Capitulo 6 parte 5 -¡No estoy yendo a declararme o sí! – - TopicsExpress



          

Capitulo 6 parte 5 -¡No estoy yendo a declararme o sí! – estalló Leila. -Pero de todas maneras… - le quitó la orquilla y le pasó un cepillo para que se lo peinara mejor. Después de muchas molestias, finalmente la muchacha estaba vestida con un jean crema holgado, una playera blanca y encima su saco con capucha color marrón. Tenía el cabello suelto. Ella y Mark bajaron al garaje, este último le daba ánimos a la muchacha para que se alegre y tenga confianza, pues pedir perdón no era tan difícil… Al final su amigo la acompañó y gracias a él se llenó de confianza y emprendieron la marcha al departamento donde vivía Claire con su mamá. Subió en el ascensor hasta el piso número siete. Con un inevitable temblar de piernas, caminó a paso lento hasta el departamento número 712, el del final del pasillo. Sentía como si fuera a ser la primera vez que vería a la cataña. Se limpió la mano en la ropa, pues había sudado un poco de lo nerviosa que estaba. Yacía inmóvil frente al botoncito rojo del timbre; dudando, apretando los puños, poniendo las manos tras la nuca, metiéndolas al bolsillo, rascándose la cabeza, apretando la quijada. Finalmente, la temblorosa mano se decidió a sacar el indeciso dedo índice, el condenado encargado de sellar su tumba y a la vez abrirla. Pues sentía como si fuera la primera vez que la vería, vería a la mujer que tanto quería y que tanto había soñado con encontrar; en realidad, era la primera oportunidad en que vería sus ojos, sabiendo eso. Resopló y apretó el botón… Escuchó el sonido del timbre a lo lejos, sintió cómo le dolía el tragar saliva y cómo temblaban las manos. Esperó lo que parecieron ser horas, estaba a punto de darse vuelta sin haber esperado lo suficiente, planeando decirle a Mark que esperó por mucho rato y Claire no salió. Oyó el sonido de la puerta al abrirse y se quedó estática, parada en el sitio y con la expresión pálida y horrorizada. Cuando vio a Claire, le cayó el maldito balde de agua fría, se le frunció el corazón y comenzó a palpitar a mil por segundo, su rostro se puso más pálido de lo que estaba y se le ahogó la voz. Quería saludar de manera casual con un “hola”; pero las cuerdas vocales no le funcionaban y aquel nudo en la garganta no le dejaba articular palabra. - Ah, eres tú – resopló fríamente la chica de pelo castaño - ¿qué quieres? Por un momento, planeó decirle que buscaba a su mamá y así ya no hablaría con ella; pero recordó el turno nocturno de ésta y además que ella misma le había prohibido acercarse siquiera dos pasos a su hija. Leila tomó aire e intentó hablar con el tono más normal que resultó. - Vine a buscarte – murmuró, elevando un poco la voz para parecer más segura. - Ah – se encogió de hombros Claire, mirando a todos lados, con tanta indiferencia que poco a poco, la seguridad forzada de la muchacha se iba doblegando - ¿Para qué? - Quiero pedirte perdón por lo de la otra vez… - Qué rápido – comentó sarcásticamente la joven. - ¿En serio? – no comprendió la de ojos grises. - Olvídalo y mejor, vete ¿quieres? – comenzó a despachar la chica sin mostrar indicios de interés o cualquier tipo de emoción. La muchacha comenzó a cerrar la puerta y Leila comenzó a desesperarse y volvió a la realidad. Lo único que alcanzó a decir fue un gritado “¡Por favor, Claire! ¡Escucha!”, luego recibió el portazo en la cara. No se aguantó y comenzó a golpear desesperadamente, deseando que ella abriera y por lo menos oyera lo que tenía que decir. “¡Ábreme! ¡Por favor! ¡Lo siento! ¡En verdad lo lamento!”. Gritaba golpeando con cada vez más fuerza y ella no abría. Se llenó de furia y la soltó, pateando la puerta con fuerza dando un grito de rabia. - ¡¡ESTÁ BIEN!! ¡NO ABRAS! ¡¡YA NO ME IMPORTA!! Se dio vuelta y se alejó por el pasillo a zancadas; pero se detuvo a medio camino, respirando con dificultad, con el ceño fruncido y los dientes apretados. Dio media vuelta y observó la puerta del departamento de Claire. Sus impulsos hormonales le dominaron por completo y corrió contra la entrada, a dos pasos de ella levantó el pie en un tremendo planchazo que la abrió, arrojándola a un lado con violencia, haciéndole chocar abruptamente contra la pared.
Posted on: Thu, 27 Jun 2013 05:01:34 +0000

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