CAPÍTULO 6. LA VERDADERA HISTORIA NUNCA ESCRITA DE LOS HUMANOS, - TopicsExpress



          

CAPÍTULO 6. LA VERDADERA HISTORIA NUNCA ESCRITA DE LOS HUMANOS, DE SUS PARÁSITOS VAMPIROS Y LAS OVEJAS, MAS UNA BREVE APROXIMACIÓN A LA DE LOS MARCIANOS. 2º parte. VVV Bien, vamos ahora con los Hebreos, así que lo primero que he de hacer es pediros perdón en mi nombre y en el de mi raza, por los motivos que os expongo a continuación y porque me temo que este subcapítulo me va a salir un poco largo. Retomaremos la historia donde la habíamos dejado, con esta gente esclava de Egipto por hablar demasiado; pero antes de seguir con el relato de lo acontecido debéis de tener en cuenta dos características específicas de los Hebreos: una, están absolutamente convencidos de ser el pueblo elegido, aunque los Zombis no sabemos exactamente para qué; y dos, muchos de ellos tienen cierta tendencia a la esquizofrenia, hecho que se demuestra en manías suyas como romper la vajilla en sus bodas, simular que dan cabezazos a un antiguo muro durante horas y horas, ver Zombis, llevar calurosísimas levitas negras en el desierto, y pelearse a todas horas con sus vecinos. El caso es que aprovechando un problemilla de plagas en Egipto se fueron de allí a todo correr, y dieron vueltas y más vueltas por el desierto durante un montón de años. Os podéis imaginar el enorme cansancio físico y mental que esto supuso, y si no os doy un ejemplo. Un día uno de ellos que se había ido a dar una vuelta regresó y dijo al resto -he ido a dar una vuelta. La cosa es que una zarza que ardía pero no quemaba me ha hablado y me ha dicho que me sigáis. Por cierto, estas láminas labradas en piedra han surgido de la nada, y lo que está escrito en ellas son leyes. Ah, ahora debéis obedecerme a mí- El resto de Hebreos, que estaban muy pero que muy cansados como ya os he contado dijeron -pues vale, total peor no nos puede ir- Y decidieron seguir a aquel tipo a trompicones, no dando importancia ni a su barba chamuscada ni al martillo y al cincel que le colgaban del cinturón, no sea que se mosquease y les hiciera llevar a ellos los dos pesados bloques de piedra escritos. Bueno, años después de esto milagrosamente dejaron de dar paseos bajo el achicharrante sol del cercano oriente, y se aposentaron en una franja de costa a la que llamaron Judea. Prosperar no es que prosperaran mucho (aquello era un auténtico pedregal), y como cada vez que se encontraban con un extranjero lo primero que le decían era: -hola, somos el pueblo elegido, nos libramos de una enorme inundación y las zarzas ardientes nos dicen cosas-, pues los vecinos la verdad es que no les hacían mucho caso, pues los tomaban por pirados. VVV El lio llego con los Latinos. Si hay algo a lo que un Latino no puede resistirse es al buen tiempo, a una playa y a una recalificación de terreno. Si juntas las tres cosas aparecen como moscas a la miel. ¿Qué tenían los Latinos por aquel entonces?, un imperio Romano que te cagabas con un ejército que daba miedo. ¿Qué los Hebreos?, un litoral virgen de playas de fina arena con un clima soleado, sin explotar, y una mierda de milicia. Consecuencia, fueron un pueblo efectivamente elegido, pero para su invasión. Esto confundió profundamente al pueblo de Judea, que en un desesperado intento para entender la nueva situación prendieron fuego a cuantos matojos encontraron; hasta que uno de ellos, con las cejas completamente quemadas, comentó al resto -a ver si no va a ser cuestión de quemar zarzas para que surjan piedras escritas, y lo que en realidad necesitamos es a alguien que nos guie como la otra vez… Y decidieron que necesitaban con urgencia un Mesías, siglas de “ME SIgáis que Ahora lo Soluciono”. El que había sugerido la idea, un tal Barrabás, se ofreció para el cargo a lo que los demás respondieron… -vale, total peor no nos puede ir- (bien, lo habéis adivinado). VVV Un mes después de ese momento llegó la gran cagada Zombi. Aquel que vosotros llamáis Jesús es en realidad un Zombi del GASH, experto antropólogo, designado junto a otro compañero para estudiar al pueblo Hebreo en un intento de entender para qué y por quien habían sido elegidos (tened en cuenta que la curiosidad, para los Zombis, son los pies que caminan por la senda de la lógica). Prosigo. Ya os he contado que hay mucho esquizofrénico entre ese pueblo, y si recordáis os he comentado que algunos de ellos pueden vernos. Pues bien, estos dos Zombis en concreto fueron enviados a Judea por un motivo muy especial además de sus propios conocimientos, son los únicos de nosotros que todavía conservaban la capacidad de hablar. Parece ser que tiene que ver con que murieran mientras dormían boca abajo, y que la lengua tuviera en ese momento más sangre que si se duerme de costado o boca arriba. Lo cierto es que como sólo tenían que ejercer de observadores y tomar apuntes, sin relacionarse en exceso con lugareños, pues les hicimos un magnífico trabajo de maquillaje y vestuario y los mandamos para allá. Todo fue bien hasta el maldito día en que Barrabás fue designado como Mesías por el populacho. VVV Más o menos treinta días después nuestro Jesús se encontraba en el mar de Galilea tomando un baño de pies, que por efecto de la gravedad y de que en aquella época el medio de locomoción más usado era la alpargata, le exudaban sal hasta lo incordiante. En su declaración oficial ante el pueblo Zombi, tras el desarrollo de los acontecimientos inesperados que sucedieron, juró y rejuró que estaba convencido de haber comprobado que nadie le observara, pero el caso es que una asociación Hebrea de esquizofrénicos paranoides estaba pasando unos días de asueto en la zona, con el fin de relajar un poco a sus miembros. Cuando Jesús se giró hacia la orilla doce de ellos le miraban asombrados. Poder andar sobre las aguas no tiene ningún misterio; somos Zombis, estamos muertos y por tanto estamos secos y somos livianos; pero claro, explicar eso a aquellos Hebreos estaba fuera de lugar, primero porque hacer un estudio antropológico exige la discreción del estudioso mientras permanece entre los estudiados, y segundo porque aquellos doce gritaban a voz en grito, mientras hacían tremendos aspavientos, lo de “este sí es el Mesías, este sí es el Mesías”. La mala suerte quiso que el grupo perteneciera a quienes, un mes antes, se habían dedicado a quemar zarzas en un desesperado intento para dar respuesta y solución a la invasión Latina. Evidentemente encontrar a un tipo caminando sobre las aguas no les tranquilizó en absoluto, más bien al contrario, subieron un escalón en su paroxismo. Un nerviosísimo y asustado Jesús respondió de forma automática tal y como haría cualquier antropólogo ante una tribu, intentó calmarlos con una ofrenda de comida. Concretamente de panes y peces de un chiringuito Romano que estaba haciendo su agosto en aquella playa; pero ya era tarde, un simple intercambio comercial se convirtió para aquella gente en un milagro de proliferación alimentaria, estaban desatados. VVV ¿Qué hacer?, se preguntaba desesperado Jesús, y decidió ir a pedir consejo a su compañero. Lamentable no pensó en las consecuencias de lo que serían sus primeras palabras a la docena de pirados. Un simple “seguidme”, ante la imposibilidad de deshacerse de ellos, se convirtió en un dogma de fe que al parecer aun os dura. Para cuando llegaron al pueblo donde vivía el colega de Jesús, los doce esquizofrénicos se habían convertido en doscientos. Encontraron a Lázaro (ese era el nombre que adoptó el otro antropólogos mientras estuvo en Judea), echando una siesta en el jardincillo de su casa, y Jesús le dijo aquello de “Lázaro, levántate”, menuda cagada. ¿Qué característica es la más vistosa del pueblo Zombi?, pues que estamos muertos. ¿Qué hace un Zombi en Judea antes de echar una siesta?, se desmaquilla para no manchar la almohada. ¿Qué parece un Zombi echando una siesta sin maquillar?, efectivamente, un muerto. ¿Por qué?, pues porque estamos podridos, tiesos y no respiramos. ¿Cuál fue la reacción de los doscientos pirados?, fliparon. ¿Cuál la de Lázaro?, pues lógicamente la misma. -¿Qué coño ha pasado?-, preguntó Lázaro a Jesús cuando por fin lograron refugiarse en el váter y cerrar con pestillo, -te juro que no tengo ni puta idea. Solo sé que me estaba refrescando los pies y una manada de zumbados apareció y se pusieron a gritarme “Mesías, el Mesías”. Me puse histérico perdido y no sabía qué hacer, pero tengo la sensación que cada vez que hago o digo algo se lía más la cosa- contestó Jesús. -Me cago en la madre naturaleza y en todo lo que se menea-, respondió abruptamente Lázaro,-¿dices que te llamaban Mesías?, eso para ellos es alguien al que tienen que seguir y que al parecer les soluciona los problemas si a la vez queman zarzas, y la verdad es que últimamente peor no les puede ir, así que andan como locos buscando uno- -Pues bueno, pues vale. ¿Pero qué leche hacemos ahora, que les digo a los de afuera?-, preguntó ansioso Jesús, -Creo que tengo un plan para salir airosos de esta y que la asamblea Zombi no nos eche la bronca-, respondió Lázaro tras unos instantes de profunda reflexión, y mientras se maquillaba empezó a contárselo a Jesús. Cuando salieron del váter Lázaro estaba radiante, en el sentido literal de la palabra, gracias al unte que se había dado de unas muestras de uranio 235 que había recogido en el campo, y que eran un encargo que un amigo suyo Marciano le había hecho para fabricar no sé qué petardo, y que en aquella época, curiosamente como ahora, se daban con relativa facilidad en un desierto que hay por allí. -Señoras y señores-, dijo con gran pompa Lázaro mientras brillaba a todo brillar, causando un efecto entre el público reverencial a la par que atento, - efectivamente Jesús me ha resucitado. Ahora subiré al cielo en un carro de fuego-, afirmó mientras apuntaba hacia lo alto con un dedo, justo hacia donde aparecía el platillo volante de su colega Marciano al que había llamado con el móvil, -él se quedara unos días más entre vosotros y deberíais escuchar su mensaje. Adiós- y salió de escena cubriéndose con una capa y a grandes zancadas. Jesús suspiró muy pero que muy hondo y dijo, -Queridos amigos, Hebreos todos. Dos cosas os voy a decir. Una, respetaros los unos a los otros; y dos, todos sois iguales-, recitando de memoria el único dogma, ley e ideología que existe para el pueblo Zombi. -¿Y los Romanos también son iguales que nosotros y hay que respetarlos?-, preguntó asombrado uno de ellos, llamado Judas. -Claro que si, por supuesto que si-, respondió convencido Jesús. VVV El plan era sencillo. Dado que no podía huir de momento de aquella marabunta, al menos intentaría hacer un poco de bien, y en cuanto tuviera la oportunidad escaparía de aquel sitio con la ayuda de Lázaro, que se mantendría en un discreto segundo plano. La idea era, si lo pensáis, hasta dulce y tierna en el sentido de intentar trasmitir a un pueblo Humano un poquito de bondad, un poquito de solidaridad, un poquito de respeto. Un poquito de lógico sentido común, en suma. Fue un error, un Antropólogo jamás debe interferir en el devenir del pueblo que estudia. Os rogamos que nos disculpéis. VVV Desgraciadamente un gobernador Romano corrupto, un centurión de vuelta de todo, un recién autonombrado líder nacionalista, y uno con la hipoteca a punto de ejecución por impago, lo iban a complicar todo aun más. Os lo sintetizo para no aburriros en el siguiente relato. A Jerusalén, capital de Judea, se acercaban dos columnas de gente. La primera la dirigía Barrabás, elegido líder del Partido Nacionalista Hebreo; partido formado por él y por los que mandaban en el país antes de la llegada de los Romanos, con lo cual estaban un tanto cabreados por la pérdida del control del tinglado, seguidos por una verdadera marabunta de gente diversa a los que unía lo mal que les iban las cosas. La segunda no estaba claro quien la dirigía, ni siquiera era una columna, sino más bien un gran círculo de gente rodeando a un pobre Antropólogo asustado que no dejaba de recitar la ley de su raza. Cuando ambas masas Humanas llegaron a la ciudad, Poncio Pilatos, gobernador de Judea, ordenó a un centurión de su entera confianza que trajera ante el a los cabecillas de aquella historia. Con Barrabás no tuvo ningún problema, lo trincaron en una plaza gritando contra Roma. Cuando llegaron a donde se reunían los seguidores de Jesús lo que vieron fue al gentío rodeando la nada atentamente. Evidentemente los Romanos no podían ver un Zombi, pero esto al Centurión y su tropa se la pelaba. Llevaban pateándose el Mare Nostrum y sus aledaños el tiempo suficiente para que un ser invisible no fuese nada del otro mundo. Habían visto ya mujeres con el pelo lleno de serpientes, hombres con cabeza de toro y bichos con cuerpo de león, alas, y cabeza de pájaro. Lo único que necesitaban era o pillar al fulano dando voces contra el imperio, como en el caso de Barrabás, o que alguien denunciara y “señalara” al presunto delincuente. -A ver- dijo el centurión haciendo sonar su bolsa, -¿quién de entre vosotros está dispuesto a contarme que maldades ha hecho ese tal Jesús del que he oído hablar, además de señalármelo con el dedo pues no lo veo?- -Yo mismo-, dijo Judas, un lugareño con la hipoteca vencida hacía un mes y a quien las cosas no le podían ir peor. –Jesús nos ha dicho que el Emperador es igual que cualquiera de nosotros- -¿Qué?- gritó indignado el centurión, -detener inmediatamente al ser invisible- ordenó a sus subordinados, sabedor que el peor y más peligroso de los criminales no es otro, para un representante de eso que los Humanos llamáis la ley y orden, que el que equipara al poderoso con el poseído. Dio treinta monedas a Judas y regresó a palacio con los dos detenidos, uno vociferante y otro muerto (literalmente) de miedo, seguido por una marea Humana. Por cierto, la historia de nuestro moroso hipotecado acabó mal, pues cuando regresó a su casa con la bolsa llena y con la creencia de que pagaría por fin sus deudas, se encontró con una orden de desahucio a favor del banco de Judea pegada en la puerta, por la que no solamente el susodicho banco se quedaba con su casa por impago, sino que además se le comunicaba que tenía una deuda por intereses de demora de por vida. Ya sabéis como terminó su historia, se agarró un cabreo de espanto, tiró a la mierda el vil metal y se ahorco, no sin antes ponerse alrededor del cuello un cartel en el que se podía leer claramente “banqueros hijos de puta”. VVV A Poncio Pilatos le sentó fatal que le interrumpieran en medio de su mariscada, pero como era hijo y nieto de políticos Romanos, mutó en tiempo record su cara de disgusto por una perfecta sonrisa mientras se asomaba al balcón de palacio. Tenía a su derecha a Barrabás, a su izquierda a un ser invisible, detrás un pelotón de Romanos lanza en ristre y frente a él, en la plaza, un montón de Hebreos. No os miento en absoluto si os digo que la erección del gobernador fue inmediata, pues ayer como hoy, no hay cosa que ponga más a un político que una masa a punto de ser cortejada y manipulada con sibilina astucia, para después ponerla mirando a Haifa. Pues bien, Pilatos era de esos que encima conseguía, pese a que su corazón y su lengua estaban envueltos en sendos condones de púas, que le dieran las gracias y le pidieran un bis. -Amado pueblo de Judea-, tronó con voz de barítono, -hoy traen ante mí a dos desalmados que insultan horriblemente al Imperio. Si Roma fuera tan malvada como ellos dicen, ¿qué debería hacer yo? Sin duda castigar la ofensa. Pero no, yo estoy dispuesto a escuchar y debatir, estoy dispuesto a buscar un acuerdo, pues así lograremos, trabajando todos juntos y remando en la misma dirección, una Judea próspera y en paz. Uno de ellos incluso llega a negaros vuestra esencia al afirmar que todos somos iguales. Yo os pregunto, pueblo de Judea, ¿podéis ser el pueblo elegido si todos los pueblos del mundo son iguales?, ¿cómo os distinguiría entonces vuestro “altísimo” del resto?, ¿qué haríais vosotros si alguien os negara que sois el pueblo elegido?, ¿qué queréis que haga?, decídmelo pues yo solo soy un simple representante de vuestros deseos. Ya sabéis que respondió el pueblo Hebreo, así que me vais a permitir que lo omita pues como Zombi me causa dolor. Pero si os diré lo que pasó con Barrabas. El gobernador ordeno dos nuevas fuentes de marisco mientras se lavaba las manos aun pringosas de la anterior. Libró de sus cadenas al presidente del partido nacionalista Hebreo y lo sentó a su mesa diciéndole, -Barrabás, mi Barrabás. Entiendo tu decepción y la de los que te siguen. Tal vez Roma se haya excedido un tanto en el trato que os hemos dado hasta ahora, así que… ¿qué te parece que tú, en persona, ocupes el cargo de concejal de urbanismo de Jerusalén?. No me contestes ahora, come primero, amigo mío. Cinco años después Barrabás cumplía condena a galeras de por vida, por un delito de corrupción urbanística agravado con cohecho y estafa al erario Romano, y Pilatos era más rico. Diez años después el gobernador murió; una cigala en malas condiciones le causó una peritonitis aguda muy chunga. VVV En cuanto a Jesús, pasó por un calvario como ya sabéis hasta que Lázaro lo sacó de allí al tercer día; y aunque no le dolió físicamente porque eso es imposible, y aunque los costurones en la piel los reparamos, su espíritu estuvo mucho tiempo jodido, mucho tiempo. No entendía que había hecho mal, cual había sido su crimen, el solo había dicho que todos somos iguales y debemos respetarnos. ¿Y qué fue del pueblo Hebreo?, pues que las cosas, pese a que ellos pensaban que no les podía ir peor, les fueron peor. Anduvieron durante casi dos mil años de aquí para allá, siempre excluidos y relegados a guetos por todos aquellos miserables que usaban la historia de Jesús para culparles de sus propias miserias, usándolos como chivos expiatorios. Ya sabéis, uno de los mayores hijos de puta Humano estuvo a un pelo de exterminarlos. Lo verdaderamente lamentable de toda su historia es que cuando por fin llegaron a ser fuertes, empezaron a utilizar esa fuerza contra otros de la misma forma en que fue utilizada contra ellos. Solo se me ocurre decir que es la naturaleza Humana, pero perdonadme si digo desde el fondo de mi reseca alma que me cago con todas mis fuerzas en ella. Llevan desde la segunda mitad de los años cuarenta machacando todo lo que se mueve, no se dan cuenta que pueden ganar cuantas guerras sean, pero que en el momento en que pierdan una volverán a dar vueltas por el mundo. Los Zombis seguimos sin tener ni idea para qué fueron elegidos ni por quien, pero jamás volveremos a mandar a uno de los nuestros a averiguarlo.
Posted on: Mon, 16 Sep 2013 13:51:51 +0000

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