Como dije: él me miraría y me diría, "con su deber no más cumple". Hace 19 años, el Papá de Buena asistió a la misa en recuerdo de su padre. Allí, en la iglesia, un derrame cerebral lo encaminó en su trayecto de descanso. Antes, se abrazó a su hija y le dio: cúidelas (a la Gran Maestra, a Autóctona y a la loquita). Antes, mucho antes, junto a Raulito Jr, les había dicho: Uds. son profesionales, fueron a la universidad, eso es de su mamá, mi amor. Si uno de Uds es libre, eso es mío. Ambos miraron a Buena, pero hoy ambos lo son. Don Raulito era una caballero alegre, sencillo y amigo de sus amigos, correcto, libre y con coraje, nunca permitió que un político le mintiera sin cobrarle no sólo la palabra, como cuando obligó, a riesgo de cárcel, a aquel que le prometió casas a sus compañeros del sindicato a que concretara lo empeñado. El dejó explícito que no recibiría la suya y siguió arrendando hasta que con su esfuerzo compró el palacio en el reyno de San Miguel, asilo contra la opresión y hogar para quién lo necesitara. Don Raulito nos hace falta a todos. Hoy en la ceremonia en la USACH, ex UTE, estuvo, y al son de "Por una cabeza", Autóctona miró a Buena y ambas fueron besadas por él. Feliz día a todos los papás, en especial a los que saben defender a sus hijos.
Posted on: Fri, 14 Jun 2013 21:54:02 +0000
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