Como empresario, no deja de sorprenderme como se inflan los supuestos “costos” o “inversiones” en los proyectos que se concesionan. Obviamente hay un incentivo perverso para esto, que son las cláusulas que garantizan la rentabilidad sobre las supuestas inversiones. Esto es premiar el chorizo y la ineficiencia. No hay un solo proyecto que se escape: la Ruta 27 a Caldera, el Puerto nuevo de Limón, la carretera a San Ramón, la Trocha, el Aeropuerto Juan Santamaría, el Aeropuerto de Liberia, la Refinería de RECOPE y ahora la mina de Crucitas. Dicen los voceros de la empresa minera que ya tienen demandado al país por más de $1.000 millones por sus “inversiones” y que no se van sin cobrarlas. Perdón, pero hacer un estudio de factibilidad, cortar unos árboles y mover un poco de tierra no cuesta $1.000 millones. Para poner esto en contexto, con ese monto se podrían construir y equipar más de 20 hospitales como el nuevo Hospital de Alajuela. Estamos viviendo en tiempos de saqueo total del Estado, y el Estado somos nosotros. Es hora de que los responsables de este saqueo tengan consecuencias.
Posted on: Fri, 21 Jun 2013 00:06:12 +0000
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