Capacidad de comunicación Un profesor de antropología solía - TopicsExpress



          

Capacidad de comunicación Un profesor de antropología solía comenzar sus clases con esta frase: . De esta forma introducía el estudio de la persona como ser social, como ser llamado y necesitado de relación con los otros. Esta relación con los otros se lleva a cabo a través de la comunicación. Hay diferentes niveles de comunicación. Hay personas que se comunican muy externamente, se contentan con ver, oír y tocar. Otras comunican sus ideas y opiniones, lo que saben o han leído. Otras no tienen inconveniente en comunicar sus sentimientos, la propia escala de valores e, incluso, el sentido de su vida. Cuesta comunicarse. A veces, porque falta el ambiente adecuado; ciertas cosas no se comunican a cualquiera o en cualquier sitio. Sin embargo, cuando existe una relación estrecha, la comunicación se da con facilidad y a niveles profundos; en ocasiones, incluso sobran las palabras; basta una mirada, un gesto. Otras veces, la dificultad viene de la falta de lenguaje y de palabras adecuadas. Es el caso de adolescentes y jóvenes a quienes les cuesta comunicar su mundo interior, porque tienen un léxico muy reducido. Comunican más con los gestos y comportamiento que con las palabras. La comunicación en profundidad exige sinceridad y transparencia, evitando las llamadas agendas ocultas; o sea, guardarse algo dentro, distinto a lo que se expresa en las palabras. Supone también respeto a la persona del otro; es decir, aceptar al otro tal como es, no como a los demás les gustaría que fuera. La comunicación queda fortalecida y gana en profundidad desde la visión cristiana de la vida. * Hermano. La persona con la que me comunico es, como yo, signo o sacramento de la presencia de Dios, posee el mismo Espíritu y es un hermano de Cristo. Esta igualdad y fraternidad deshace cualquier intento de ver al otro como algo diferente, al que no doy ninguna importancia; ni como rival, que despierta en mí sentimientos y actitudes de competitividad o dominio; ni como alguien superior, que me humilla; o alguien inferior, al que pueda humillar. * Compañero. Desde la fe en Cristo, el otro es también compañero de camino, llamado a compartir conmigo proyectos y metas que nos enriquecen mutuamente.
Posted on: Fri, 23 Aug 2013 20:54:38 +0000

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