“Cartas a Agustin” (Texto completo) Indice: El adviento de - TopicsExpress



          

“Cartas a Agustin” (Texto completo) Indice: El adviento de Agustín: “Un nombre remoto, que actualiza nuestro destino” (pag.2) Varón que lucha (pag.5) Aprender a amar (pag.7) Conocerte, conociendo (pag.9) Un hermano te espera: Joaquín (pag.11) Las manos de tu padre (pag.13) El silencio de mamá (pag.15) Hijo de la esperanza, en tiempos de desolación (pag.17) Cuando encuentres a Dios (pag.19) El adviento de Agustín: “Un nombre remoto, que actualiza nuestro destino” Como tantas veces, como todas las que van congregando a cada retoño de éste árbol grande y fecundo, me presento pequeño, como un cronista de esta llegada, como aquel que quiere dibujas estas primeras palabras que son anuncio, que son invitación, que son acción de gracias. Pequeño, tu nombre, aquel por el que serás conocido y reconocido, por aquel que serás llamado y citado, tantas veces, por tantos hombres, en tantos lugares, es tan lejano como esas cosas que vienen de lo alto para anidar entre nosotros. Hace mucho tiempo, allí en donde los imperios hacían civilizaciones, tu nombre refería a Augustinus, que a su vez deriva de Augustus, por lo que significa "relativo a Augusto" o "perteneciente a Augusto"; también se le puede adjudicar el mismo significado que Augusto, "consagrado por los augures" o “el venerado”. Augusto fue un rey lejano, un rey poderoso, de aquel tipo que llamamos emperador de un pueblo inmenso que explica mucho de lo que son muchos pueblos. La genialidad de Augusto fue ser soldado y conquistador pero también un hombre que inauguró una paz que nunca más conoció ese pueblo, con diversidad y prosperidad. Por haber logrado la paz y la prosperidad, el Imperio jamás lo olvidó, y por todo eso, lo veneró. Es una veneración pagana, pero que es –a su manera- la gratitud por lo más preciado, esa misma paz. Hay otro Agustín, en el otro extremo de la historia de esta humanidad a la que llegas. Este ya no es pagano, es un hombre de profunda fe, una fe que lo contrapuso a él mismo, que lo hizo descender a la oscuridad más intensa, para descubrir allí, una luz que no se apaga al día de hoy: y que, por todo eso, la Iglesia (esa comunidad a la que también llegarás, como un nuevo pueblo), lo declaró también venerable o santo. Augusto, conquistó pueblos, Agustín, se conquistó a si mismo, su voluntad. Dos hombres y un mismo destino. Atraviesa el tiempo y las culturas, y es por eso que tiene tanto valor la elección, porque sabemos que con aquel, llegará a vos ese eco de la historia que encontrará en ti, una nueva iniciativa, una nueva conquista. Pero serán solo inspiraciones, tu tienes tu propio camino, portarás tu propio mensaje, tendrás tus propias palabras. Solo queremos que recojas las que aquí han quedado, y veas todo lo posible, todo lo inmenso de la propuesta, para que te entusiasmes ya allí en el silencio de un vientre que te ayuda a crecer. Tu nombre, como todo nombre, lleva consigo un don, porque mediante la palabra los hombres explicamos el universo, tal “imagen y semejanza” de esa mano que te trajo a nosotros. Pequeño, estas signado por grandezas, de esas que edificaron la historia, y esto es un llamado para vos, te lo recordaremos en su momento, hoy es tiempo de disfrutar de esta llegada, que nos inunda de alegría y nos ayuda a seguir confiando en esta familia que se congregará alrededor de vos, para ser tu primera casa. En este espacio, que será para un tiempo adecuado, oportuno, solo quiero dejarte testimonios que te ayuden con el paso del tiempo a comprender esas vivencias que muchas veces serán para ti contradictorias, como las que experimentaron estos dos hombres que hoy te traigo para que conozcas, como una especie de mantra que invoca al Señor esas bendiciones que han permitido en esos dos espíritus, ayudarte desde hoy, a ser vos mismo. Bienvenido a casa, porque ya estas entre nosotros, un poco más, y el aire será tuyo, para que cuando lo exhales, una nueva alma cubra el horizonte de todos los que esperamos la maravilla de tu presencia. Varón que lucha Cuando te mires, descubrirás tu masculinidad, varón llegaste a nosotros, el principio de todos, el nuevo que realizará tanto... Tendrás los ojos del lince, la frente despejada, para pensamientos puros, los oídos para escuchar la naturaleza, las piernas para correr entre las islas, dejarás que el viento te hable, y le hablarás a la vida y a la muerte, mirándola a los ojos Tus manos serán fuertes, tanto, para sostener la espada. Gritarás un grito de guerra, que atravesará la apatía y el desasociego; llegas guerrero, porque eso somos pequeño, eso aprenderás, como varón Y tu lucha, traerá paz a tu casa y a tu tierra. No lucharás para dominar, sino para dominarte Tu nombre tiene que ver con eso, y eso, define el valor de tu nombre. Varón, como estandarte que desafía y advierte, sos el límite al mal, porque serás hijo de lo bueno y verdadero, y esa será siempre tu casa por la que dejarás todo, algún día. Lucharás, porque eso hacemos los varones, peleamos para vencer el quietismo de las esclavitudes de los que han aceptado todo, sin que la justicia les queme el pecho. Pero, cuando empuñes la espada, debes ser testigo de la verdad, esa es, la única causa posible para pelear. No luches por las mentiras, esas son tus enemigas, tu alianza está con el Cielo, ese mismo lugar, de donde provienes... Aprender a amar Hay una razón, que es toda una fuerza. Amar, pequeño, te hará, tremendamente fuerte. Parece poco, pero es demasiado; confundirás a los necios tanto, que te perseguirán por eso; porque amar, te devolverá siempre a este lugar, a este momento, cuando estás tan expuesto. Amar, no te hará ciego, verás más allá de todos, estarás por sobre el mundo, será como caminar sobre las aguas, porque lo imposible, será un hecho. Amar, será un arte cotidiano, que dolerá mucho, a veces, pero te llenará al final, de lágrimas los ojos por todo lo que verás que brota de tus manos Amar, es consumirse, y somos paja que se quema, para dar calor al que tiene frío, luz, al que está en tinieblas, fuerza, a lo que está detenido Amar, te acercará a los hombres, te hará recorrer sus huellas, pero no para confundir tus pasos, sino para descubrir en ellos, tantas cosas que hacemos estúpidamente los hombres Cuando entiendas la condición humana, serás hombre, sin serlo, te harás parte de un mundo diferente, de esos que solo Dios, ha podido llegar, no sin ser primero, uno como nosotros, tan hombre, como dejamos que sea... Amarás, aprendiendo a hacerlo, siempre entre todos, nunca alejado del mundo, porque el amor, te expulsa hacia afuera, aunque suponga, todo lo que ya sabes de adentro. Vienes por ese acto, y ese acto, será una constante en tu vida, de esas que están como la sombra, pero no se esconden, no se disfuman, no son oscuridad, son tan brillantes, como quieras serlo... Conocerte, conociendo Quién eres, y qué quieres, y por lo que quieres, sabiendo quien eres, serás todo lo que quieras ser No se trata de enredos se trata de la profundidad de lo que sepas, porque, cuando conozcas, mucho de ti, será conocido. Nada de lo que sepas, te hará extraño. Cuando sepas, conquistarás un puñado de tiempo, será tuyo, un poco del espacio, y en el meridiano de aquello, te preguntarás los mismos interrogantes, para que siempre, las respuestas, sean diferentes. Debes confrontar siempre contigo mismo, allí verás lo que nadie puede ver, y querrás, muchas veces, no saberlo. Saber, pequeño, te dolerá muchas veces, pero eso te hará grande, te permitirá ser libre, haciéndote cargo de ti mismo, y siendo tu mismo, la libertad que haga más grande al mundo Mirarte a los ojos, será preguntarte siempre, sospechar de ti mismo, para que no quedes detenido, al borde del camino, para que nadie te sustituya la palabra y tus esa tu propio alfabeto No compres el relato del mundo, sus saberes, están limitados, eres parte del universo, y eso los actualizará, los dejará un poco, más completos, solo porque tu, serás parte de ellos. Un hermano te espera: Joaquín Será difícil, al principio, él no comprenderá aún, lo mucho que eres de sí mismo; dale tanto tiempo, como puedas, permítele crecer, conociéndote, y cuando menos lo esperes, verás junto con él, el poder de estar juntos Pero cuando se encuentren, será inmenso, porque es como, cuando el río, se junta con el mar, los tonos parecen tan diferentes, pero terminan siendo, uno solo... Será consejero, será cuestionador, querrá suplantarte, sabrá protegerte, te adiestrará con fuerza, y aprenderás tu masculinidad, enfrentándolo más de una vez Tienes la gracia, de tu hermano varón, Joaquín será un centinela, pero también tu contrapunto, te recordará siempre, de qué están hechos los hombres, te alegrarás con sus aciertos, cargarás con sus contradicciones. Pero en la sangre, encontrarás un vínculo, que te explicará muchas cosas de tu propia vida, porque él será parte de tus referencias, y estará allí, para recordártelo Con el tiempo, sus creencias, serán mucho de las tuyas, y allí encontrarás siempre, un lugar seguro, para comenzar de nuevo Dale tiempo, él lo necesita para conocerte, tu lo necesitas, para conocerlo... Las manos de tu padre Verás pronto, a un hombre, aunque hayas sentido su voz tantas veces, decirte que te ama. Verás pronto una figura, que parece esfumada en el tiempo, porque un padres, está presente, entre las bambalinas de la vida, no escondido, sino en ese lugar donde se lo deja ver el Cielo. Pero de tantas cosas, te pido una sola, mira sus manos siempre, porque de esas mismas, llegarse al mudno, como un privilegio único, reservado a los justos, a los que abrazaron tanto la vida, que la vida les regalo eso, traer a los suyos, desde lo eterno Mirá siempre, las manos de tu padre, y en ellas descubrirás también, el sufrimiento, él pelea contra el miedo, el se opone al odio, el trabaja por la paz, apostando cada día, a que tantos, den lo mejor de si, que es seguir siendo socios de la vida. Algún día, verás esas manos temblar, y su mirada permaneciendo fija en ti, no sabrás por qué, y sin embargo, lo sabrás de algún modo. Serán los días difíciles, donde esté cansado, donde no tenga todas las respuestas que quisiera, donde lo habrán, injustamente cuestionado. Aprovecha entonces, y honra tu padre, sonríe, dale esa paz que busca en tus ojos, confírmalo en lo que cree, para que no se rinda nunca, y haga en sus luchas, un poquito de tu misma victoria Mira las manos de tu padre, las verás muchas veces juntas, en una oración que aún no entiendas, porque es un hombre de fe, y su fe, eres tu mismo; encuentra en su poder, el tuyo propio, y permanecerá en tu memoria, como el principio de todas tus cosas, y el testigo fiel, de la historia que él mismo, contribuyó a comenzar... El silencio de mamá Cuando la mires a los ojos, no dudes nunca, de todo lo que te dice, en silencio Tu madre es amiga del silencio, encuentra en él, muchas cosas que ni sospechas, y será una buena consejera para lo justo. El silencio de tu madre, es toda una palabra, que se aplica a todo el tiempo, y no te es extraño, lo que puedes conocer, porque caminaste con ella, en ella, parte de tu tiempo. Ella también, eligió luchar contra el dolor, ¡no puedes más que comprender, el compromiso que encontrarás en sus brazos! Cuando te mire, te parecerá que está detenida, y sin embargo, corre a tu lado, no te desplazará en los aprendizajes, pero no dejará que te encierres en el anonimato Te obligará a ser libre, incluso, de ella misma, con todo lo que a todas ellas les duele, verlos volar, cuando tienen las alas fortalecidas. Pero saben también, que el vuelo del cóndor es hermoso, porque tu también, como tu hermano, nacieron para las alturas. Recuerda siempre que su silencio no es ausencia está demasiado presente sin ocultarte, y eso es muy difícil de lograr porque implica primero que se ha dado cuenta cómo ayudarte a crecer sin ahogarte con el agua de palabras que no son las tuyas Mira esa mujer, y su silencio, es todo lo que necesitas, para explicarte cada día, en lo justo y lo necesario, en el error y en el acierto, en la virtud y el pecado, y desde esos sonidos aprenderás descubriéndolos, así, todo lo que te ha dicho Hijo de la esperanza, en tiempos de desolación Los hombres nos las hemos arreglado, para confundirnos, en medio de tantas respuestas Ha sido como exiliarse solos, para prodigar nuestra herencia, y tirar lo sagrado, a los cerdos. Pero, tu no serás, extraño a eso. No eres una casualidad, sino una oportunidad, siempre, de empezar de nuevo, sin olvidar lo ocurrido, pero sin quedarnos en aquello. Eres parte de una razón, convirtiéndote en una razón, para seguir esperando; esa es tu dignidad definitiva, y de a poco, podrás verlo. Estas entre nosotros, como un voto, y eres, al mismo tiempo, un voto del Creador, para con nosotros; porque de lo que te ayudemos a descubrir de ti mismo, seremos juzgados. Serás causa de muchas cosas, pero de la mas importante, no podrás escapar jamás, el mundo cree que contigo, será mejor, y eso será para ti, tendrá un sentido, uno al que solo tu le darás un nombre, y lo harás testimonio, quizás, sin que nosotros, podamos ya aquí verlo Lo que de ti crezca, será todo tuyo, aunque haya empezado con lo nuestro, y entonces le ofrecerás al mundo, un fruto bueno, ese que solo tu puedes darle, ese, que ya no será nuestro No seremos coautores de tus obras, y eso te deja solo frente al reto, pero de eso se trata adueñarte de la vida, hacerla tan tuya, que solo quedamos como una excusa para que te encuentren, y descubran en tus palabras, lo que el mundo necesita saber, para no perderse, para cicatrizar las heridas, para elevar las miradas, para empezar de nuevo... Escribiéndote, le escribo a la esperanza, confiado que algún día, sabrás entenderlo. Cuando encuentres a Dios No te lo puedes imaginar ahora, y quizás, nunca terminarás por imaginártelo. El va a llegar en silencio, en medio de los gritos, será una luz que se encienda de a poco, en medio de tantos destellos. Será tan real, entre los fantasmas de las imaginerías y las fantasías que se han esforzado por sustituirlo. Llegará, cuando todos se hayan ido, te mirará con esa mirada penetrante, pero nunca invasiva. Siempre te preguntará, y dejará, que tu mismo, descubras las respuestas. Le hablarás, aún, cuando no quieras hacerlo, aún, cuando no sepas quién es, y su respuesta estará involucrada en tu vida, no sabe hablar de otra manera. Cuando llegó a nosotros, se hizo uno de nosotros, atravesó lo peor, para devolvernos lo mejor, lo que supimos perder, ciegos de nuestra soberbia, mediante el camino del mayor de los despojos, y así demostró de lo que es capaz, de lo que somos capaces... Cuando lo mires, te verás a ti mismo, pero solo cuando puedas descubrirlo, en la mirada de los otros. En ellos se ha quedado, por ellos y por todos, por ti y por mi, para siempre... Cuando te encuentres con Dios, no hace falta que pronuncies su Nombre, porque El está por sobre todo nombre, y su Palabra fue la primera pronunciada, y mediante ella, realizadas todas las cosas. Cuando te encuentres con Dios, baja las ramas, no hacen falta, El, no te amenaza, salvo, que tu seas tu propio enemigo. Entonces no será El a quien debas temer, sino a lo que quede de ti. Cuando te encuentres con Dios entonces, deja que te cure, solo muéstrale las heridas, que sabe cómo cicatrizarlas, por la fuerza de tu propia confianza en El mismo, cuando te ayude a encontrar la confianza en ti mismo. Cuando te encuentres con Dios, sabrás reconocerlo, porque se ha hecho carne, y eso es demasiado inmenso, tanto, que aún, no terminamos de verlo Cuando te encuentres con Dios, serás pleno, peleamos para que lo logres, te lo prometemos, será la mejor herencia, la mejor enseñanza, para que le sostengas la mirada y nunca dejes de hacerlo...
Posted on: Fri, 27 Sep 2013 01:03:09 +0000

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