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Buen día, esta publicación (parece carta, pero no es, es que todavía no se, publicar documentos) es para alumnos de Licenciaturas en Administración y Contabilidad. Universidad, esa institución creadora de las culturas que marcan las civilizaciones, instrumento impulsor del progreso de la sociedad. Al aceptar que universidad es la comunidad de maestros y alumnos dedicados a adquirir, crear y difundir el conocimiento, tendríamos que remon¬tarnos a la Antigüedad, tal vez a la Academia de Platón, el gran pensador griego que vivió aproxi¬madamente entre 427 y 347 a. C., en la era de oro de la Grecia Clásica. Platón, el más sobresaliente discípulo de Sócrates, estructuró la Teoría de las Ideas como eje de su filosofía, y dejó consagrado su pensamiento en sus obras, principalmente en los Diálogos. Luego de viajar por el mundo culto conocido de entonces, las ciudades costeras del mar Egeo, del sur de Italia y de Sicilia, Platón fundó hacia el año 387 a. C. una escuela ubicada en los jar¬dines consagrados al héroe mítico Academos, en las afueras de Atenas, donde él, personalmente, sus alumnos, intelectuales y eruditos visitantes enseñaban. De Academos se deriva el término academia, que ha persistido a través de los siglos, pero que hoy es entendido más como una “socie¬dad científica, literaria o artística establecida con autoridad pública”. Se considera que la Academia de Platón fue la primera escuela formal de filosofía que tuvo la hu¬manidad. Allí se enseñaban matemáticas, música, astronomía y, como culminación de los estudios, filosofía. Es decir, hubo un verdadero plan de estu¬dios; se relata que sobre la puerta de la Academia una leyenda rezaba “nadie entre aquí que no sepa geometría”. La Academia funcionó después de la muerte de Platón hasta su cierre definitivo en 529 d. C. El Liceo de Aristóteles fue la otra gran escuela filosófica de Atenas. Aristóteles, discípulo de Platón, una de las más brillantes y vastas inteligencias jamás conocidas y tal vez la mayor influencia inte¬lectual que ha tenido la humanidad, amigo y tutor de Alejandro Magno, nació en Estagira, Macedonia, en 384 a. C. y murió en Calcis en 322 a. C. Fundó la escuela llamada Peripatética (seguidora de la filosofía de Aristóteles) y acumuló una biblioteca, seguramente la más rica de Atenas que después de su muerte fue llevada por Demetrio de Falera a enriquecer la gran Biblioteca de Alejandría, anexa al Museo (el templo de las musas) fundado por Tolomeo Sóter. La escuela Peripatética, el Liceo de Aristóteles, estaba constituida por el Filósofo y sus alum¬nos, avanzados y principiantes. Era un centro de educación y de investigación, y poseía una gran biblioteca. ¿Podemos llamarlo universidad? También los filósofos jónicos, los naturalistas presocráticos, aquellos que abandonaron la teúr¬gia y las creencias míticas como explicación del cosmos e iniciaron el pensamiento racional, tu¬vieron sus escuelas. Tal fue el caso, por ejemplo, de Tales de Mileto (ca. 639/24-547/6 a. C.) o de Pitágoras (ca. 582-507 a. C.), quienes constitu¬yeron grupos de discípulos, verdaderas escuelas, que causaron hondo impacto sobre la maduración del pensamiento griego personificado luego por Sócrates, Platón y Aristóteles. Se puede argumentar que las escuelas ate¬nienses de Platón y de Aristóteles, que poseían instalaciones propias, eran más bien de carácter tutorial personal, y aunque se estudiaban diversas disciplinas del pensamiento, no tenían lo que hoy pudiéramos llamar facultades o departamentos administrativa y académicamente organizados, lo cual define a la universidad. Pero el Museo de Alejandría, con su gran Bi¬blioteca, sí era una comunidad de maestros, investigadores y alumnos. Los maestros eran los principales eruditos, artistas, matemáticos, astró¬nomos, médicos, filólogos y filósofos del mundo, atraídos y pagados por Tolomeo I Sóter, Tolomeo II Filadelfo y sucesores, y albergados en las amplias, cómodas —realmente lujosas— edificaciones del Museo y de la Biblioteca. Los estudiosos creen que la Biblioteca de Alejandría llegó a poseer no menos de 500.000 —y hasta 1 millón— de libros en forma de rollos de papiro, cuidadosamente clasificados y rotulados. En la escuela médica del Museo de Alejandría, que por entonces administraba la Escuela de medicina de la Isla de Cos, se llevaron a cabo disecciones anatómicas que avanzaron considerablemente el conocimiento de la morfología y la fisiología humanas, incluso de la circulación de la sangre. Y también fue allí donde Euclides, quien floreció hacia el 300 a. C., enseñó y fundó su escuela matemática y elaboró su inmortal obra, Elementos, el texto fundamental de geometría que se estudió hasta el siglo XIX, y donde el griego Eratóstenes de Cirene (ca. 275-195 a. C.), científico, gramático, matemático, astrónomo, filósofo e inventor de la geografía, midió la circunferencia de la tierra, 39.375 km, con apenas 80 km (0,2%) de error. Gran centro del saber universal fue el Museo de Alejandría. Brilló durante algo más de los 300 años de la era helenística, mantuvo y enriqueció, día a día y año tras año, la más grande biblioteca de la antigüedad. Allá se enseñó, investigó, se clasificaron, ordenaron, tradujeron y publicaron las grandes obras conocidas y aparecieron nuevas provenientes de la investigación y el estudio. El Término Universidad con ¨U¨ Mayúscula Universitas fue el término que por el siglo XI, según el pensamiento medieval, se utilizó para designar a una comunidad o a una congregación única, a veces un gremio, pero no necesariamente a una colectividad académica. Viene del latín, unus, uno, y universus, universal, aquello que comprende todo. Con el paso del tiempo, el término fue calificado para referirse a una comunidad dedicada a la educación y, así, se decía universitas magistrorum et scholarium. El término más antiguo y que continuó usándose durante mucho tiempo fue el de studium o studium generale (Pozo Ruiz, 2007). La Edad Media, dominada por una acérrima religiosidad cristiana que abarcó toda actividad perso¬nal o colectiva, tuvo su expresión en las nacientes universidades. “Sacerdotium, Imperium, Studium, en conjunto, son los tres poderes, o virtudes, cuya co¬operación harmoniosa mantiene la vida y salud del cristianismo” (Rashdall, 1958, Vol. I, p. 2). Studium para el sacerdotium es la razón para haber creado las escuelas catedralicias carolingias, germen de la universidad europea. En el Renacimiento el vocablo universitas pasó a ser reemplazado por universidad, que viene del latín, universĭtas, -ātis, para significar, según el Diccionario de la Real Academia Española, una Institución de enseñanza superior que comprende di¬versas facultades, y que confiere los grados académicos correspondientes. Según las épocas y países puede comprender colegios, institutos, departamentos, centros de investigación, escuelas profesionales, etc. Donde Surge La Universidad El monarca más poderoso de la Edad Media, Carlo Magno (742-814) rey franco (germano-francés) entre los años 768 y 814, fue coronado en Roma en la Navidad del año 800 por el papa León III como Emperador de los romanos, dignidad que ejerció hasta su muerte en el 814. Creó el Imperio carolingio, o Imperio romano de Occidente, que comprendía casi toda Euro¬pa central y occidental y que perduró hasta su muerte, cuando las invasiones vikingas y de otros pueblos lo atacaban y comenzaban a destruirlo. El Imperio carolingio se transformó en el Sacro Imperio Romano Germánico con el ascenso del emperador Otón I en el año 962. Carlomagno fue también un pensador visionario que acogió en su capital, Aquisgrán (Aachen en alemán), en la parte occidental de Alemania, muy cerca de la fronte¬ra belga, a los grandes eruditos de Europa. Carolus Magnus en latín, Karl der Grosse en alemán, Charlemagne en francés y en inglés, ‘Carlos el Grande’ o Carlomagno para nosotros, además de aguerrido militar y conquistador germánico, fue devoto cristiano y de la vida monástica; estimuló la alfabetización y el conocimiento, el uso del la¬tín como lengua de la cultura y promovió, en los monasterios, la copia manuscrita y ornamentada de libros. Son famosas las grandes “Biblias carolingias” Realmente, por su interés en la cultura, Carlomagno, aunque iletrado, se hacía leer y fue quien sembró la semilla de la universidad europea. En efecto, ante la necesidad de contar con clérigos ilustrados, promovió la creación de escuelas anexas a la Catedral de Aquisgrán y a las otras catedrales del Imperio. En estas escuelas catedralicias se impartía la formación clerical y se enseñaba la moral cristiana en el rígido marco del dogma católico romano. Los biógrafos del emperador sostienen que al lograr la fusión de las culturas germánica, romana y cristiana, sentó las bases para la consolidación de la civilización europea, lo que ha sido llamado “la creación carolingia, el primer intento de unificación europea” Así, el germen de las grandes universidades de Occidente fueron las escuelas catedralicias carolingias, que tuvieron como propósito inicial la enseñanza eclesiástica. En ellas comenzó el plan de estudio de las llamadas “artes liberales”,plan basado en el trívium, que comprendía gramática, retórica y lógica; la lógica servía como introducción al quadrívium, que comprendía aritmética, geometría, astronomía y música (Nelson, 1999). Todo ello se acompañaba de lecturas de los autores clásicos. El trívium y el quadrívium buscaban la for¬mación intelectual más que la capacitación para una profesión o un oficio, lo que hoy llamaríamos “cultura general”. Las primeras universidades de Europa, Bolonia, París, Salerno, Oxford y Cambridge surgen como tales por los años 1100 y 1200. Bolonia se concentraba principalmente en las leyes, el comercio y la medicina; París se orientaba a la teología y la medicina; Oxford y Cambridge a la teología y la medicina. La Universidad Médica de Salerno, la “Escuela Médica Salertina”, fue la más importante de la época, considerada por muchos como madre de las universidades y escuelas médicas europeas. En estas primeras universidades se enseñaba y se educaban hombres para la Iglesia y para el Estado, pero no se investigaba, y todo estaba fuertemente imbuido por la filosofía religiosa. Pero la ciencia habría de reemplazar a la filosofía religiosa, y la investigación vino a ubicarse fuertemente al lado de la enseñanza. La investigación sistemática aparece mucho más tarde, cuando la era de la Ilustración abrió el conocimiento científico del universo, de la vida y de la enfermedad. Entonces se consolidan y sobresalen las universidades de investigación. Hoy reconocemos que Universidad con U mayúscula, es la universidad de investigación.
Posted on: Mon, 28 Oct 2013 01:48:16 +0000

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