Claire convenció a su madre de tramitar el divorcio, pues desde - TopicsExpress



          

Claire convenció a su madre de tramitar el divorcio, pues desde que el hombre no podía golpear a su hija, golpeaba a su esposa. Su mamá finalmente accedió después de mucha insistencia y comenzaron con los trámites. La castaña iba a la universidad y asistió hasta medio año del 2010, cuando su mamá le dijo que viajarían a su país natal y le realizarían un traspaso con los certificados de notas y las libretas del colegio. Fue en julio 14, cuando volvió a ese país, había cambiado mucho desde que lo dejó a los 9 años, ahora ya tenía 18. Se la pasaron buscando departamentos todo el día, hasta que encontraron uno amplio y bonito para las dos. Su mamá no quiso que Claire estudiara en una universidad pública, por lo tanto, fue a pedir una beca a una universidad privada aunque sabía que debía comenzar a trabajar más y por más tiempo para poder pagarla. Por su parte, Claire había ido a buscar una escuela de aikido para no dejar este arte, aunque sabía que tendría que faltarse a algunas clases, pues seguro en la universidad le darían diferentes horarios que se mezclarían con los de aquél lugar. Comenzaría con todas sus actividades el lunes 18 y se sentía muy emocionada, pues todo en ese país era nuevo o casi nuevo para ella. La gente era muy diferente. Por fin llegó el lunes, fue a la universidad en la mañana. Al entrar al aula, vio que todos o casi todos los asientos estaban ocupados. Vio un asiento vacío al lado de un muchacho de cabello castaño y ojos marrón, el cual estaba situado al medio del aula y al lado de la ventana. La mochila del chico estaba en ese asiento. Se acercó algo tímida pero sonrió. -Disculpa – le dijo - ¿puedo sentarme aquí? -¿Eh? – el muchacho le miró y luego sonrió como disculpa – lo lamento; pero tal vez mi amiga venga el día de hoy y estoy guardando su lugar; pero – le señaló un asiento que estaba en la primera fila – puedes ir ahí, está vacío. -Bueno, gracias – Claire se alejó y fue a sentarse allí adelante. Se presentó al catedrático como Claire Diane Hunt. Las clases fueron normales, nada especial; pero de alguna manera, le agradaba mucho más oír las explicaciones en castellano que en alemán. Observaba de rato en rato el asiento vacío en medio del aula al lado de la ventana, pensaba seguro a ese chico le gusta sentarse solo; qué mala excusa de la supuesta “amiga” que tendría que venir… Al terminar las clases de la mañana, fue a su departamento a almorzar con su mamá un poco de comida de conserva. Luego, a las tres de la tarde se dirigió a la escuela. Cuando llegó vio a muchas chicas, parecían ser más o menos de su edad. La miraban extrañadas, la clásica mirada incómoda a la chica nueva. Pero hubo dos que le hablaron de manera amigable y con las que entabló conversación. Distinguió a una muchacha rubia alta con la mirada altanera, desde esa primera impresión que tuvo, no le agradó esa chica. Entró un hombre de rasgos asiáticos, cabello negro, y algo de barba. Llevaba el traje de aikido y sonreía amablemente. -Hola muchachas – les saludó, luego miró a Claire – tú eres nueva, ¿verdad? -Sí – asintió la chica algo nerviosa. -Ven a presentarte aquí delante para que las demás te conozcan – sonrió y le indicó un lugar al lado de él. La castaña se levantó y se paró allí. -Mi nombre… es… - le intimidaba el ambiente – Claire Diane Hunt. -Aquí normalmente nos llamamos por los apellidos – agregó el maestro – soy Masaru – le dijo. Pero espera, ¿por los apellidos? ¿Entonces le llamarían “Hunt”? No, no, esa idea no le gustó para nada. No le gustaba su apellido alemán y aún menos que le llamen de esa manera - ¿ya entrenaste aikido alguna vez? -S-sí – respondió – desde los doce años… - escuchó un murmullo general, y entre ellos, distinguió a alguien decir “casi como Emerson”. -Bien – sonrió el maestro – entonces vamos a evaluar tu nivel… para eso… - buscó con la mirada a alguien entre las chicas, luego frunció el ceño - ¿dónde está Emerson? Se abrió la puerta y entró una chica jadeando. -¡¡Maestro!! ¡¡Disculpe la tardanza!! – exclamó. -Emerson, es la enésima vez que llegas tarde. -Disculpe, el tráfico estaba horrible – rió. Era una muchacha de ojos grises, cabello negro, un suave contorno del rostro bien definido y delicado, nariz respingada. Claire la observó y sintió un retorcijón en el estómago, un balde de agua fría caerle encima, mientras su respiración se aceleraba y su corazón latía a mil por segundo... “Qué extraña sensación….” ` (perdon hermosas me tengo que ir ya pero les deje un capitulo aunque sea , para que no me odien) Lind noche
Posted on: Sat, 29 Jun 2013 05:24:12 +0000

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