Carta a Kafka.Querido Kafka: Te escribo porque anoche me - TopicsExpress



          

Carta a Kafka.Querido Kafka: Te escribo porque anoche me encontré con Max Brod y le conté que te había visto vivo. Me contempló pensativo y no supo qué decir. Cuando le volví a insistir alzó la vista y me dijo: “No seas kafkiano, mijo” y se comenzó a reír. Te confieso que le hablé confiando en que supondría para él una alegría. Pero no, me equivoqué. Ya todos sabemos que tú no existes como tal, que en el mundo editorial no hay mayor ficción que ésta: un editor que se presta a la trampa intelectual de crear un personaje llamado Kafka, editarlo “sin permiso”, “traicionarlo” y dotarlo de un paisaje biográfico y de un lenguaje que es alta Literatura. Pero, la mayor locura de todas fue “asesinarte”, crearte y después “matarte” como a cualquier criatura. ¿Qué se piensa Max?, ¿que es Dios? ¿Y tú, por qué lo permites? Sé que estás viejo. No quites importancia al hecho atroz de que no te quede voz y Max te haya convertido en su creación. Ha sido la mayor metamorfosis del siglo XX. Psicosis de un editor pervertido. ¿Acaso estás todavía ayunando? ¿No es mejor que asumas, como escritor, tu auténtica biografía? Max Brod está cada día más orgulloso de sí. Anoche cuando lo vi todo el mundo lo adulaba. Era tu viudo. Lloraba, leía, hablaba por ti. Todos piensan que estás muerto y que “te entregaste” a él, pero yo no. Su papel me llenó de desconcierto siempre. En tus fotos advierto cierta sombra en la mirada que no quiere decir nada, ¡pero está!... Como esa K de tu nombre... ¿Por qué “Ka”? ¿y por qué así, duplicada, unida por una F (o separada por ella)? ¿No será ésta otra mella de Brod, ese mequetrefe? ¿Dejaremos que se befe de nosotros? Yo me niego. No voy a seguir su juego. No querrás ser escritor, pero Franz, esto es peor. ¡Es metavida!, ¿estás ciego? Le das tu nombre, tu vida, tu pobreza... y él te paga con una fama tan vaga que te convierte en suicida. Escribe por ti y se olvida de que eres un ser real. Te pasa siempre puntual su ridícula pensión por convertirte en ficción. ¿Anticipo editorial? ¿Altruismo literario con el novelista cheko que lo dejó hacerse un hueco en tan complejo escenario? ¿Remordimientos? Tu Diario, Kafka, tu libro El Castillo, El Proceso, el más sencillo de los textos con tu firma, son falsos. Y lo confirma tu vejez de hombre sin brillo, olvidado por la prensa y los enciclopedistas. Lo confirman las revistas y la mayoría inmensa de lectores. Nadie piensa que quisieras destruir lo que lograste escribir. Lo confirma ver anoche a Max Brod en un gran coche mientras tú vas a dormir a un triste Asilo de Ancianos donde una dulce enfermera te lee a Kafka y quisiera saber si fueron hermanos. Ver que te tiemblan las manos. Notar que tus herederos (tus hijos, los verdaderos) te creen muerto. Los cubanos tal vez somos demasiado sentimentales, o incluso, fantasiosos, pero uso la dirección que me han dado para ponerme a tu lado y así hacerte comprender que sí, es posible volver de un “punto determinado”. Esta carta que te escribo ojalá llegue a tus manos (pese a sus tintes kafkianos ya sabemos que estás vivo). Me duele verte cautivo de tu propia inapetencia social, o de la imprudencia con que cediste los textos a Max Brod. He aquí pretextos nuevos: la correspondencia.
Posted on: Sun, 30 Jun 2013 13:56:55 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015