Capitulo II “La esmeralda del vivir” Julio del ‘98 Viernes 16 horas -Sr. Duane- Se oyó a lo lejos en dirección a babor. Me llamaban. Yo me encontraba en mi camarote, en el N º 920, ubicado en el segundo piso, hacia el lado derecho del primer pasillo, todo ocurriría a bordo de la embarcación de lujo... “El Esmeralda Roja II”, una embarcación diseñada y construida con el fin de llevarlo a uno por las aguas del olvido. A las 16:02 salí del camarote, lo supe por el reloj de la mesita de luz, que tenia un cómico rostro de un conejito con su estomago discretamente disfrazado en un digital. Me encontré en babor con un oficial de la embarcación: -Sr. Duane, lo estaba buscando. Su pedido esta listo, puede retirar el smoking cuando lo desee, dirigiéndose a la tintorería de la plataforma baja, justo en la segunda puerta a la derecha de la oficina de abordaje. -Muchas gracias-Le dije satisfecho-En minutos pasare por allí a realizar el retiro. Volví a mi camarote a buscar la boleta de servicio y me dirigí a la tintorería sin perder mas tiempo. 16:15 Baje los dos pisos por escalera, eran escalones muy lujosos por lo que se podía observar. Conformados por un parquet prácticamente nuevo, ya que no poseía seña de hinchazón o rayones, con zócalos de un sutil blanco crema, de barandas de madera al igual que los parquets en donde se reflejaban los rayos del sol durante el día y el plateado reflejo durante las noches. Al llegar a la plataforma baja me dirigí, tal como me dijo el oficial de abordo, hacia la segunda puerta a la derecha de la oficina de abordaje. Al llegar allí note por la puerta una gran variedad de trajes y vestidos muy lujosos, claro todos recién atendidos y esperando firmes e impacientes ser retirados por quienes los habían dejado allí. Claro, esa noche era la gran fiesta de la embarcación, que se haría a bordo del Esmeralda Roja II. Una fiesta pensada para la distracción de los pasajeros de la embarcación, a mi me vendría muy bien ya que salí de Argentina en esta lujosa embarcación con un único fin, olvidar a mi ex pareja... Andrea Fernández, que sin motivo alguno, comenzó a dejarme luego de cuatro años hermosos de pareja unida y única según nuestros allegados. Es por eso que estoy aquí, para olvidar, además la embarcación me dejaría en las playas de México y luego desde allí, podría cruzar la frontera con Estados Unidos fácilmente debido a que soy natal norteamericano además de poseer mi nacionalidad Argentina. Mi plan era permanecer un par de meses en los Estados Unidos y luego volver a mi oficio de jardinero en una quinta de la calle 733 en Buenos Aires. 16:20 Ya dentro de la tintorería, toque una pequeña campanita plateada que estaba sobre el mostrador, un hombre asiático salió de detrás de todos las vestimentas, era de unos 50 años, un hombre marcado por la vida, quizás hasta separado, al menos eso pensé hasta ver que llevaba anillo en su dedo anular, parecía ser felizmente casado. -Buenas tardes- Salude cordialmente -Buenas tardes, en que puedo servirle Sr... Parecía aguardar a que le diga mi nombre, sin problema alguno accedí a su silenciosa petición, mientras observaba profundamente sus ojos para intentar averiguar un dato más de aquel hombre -Duane, Jhon Duane- Le dije gustoso -De acuerdo Sr. Duane, ¿en qué puedo servirle? -Vengo a retirar mi smoking, aunque todavía no lo veo, Tenga usted la boleta de servicio. -Permítame-Dijo amablemente mientras sonreía. Solo con ver el numero de boleta supo que hacer, apoyo esta sobre el mostrador de cerámicos con posadera de madera barnizada, que parecía ser de pino. Tomo un caño de unos dos metros con un extremo curvo y de un solo movimiento bajo el smoking. Sorprendido y con un tono alusivamente cómico dije: -¡A veces hasta me cuesta sacarlo del perchero!, hay que ser ágil para poder hacer eso. Le sonreí. -No, solo practica-Contesto-Allí en norcorea los pescadores atrapamos peces con cañas iguales a estas y sin riel ni boya. No no no, eso es para Norteamérica, nosotros lo hacemos como nuestros abuelos, Jejeje–Sonrió sutilmente. -¿Es bonito allá?-Otra vez mi curiosidad. -Muchos montes, siembras y lagos donde pescar, además la gente respeta mucho si respetas los ancestros. -Ah, muy bueno-Respondí mientras tomaba el smoking apoyado sobre el mostrador. -Bueno, ha sido un gusto Sr.Duane, ¿a menos que pueda servirle en algo mas? -No por el momento, gracias y el gusto es mío. Justo en el momento en que le iba a extender la mano, este me miro fijo a los ojos, junto sus manos y me hizo una reverencia. No sabia exactamente que hacer, así que simplemente me concentre e intente imitarlo a lo que él sonrió y coordinó conmigo para hacer una reverencia mutua y paralela perfectamente calculada, era como si lo hubiésemos ensayado. Salí de allí contento y me dirigí a mi camarote nuevamente, ya con el smoking listo y en mis manos.
Posted on: Wed, 25 Sep 2013 23:45:28 +0000
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