#Creepypastas1de10 likes y continuo Ten cuidado con lo que lees ;) La siguiente historia es real. Fui partÃcipe de ella hace unos años, cuando tenÃa apenas 16. En ese entonces me encantaban la música y los libros. Pasaba horas y horas en compañÃa de mi iPod, o de cualquier libro que cayera en mis manos. Simplemente me fascinaban. Una tarde como cualquier otra, me dispuse a leer una novela bastante extensa que me habÃan obsequiado el año pasado para navidad. Estuve alrededor de 2 horas leyendo, hasta que un momento me aburrà y se me empezó a cansar la vista. Separé las páginas con las solapas del libro, para que en el momento de retomar la lectura supiera dónde habÃa terminado, y me dirigà a la computadora. Chequeé un par de las redes sociales que utilizo y miré las páginas que miro de vez en cuando. No seguà leyendo. Pasaron los dÃas, y no volvà a tocar el libro, hasta que una mañana de mucho frÃo no encontré nada para hacer y retomé el libro donde lo habÃa dejado. Mi sorpresa fue que tenÃa un señalador (bastante raro, con caras de varias personas que no tenÃa idea de quienes eran) puesto en una página a la que nunca habÃa llegado. Al principio pensé que habÃa sido mi hermano mayor, pero luego caà en la cuenta de que era imposible porque estaba en mi cuarto, y cuando yo no estoy allà lo cierro con llave (precauciones para que mi hermanita no use mis cosas). Lo abrà donde estaba señalado y tras pasar alrededor de 10 minutos lo único que vieron mis ojos fueron collages de imágenes de personas; algunas enojadas, otras tristes. Fue muy raro encontrar eso, porque no correspondÃa con el hilo narrativo que habÃa estado llevando el autor en los primeros 11 capÃtulos, además del hecho de que cuando lo hojeé por primera vez para ver si tenÃa fotos no habÃa visto nada. Debo admitir que me asusté un poco, pero lo tomé a la ligera y me puse a hacer otras cosas. Más tarde ese dÃa, mientras estaba en la computadora, tuve esa tan conocida y horrenda sensación de que alguien me estaba observando. Haciéndome la misteriosa, giré la cabeza rápidamente y, obviamente, no habÃa nada. Me dieron ganas de ir al baño, y cuando me dirigÃa al mismo noté una sombra rara. En mi casa eso era común, ya que mi mamá solÃa poner velas aromáticas en el baño durante la noche, y la luz se reflejaba en las toallas o los cestos de mimbre que utilizábamos para guardar la ropa limpia y proyectaban diferentes sombras sobre el inodoro. Abriendo la puerta corrediza de madera del baño, miré por casualidad en el espejo, justo en el instante en que la sombra cambiaba de posición para asimilarse a la silueta de un hombre, que ahora estaba parado esperando que yo entre al baño. No sé si fueron todas las historias y pelÃculas de terror que habÃa visto hasta entonces o simplemente un acto reflejo, pero salà corriendo de ahà más rápido de lo que jamás habÃa corrido. Estaba confundida, sorprendida y, por sobre todo, asustada. El baño podÃa esperar. Pasaron las semanas, y como se acercaba el fin del año, todos los cursos que egresaban de la escuela secundaria hacÃan fiestas para finalizar con esa etapa de su vida. Asistà con mis amigos a casi todas, por lo que se podrÃa decir que entre las fiestas y los dÃas hábiles de colegio no pasaba mucho tiempo en mi casa, salvo los fines de semana. Asà pasaron aproximadamente 2 meses, y todo lo que habÃa sucedido con el libro y la sombra del baño fue ocupando un lugar secundario en mi mente. La tarde del 23 de diciembre me encontraba sola en mi cuarto, y después de leer varias creepypastas, me acordé del libro. Lo busqué por todos lados, y cuando finalmente logré encontrarlo me di cuenta de que el señalador ya no estaba, a pesar de que yo lo habÃa puesto en la misma página en la que desafortunadamente lo encontré. Esta vez antes de empezar a leer decidà buscar el nombre del autor en internet, para ver si esta novela suya debÃa contener las páginas con las imágenes de esas personas, y porqué. No encontré NADA. Usé 6 buscadores diferentes, todos de gran renombre. Ninguno encontró nada, ni del autor ni del libro en cuestión. Alarmada, me dirigà hacia una librerÃa enorme, en la que trabajaba un familiar mÃo. Apenas le mostré el libro, me preguntó de dónde lo habÃa sacado. Luego, preocupado, me contó que ese libro habÃa sido publicado en 1994, y que misteriosamente su autor habÃa desaparecido. También me dijo que, una a una, todas las personas que aparecÃan en las fotos habÃan tomado cantidades inmensas de cianuro, envenenándose lentamente, para sorpresa de toda la gente que las rodeaba. Los familiares de los suicidas atestiguaron que el dÃa antes de morir cada una de las vÃctimas habÃa llamado a su hermano/a, diciéndole que habÃan estado leyendo un libro, y que de un dÃa para el otro habÃa aparecido un señalador con su foto, que marcaba una página en la que también aparecÃa, y que sentÃan que una presencia los vigilaba todo el dÃa, incluso cuando iban al baño.
Posted on: Sat, 17 Aug 2013 03:21:20 +0000
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