CON SUS DONES Y VIRTUDES. 9 de febrero de 2009. Marcela Domínguez Ahedo Pasó a nuestro lado dejando una profunda huella de su transcurrir. En la lejanía de ya 19 años pasados, valoro lo que hizo y lo que dejó de hacer, pues en ambos casos había que “hacer lo correcto”, porque esa fue la orientación de su vida entera. Cuando se fue era un pequeño cuerpo lastimado por los años vividos en el dolor y en el estoicismo, pero antes, su tamaño no era lo que su cuerpo ocupaba, sino lo que su espíritu llenaba y a fe mía que fue grande. Cuando jovencita la vi ensimismada en su dolor, dolor que no compartió conmigo, y la vi crecida ante las grandes olas destructoras de varios mares embravecidos por los que surcó. Tuvo un solo faro, Dios, y hacia El condujo con velas, con remos o a brazadas hasta que El le hizo descansar aquel 9 de febrero. Callada, discreta en su partir, como discreta fue su vida toda. Las antiguas civilizaciones concedían gran importancia a la elección del nombre, pues decían, marcaba su destino, y ha de ser cierto pues en la vida fue LUZ de muchas personas a las que tocó con alguno de sus dones como sabiduría, fortaleza, piedad y consejo; pero también fue LUCHA la constante. Heroína de mil batallas supo ganarlas sin gloriarse por ello, piadosa mujer se acercó a la oración y los sacramentos como alimento de su alma, poderosas armas que enarboló ganando. ¿Cuántas personas como yo seguirán acudiendo a su sabio consejo y prudencia? Luz en mi camino, oriéntame como siempre con esa mezcla exacta de suavidad y firmeza. Cuando cansada o decaída quiera dejar de luchar, recuérdame que algo de Luz llevo, y algo de Lucha debo seguir librando. CON SUS DONES Y VIRTUDES. 9 de febrero de 2009. Marcela Domínguez Ahedo Pasó a nuestro lado dejando una profunda huella de su transcurrir. En la lejanía de ya 19 años pasados, valoro lo que hizo y lo que dejó de hacer, pues en ambos casos había que “hacer lo correcto”, porque esa fue la orientación de su vida entera. Cuando se fue era un pequeño cuerpo lastimado por los años vividos en el dolor y en el estoicismo, pero antes, su tamaño no era lo que su cuerpo ocupaba, sino lo que su espíritu llenaba y a fe mía que fue grande. Cuando jovencita la vi ensimismada en su dolor, dolor que no compartió conmigo, y la vi crecida ante las grandes olas destructoras de varios mares embravecidos por los que surcó. Tuvo un solo faro, Dios, y hacia El condujo con velas, con remos o a brazadas hasta que El le hizo descansar aquel 9 de febrero. Callada, discreta en su partir, como discreta fue su vida toda. Las antiguas civilizaciones concedían gran importancia a la elección del nombre, pues decían, marcaba su destino, y ha de ser cierto pues en la vida fue LUZ de muchas personas a las que tocó con alguno de sus dones como sabiduría, fortaleza, piedad y consejo; pero también fue LUCHA la constante. Heroína de mil batallas supo ganarlas sin gloriarse por ello, piadosa mujer se acercó a la oración y los sacramentos como alimento de su alma, poderosas armas que enarboló ganando. ¿Cuántas personas como yo seguirán acudiendo a su sabio consejo y prudencia? Luz en mi camino, oriéntame como siempre con esa mezcla exacta de suavidad y firmeza. Cuando cansada o decaída quiera dejar de luchar, recuérdame que algo de Luz llevo, y algo de Lucha debo seguir librando.
Posted on: Wed, 10 Jul 2013 21:16:45 +0000