Comparto las maravillosas palabras de Julio Ortega dedicadas a Lucky, el perrito abatido a tiros por la policía, y a la ciudad de Zaragoza por su reacción social: Lucky, tu asesina se llama ignorancia. Y nada más peligroso que una ignorancia con poder y medios para matar. Decía Aristóteles que el ignorante afirma y el sabio duda y reflexiona. Por eso quien te mató no titubeó. Y también por eso se equivocó, pero para ti ya no hay remedio, su estupidez te arrancó la vida para siempre. La reacción social a tu asesinato se llama ejemplo de valentía y de sensibilidad. Que ahora ambas confluyan en el camino de la astucia y que la rabia, los gritos y las lágrimas no se queden sólo en la satisfacción amarga por la respuesta popular, un orgullo innegable, merecido y necesario, pero insuficiente si después no hay más que un recuerdo que se va mitigando y un aniversario del dolor. Sólo actuando ahora con el estómago encogido y el corazón ardiendo pero con la mente fría, la ignorancia que mató a Lucky no dejará de existir, pero el analfabeto no podrá refugiarse en las atribuciones de una placa de policia y de una licencia de armas para que un crimen así quede impune. El desconocimiento conduce al miedo y el miedo pare reacciones imprevisibles, No, no dejará de haber ignorantes, pero lo que no podemos permitir es que formen parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad, e impedirlo tiene que ser el objetivo. Lucky no volverá a correr por el parque ni a ladrar, pero que su asesinato marque un antes y un después, que no haya sido en vano. Gracias Zaragoza, no hay palabras de admiración suficientes para describir tu coraje. Lo siento Lucky, no hay palabras que hagan justicia a su miseria moral y a nuestra aflicción.
Posted on: Sun, 16 Jun 2013 15:20:15 +0000
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