“Carta abierta de un hincha colocolino. Esta carta está extraída directamente de mi corazón. Todo lo que aquí se plasma no pasó por el procesamiento lógico del pensamiento sino que está siendo disparado desde adentro. De guata. De sentimiento. Lo de anoche fue una de esas jornadas que no olvidaremos jamás. Los que estábamos en el estadio sabemos perfectamente que lo que vivimos es el punto más bajo al que hemos llegado como institución. Ni la quiebra fue tan terrible como esto, porque en la quiebra salimos adelante con una manada de cachorros que lucharon como animales por defender lo que es suyo. Con pasión, con sangre y con amor. Comandados por un capitán que quedará grabado a fuego en nuestros corazones. Anoche mientras unos gritaban desaforados, frustrados, como un buen amigo serbio que estaba al lado mío, yo no lograba reaccionar. En mi cabeza había un loop eterno de recuerdos sobre River Plate y su lenta agonía futbolística e institucional. Sin desmerecer a un rival correcto, que viajó desde Colombia con un nivel discretísimo para darnos un baile, lo de Colo Colo fue nefasto. Pero no nefasto como un partido malo que cualquier equipo puede tener, lo cual como hincha de verdad uno logra comprender, sino que se trataba de 11 tipos corriendo desesperadamente detrás de una pelota, con un estado físico impresentable. Y cuando uno creía que eso era lo peor, jugadores que se creen referentes del club, demostraban su amor a la camiseta tirándole tacos a los fantasmas y pegando patadas arriesgando expulsiones. Señores, ustedes no fueron, no son ni serán referentes de este club. Ustedes son trabajadores de una empresa que paga muy bien y que no se rompen el lomo durante la semana, como cualquier trabajador que si lo hace para reunir la plata para ir a verlos a la cancha a hacer estos papelones. Total, a fin de mes los millones los cargan en sus cuentas corrientes de manera sagrada. Señores de Blanco y Negro, les pido humildemente que den un paso al costado. Sabemos que Colo Colo es una extraordinaria plataforma para hacer negocios. Pero ustedes, que ya lograron asegurar sus futuros con sus distintas empresas, no jueguen con el sentimiento de la mitad del país. Lo que para ustedes es un paseo al estadio, para nosotros es lo que define nuestro estado de ánimo y mucho más. Basta de jugar con el sentimiento de la gente. Basta de aceptar empates ratones y triunfos por la cuenta mínima tirando centros a lo que salga. Basta de traer jugadores recomendados por empresarios oscuros. Basta de las humillaciones a nosotros y a los jugadores que si sienten la camiseta como uno. Paredes, por dar un ejemplo. Basta de subir los precios de manera estúpida. Basta de aprovecharse del amor. Porque con el amor no se juega. No quiero que mi abuelo que ha visto a todos los Colo Colo de la historia se muera con esta pena. No quiero que el hombre que me entregó la mejor herencia que nadie puede dar se vaya de este mundo viendo que el equipo que tantas alegrías le dio este agonizando a vista y paciencia -y ante el gozo- de muchos. Tengo pánico que lo de anoche sea el primer antecedente de una catástrofe como la de River, ¿o no se acuerdan de esa jornada amarga para los millonarios cuando San Lorenzo les dio vuelta un resultado con 9 jugadores en el Monumental de Núñez? ¿Acaso los incidentes de anoche al término del partido, con Carabineros repartiendo palos a diestra y siniestra no les recuerda la jornada de lo que pasó luego del partido con Belgrano? ¿Es eso una determinación correcta ante gente que lo único que hace es protestar ante algo que pagan por ver y que justificadamente no les parece? Esto puede terminar muy mal. Hay mucho en juego. Mucho riesgo. Podemos irnos a la B, ojo con el promedio. Es hora de que ustedes, manga de ladrones entiendan que esto es Colo Colo. El equipo que ha sabido ser campeón. Yo fui criado entre alegrías, entre vueltas olímpicas, con dos partidos en la semana. Soy un malcriado de mierda, lo sé, pero duele mucho ver que el amor de tu vida esté siendo asesinada lentamente en frente tuyo y a plena luz del día. Esto es solo un desahogo. Una reacción desesperada. Domingo a domingo voy a seguir yendo a la cancha con los de siempre, porque querámoslo o no, nunca te vamos a dejar de querer. Nicolás Vidal Isla“
Posted on: Fri, 30 Aug 2013 23:52:32 +0000
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