la duquesa de Pésaro fundó en su ciudad un monasterio de clarisas, pidió a san Bernardino de Siena, entonces Vicario general de los Observantes, que enviara como abadesa del mismo a la beata Felisa, abadesa de Santa Úrsula desde 1425. Ella, con dolor de parte de suya y de sus hermanas, marchó con siete de sus monjas a la nueva fundación. Tanto en Milán como en Pésaro, donde murió el 30 de septiembre de 1444, la santidad de su vida atrajo numerosas vocaciones a la vida contemplativa. * * * San Amado de Nusco. Nació en Nusco (Campania, Italia) hacia el año 1003, en el seno de una familia acomodada. Se ordenó de sacerdote en su juventud y en 1048 fue el primer obispo de la ciudad. Restauró y edificó varias iglesias y confió un monasterio a los benedictinos. Murió el 30 de septiembre de 1093. San Antonino. Sufrió el martirio en Piacenza (Emilia, Italia), en una fecha desconocida de la antigüedad cristiana. Santa Eusebia. Fue una virgen, fiel servidora de Dios desde su juventud hasta su ancianidad, que murió en Marsella (Francia) el año 497. San Gregorio el Iluminador. Nació en Armenia, hijo de un príncipe parto, hacia el año 260. Recibió educación cristiana y en su juventud contrajo matrimonio y tuvo dos hijos. Se ordenó de sacerdote en Cesarea y entró en el séquito del rey Tirídates. Se negó a participar en una celebración pagana que incluía ofrecer sacrificios a sus dioses, por lo que vivió quince años recluido. Enfermó gravemente el rey y su hermana soñó que el remedio estaba en manos de Gregorio. Éste fue puesto en libertad y Tirídates curó. Se convirtieron a la fe cristiana el rey, sus consejeros y luego todo el pueblo. Gregorio fue consagrado obispo en Cesarea y los bautizó a todos. Murió el año 328 después de ganarse el título de apóstol de Armenia. San Honorio de Canterbury. Era monje en el monasterio benedictino de San Andrés de Roma, y el papa san Gregorio Magno lo envió junto con otros monjes a Inglaterra para unirse a la misión que desarrollaba san Agustín de Canterbury en aquellas tierras. El año 627 fue elegido arzobispo de Canterbury. Realizó un gran apostolado y fue el primero en elevar al orden episcopal a nativos de Gran Bretaña. Murió en Canterbury el 30 de agosto del año 653. San Ismidón. Fue obispo de Die, en la región del Ródano-Alpes (Francia). Enamorado de los Santos Lugares, por dos veces peregrinó piadosamente a Jerusalén. Murió el año 1115. San Simón de Crépy. Era conde de Crépy en Francia, donde nació el año 1048, y, deseoso de una mayor perfección, rehusó contraer matrimonio, renunció a todos sus bienes y abrazó la vida monástica en los montes del Jura, de la que pasó más tarde a la vida eremítica. Lo reclamaron repetidas veces para que interviniera como legado de paz en la reconciliación de príncipes que estaban en guerra. También el papa Gregorio VII le encomendó una misión, a la vuelta de la cual murió en Roma el 30 de septiembre de 1082 y fue sepultado en San Pedro. Santos Urso y Víctor. Fueron martirizados en Solothurn, en la actual Suiza, el año 320. Según la tradición, pertenecían a la Legión Tebea de los romanos y escaparon de la gran matanza de los cristianos alistados en la misma. Beato Federico Albert. Nació en Turín (Italia) el año 1820. Ingresó en el seminario diocesano y en él tuvo de compañeros a los santos Cottolengo, Caffaso, Murialdo y Bosco. Ordenado de sacerdote en 1843, se dedicó a la predicación y a la dirección espiritual de la Corte de los Saboya. En 1852 fue nombrado párroco de Lonzo Torinese y allí permaneció hasta su muerte. Tuvo siempre una gran preocupación por los pobres y todos los desamparados de la sociedad. En 1859 fundó un orfanato y en 1859 la Congregación de Hermanas de San Vicente de Paúl de la Inmaculada Concepción. Fundó también una Colonia Agrícola para la formación profesional de la juventud. Murió el 30 de septiembre de 1876. Beato Juan Nicolás Cordier. Nació en Saint-André (Francia) el año 1710 y a los 18 años ingresó en el noviciado de los Jesuitas en Nancy. Ordenado de sacerdote, ejerció diversos ministerios. Cuando se suprimió la Compañía de Jesús, pasó a trabajar en el ministerio diocesano. Llegada la Revolución francesa, se opuso totalmente a la constitución civil del clero, por lo que, a pesar de su ancianidad y enfermedades, fue detenido, condenado a la deportación y encerrado en un lúgubre pontón anclado frente a Rochefort. No pudo resistir tantas miserias y malos tratos, y murió exhausto el 30 de septiembre de 1794.
Posted on: Mon, 30 Sep 2013 14:25:06 +0000

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