DE LOS HABITANTES DE LA RED, EL APRENDIZAJE VIRTUAL Y OTROS - TopicsExpress



          

DE LOS HABITANTES DE LA RED, EL APRENDIZAJE VIRTUAL Y OTROS MENESTERES MI PROCESO DE ALFABETIZACIÓN INFORMÁTICA. MI CONSTITUCIÓN COMO HABITANTE DE LA RED. Con la llegada de las Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación, tomaron vigencia nuevos términos del vocabulario cotidiano, tanto en las nuevas como en las viejas generaciones: “Sociedad de la información”, “Sociedad del Conocimiento”, “sujeto alfabeto informático”, “comunidades de la práctica”, “Entorno virtual de aprendizaje”, “habitante de la red”, “Aprendizaje en red”, “usuario de Internet”, “Administración del Conocimiento” y otros más. Con el surgimiento de Multimedia y la llegada de Internet, en 1993, después con el Web y las redes sociales, enfrenté los retos de ser “un habitante de la red”, de “gestionar el aprendizaje en red”, de “administrar el conocimiento”, de “trabajar en colaboración y aprender en equipo, constantemente y de manera rápida”, de crear entorno virtuales de aprendizaje y de gestionar el aprendizaje de manera no presencial, dando lugar a situaciones de aprendizaje independiente”. Todo ello demandó: Ser consciente de los nuevos roles del maestro y del alumno, tener presente nuevos paradigmas de aprendizaje, visualizar la nueva ecología educativa impulsada desde la red, revisar los procesos en que me alfabeticé informáticamente y aquellos procesos en que me hice habitante de la red. Fue en 1987 que inicié mi alfabetización informática. Lo hice a partir del uso de una computadora personal de escritorio 8088. Juan Lanzagorta la importó para mí de los Estados Unidos. Fui el primer profesor del ITESO que tuvo una computadora personal, después del Padre Juan José Coronado, para apoyar el desempeño académico y docente. Juan Lanzagorta trajo mi computadora junto con otras que importó, de los Estados Unidos, para el soporte secretarial y administrativo. La que me trajo a mí, no contaba con disco duro ni programas de soporte. Los primeros programas que emplee fue el DOS (sistema operativo de disco, antes de que Microsoft fuera su propietario, que cargaba a partir de un diskette) y el Word Perfect, que cargaba de igual manera, en la memoria temporal. Para escribir documentos tenía que sacar el diskette que contenía el DOS para cargar el procesador de texto WORD PERFECT, que se manejaba a través de comandos. Para guardar el documento, sacaba el diskette del Word Perfect y metía un diskette virgen. Un curso a vuelo de pájaro sobre lo principal de Word Perfect, que posteriormente, yo, resumiría en 10 puntos básicos para mi hijos y esposa, como base para que aprendieran el programa, eso, fue mi iniciación. Para lograr el dominio de tales programas les pedí a Fernando Escobar, a Gabriela Ortiz y a Victoria Espinoza: “díganme cómo prendo la computadora, cómo incorporo los programas, cómo me salgo de trabajar y cómo apago la computadora. Yo me encargo de lo demás”. Me pasé 2 meses con trabajo diario continuo, explorando los programas, practicando, elaboorando los documentos que antes hacía en máquina de escribir, equivocándome, corrigiendo, aprendiendo de los errores. De noche me soñaba trabajando en la computadora deshaciendo el texto y corrigiendo lo que hacía mal. Logré apropiarme de la lógica de Word Perfect, de sus esquemas de organización y representación de funciones. Un día se “liberó” Word Perfect 5, que reproducía la representación de los programas de Apple. Las funciones se realizaban a partir de botones y el uso de teclas, ejecutándolas con pulsaciones de aquellos y de éstas. En proceso parecido (ensayo-error) me apropié de Power Point y Excel, aunque después realicé cursos de profundización de los mismos. Unos meses después se le instaló un disco duro de 40 Mb, con lo que pude realizar los trabajos menos azarosamente. Con apoyo de Word Perfect realicé mi primer Manual Operativo de Investigación de la Comunicación (1992). Lo imprimí perforando los esténciles a partir del archivo digital del documento. Después de un tiempo se hizo presente Works, con la misma lógica de Word Perfect 5 (se ejecutaba con los comandos de Word Perfect, al tiempo que indicaba las teclas o botones para ejecutar las funciones del programa). Así fue que me apropié de Word, a partir del aprendizaje de Works. Desde entonces trabajo con Word, aunque toda computadora que compro trae incluido el Works. Al procesador de texto y al presentador Power Point, le siguió el aprendizaje y uso de Mosaic, el navegador de Internet a través de páginas Web. Me servía de base el sistema operativo Windows 3.1. Anteriormente a esto, había hecho cursos de Internet (Álvaro Gómez fue mi maestro en esto). Navegaba por Internet a través comandos de programa en servicios para buscar información o intercambiar información como Verónica (servicio de búsqueda de información por palabras de Gopher) y Charlie (servicio de búsqueda e intercambio de información de FTP). Fue a sugerencia de Gerardo Pérez y Pérez, que exploré Mosaic. Él instaló el programa en mi PC, con el mínimo de aplicaciones, a fin de que pudiese navegar con él en Internet. - Mire maestro – dijo Gerardo- como tiene un disco duro muy pequeño (Para este momento, ya había adquirido un disco duro de 40 Mb), le voy a instalar sólo las aplicaciones que le permitan cargar el navegador Mosaic y navegar por la red. Así conocerá de qué se trata el Word Wide Web. -Pude cargar varios programas, pero no podía procesar ni guardar mucha información- Con la “liberación” de Netscape, la conversión de mi computadora en una 286 y con un disco duro de 250 Mb, Gerardo instaló completo el navegador, que ahora era Netscape. Cuando el ITESO me dotó, por primera vez de una computadora, unos meses después (fue una 386), logré navegar mejor por Internet. El Windows 95, multitarea, mejoró la posibilidad de usar los programas y realizar mejor la navegación. Antes que usara Internet, mis primeros pasos como “habitante de la red”, de 1987 a 1993, se dieron con el uso del correo electrónico (con las listas de interés y “comunidades de la práctica”); a tales aplicaciones le siguió el uso de Bitnet, a la que se llamaba “la red académica”, por estar dedicada a intercambiar información entre académicos y a la investigación. Incursioné poco en el uso de Bitnet y navegué poco en la red con tal herramienta, porque pronto se puso de moda Internet. Fernando Escobar, encargado del Centro de Cómputo, logró que el ITESO fuera uno de los tres módulos, de Bitnet e Internet, que se establecieron en México (los otros fueron la Universidad de la Américas y el Instituto Tecnológico de Monterrey). En un principio su efectividad estuvo muy limitada. Cuando se quería enviar correos electrónicos a otro lugar de México o del extranjero, la información viajaba a Monterrey, de allí a San Antonio, Tex y, de allí, se dirigía a su destino. Si uno de los tres nodos “se caía” algún sector de los usuarios mexicanos quedaba incomunicado. Por este tiempo (1993) incursioné en el diseño y desarrollo de multimedia. Lo consideré como un sistema de comunicación y de manejo de información no lineal, de múltiple formato. Esta exploración me permitió comprender conceptos como los de “hipertexto” e “hipermedia”. También fue de gran ayuda un el Primer Congreso sobre Multimedia, realizado en la ciudad de México. En él participé, además, en talleres sobre Flash, Estudio, y otros programas de autor de Macromedia (Dreamweaver, Authorware, Director). Netscape fue la estrella de las propuestas de Internet junto con las ventajas del Windows NT y de emplear información de documentos en imagen, que era más fría. El trabajo con Fernando Escobar en un taller para diseñar y producir multimedia (con experiencia interdisciplinar), duró varios años (al menos tres). Además de gestionar el aprendizaje sobre el diseño y desarrollo de multimedia, el taller sirvió para comprender la necesidad y función de una computadora multimedia, que en ese tiempo no era común. Fue nuestro primer obstáculo a vencer: hacernos de una computadora multimedia, que por demás eran escazas en México. La que tenía el Padre Coronado era una computadora MM, fue la primera que conocí. _ No te preocupes , Carlos, porque no tenemos presupuesto para nuestra computadora MM –me dijo Fernando Escobar. Voy a solicitar presupuesto para investigación y desarrollo de la Unidad. Con ello compraremos partes y construiremos la computadora. Solicitaré la participación de los alumnos de Electrónica o Sistemas. Así fue: Fernando, con la colaboración de alumnos de electrónica, armó la computadora multimedia que permitía incluir o reproducir información con texto, imagen fija y en movimiento, con sonido sincronizado. La parte más importante se centraba en integrar esta información, de múltiple formato, con la lógica del hipertexto y la hipermedia, dando lugar a una estructura no-lineal. Por otra parte, mientras tanto, con alumnos de comunicación y educación realizábamos el diseño de nuestro primer sistema multimedia “Juegos y Juguetes Mexicanos” a partir de una trama en la que tenía presencia una “Feria de pueblo” y el “Taller de Don Juanito”. Realizamos, presentamos, discutimos, analizamos, corregimos el guión de producción, el story board y la carta descriptiva del mismo, a partir del desarrollo del concepto y la propuesta de un prototipo. Previamente estudiamos las diversas fases del diseño y la producción, de acuerdo a la propuesta de la Philips. En esta experiencia, EL trabajo desde una perspectiva multidisciplinar (como aconseja la Philips) para diseñar y producir multimedia fue de aprendizaje en la colaboración, trabajo y aprendizaje de equipo: Fernando Escobar, es ingeniero industrial, experto en redes y sistemas computacionales, unió sus experiencias a los saberes de los alumnos de Electrónica y de Sistemas Computacionales. Se integraron la perspectiva educativa, comunicacional y multimedia, de mi experiencia y los saberes de alumnos de Ciencias de la Comunicación, complementados con los saberes y visiones de otro grupo de alumnos de Ciencias de la Educación. Integramos un equipo de tarea para diseñar y desarrollar sistemas multimedia. En el diseño del sistema, cada disciplina aportó su acervo teórico-práctico para resolver, dentro de un objetivo de educación no formal, en que se buscaba preservar el acervo cultural de juegos, rimas y juguetes mexicanos. Para lograr los objetivos educativos, se proponían estrategias discursivas y estructuras de comunicación, así como el manejo de símbolos de comunicación pertinentes para realizar representaciones para evocar realidades conectadas con los juegos, las rimas y los juguetes mexicanos, para convocar significados que den sentido a los mismos y provocar acciones y reacciones pertinentes a los objetivos educativos. Los ingenieros en sistemas y en electrónica desde una perspectiva crítica señalaría lo que se puede lograr y lo que no con los programas y sistemas computacionales o diseñarían las estructuras y arquitecturas necesarias para lograr lo que se proponga educativa y comunicacionalmente. La interdisciplinariedad permitía atender el desarrollo desde la perspectiva de diversas disciplinas: La comunicación, la educación, los sistemas computacionales y la electrónica. De esta experiencia aprendí el poder del trabajo en equipo, la colaboración, comprendí la fuerza que tiene el recurso de hipertexto e hipermedia en la gestión de los aprendizajes, así como en la administración del conocimiento y la información. En el diseño resultaban clave: el desarrollo de concepto, junto con el hipertexto, las cartas descriptivas, para anticipar las estructuras y redes de información, para presentar la ubicación de la información de manera intuitiva, para facilitar la navegación por el sistema multimedia. Multimedia resultó interesante para probar su aplicación en los procesos educativos. Algunos profesores de Arquitectura la emplearon con sus alumnos para generar reportes en cursos de “Teoría de la Arquitectura”. Resultaban prometedoras las posibilidades de la información multimedia: no lineal, con diversos niveles de profundidad, en diversos formatos de medios, potencia la creación de ambientes virtuales de aprendizaje. Con la apropiación de multimedia, como nuevo sistema de comunicación, dotado de su propio código y sistema de transmisión, saltamos fácilmente al diseño y producción de sitios y páginas Web. La oportunidad se presentó en 1996, al cambiar mi ubicación en el ITESO: pasé del Departamento de Estudios Socioculturales (donde se encontraba Ciencias de la Comunicación) al Departamento de Electrónica Sistemas e Informática. La renovación organizativa del ITESO por departamentos hizo posible la creación del Área de “Informática Educativa” en el DESI. Se creó con la finalidad de impulsar el uso y la aplicación de las herramientas informáticas en los procesos educativos. Recibí el encargo de ser coordinador del Área de Informática Educativa y de apoyar a Ávaro Gómez en el desarrollo del Web del ITESO y del Web del Departamento. Dos meses dediqué a buscar información para reconocer en que consistía el Word Wide Web. Concluí que era un sistema multimedia, montado en una red, a partir de un servidor. Su diseño y desarrollo requería el manejo y dominio del lenguaje HTML, de organizar con una lógica la información (que va de la más sencilla y superficial a la más amplia y profunda), apoyados en el hipertexto, así como el uso de un procesador de Texto y un navegador de Web. Nos apropiamos del lenguaje HTML (los alumnos del equipo de multimedia y yo) a partir de un taller que tomamos, con Álvaro Gómez. El taller versó sobre los elementos básicos para diseñar páginas Web. Cuando me creí preparado para abordar el encargo, hice una propuesta sobre los lineamientos que deberían cumplir los Webs, (el general del ITESO y los particulares de los departamentos).La propuesta tenía en cuenta que el ITESO no era una empresa de negocios, sino una entidad académica y educativa. Por tal motivo, el Web debería diseñarse bajo cuatro estrategias de desarrollo: 1) Administrativa, 2) de información, 3) Educativa (gestión de los aprendizajes) y 4) Académica (de apoyo a la investigación y administración del conocimiento). Con el aporte de Álvaro Gómez aplicamos los principios de la “usabilidad” para definir la información pertinente y establecer la estructura de información requerida por la Web, desde la necesidad de uso de los usuarios. Dentro del área de Informática Educativa se creó la Unidad Multimedia, que quedó a cargo de Magdalena González, continuando los diseños y desarrollos de proyectos iniciados anteriormente con los alumnos. Con el tiempo se producirían los CD “Las Artesanías de Tlaquepaque”, así como “Lugares de riesgo en el Estado de Jalisco. Con tales lineamientos iniciamos el desarrollo del Web del DESI, trabajando en equipo con Luis Eduardo Pérez Bernal, así como otros profesores y alumnos de sistemas (aunque no permanecieron mucho tiempo). Las estrategias contemplaban la incorporación de los miembros del DESI a la generación de información para el Web y al uso de la misma a través de 4 etapas: Administrativa, informática, educativa y académica. Esta parte de la experiencia se propuso como guía de gestión para que otros: alumnos, maestros y administrativos, se incorporaran como habitantes de la red. Con el uso de Internet a través de microondas y el satélite de comunicación. La experiencia del correo electrónico fue más gratificante. Las listas de interés fueron un gran recurso. A la par que se lograban los avances de Internet, mediante la Web, se me hizo una entrevista sobre el uso de las TIC en educación, por correo electrónico, en tiempo real, desde Londres Inglaterra. Se emplearon 10 horas, durante dos mañanas para realizarla. Se aprehendían apenas, se reconocían poco a poco, los recursos de la TIC. En 1996 y 1997 me incorporé como observador de los cursos de UAHI (participando directamente en el curso impartido por Fernando Escobar) y como profesor asistente en el curso de Claudia Micher. A partir del 1998 coordiné mis propios cursos de UAHI. Los cursos tenían tres objetivos educativos: 1) aprender a usar las herramientas informáticas, 2) aprender a manejar información, 3) aprender a manejar información con herramientas informáticas. La base de los mismos era gestionar el aprendizaje de las lógicas de uso de los “programas”, así como sus esquemas de representación y de organización (en vez de enseñar paquetes). Para lograr lo anterior, se empleaban algunas estrategias educativas, como: Aprender a partir de problemas reales de información. Realizar tales aprendizaje de manera colaborativa, armando un equipo de trabajo y de aprendizaje. Con tal equipo, realizar un proyecto de información y de manejo de información, a partir de una necesidad real. Apoyar los aprendizajes y la gestión de los mismos con tecnología (la red, procesadores de texto, editores de imagen, Web), la información de los cursos: programa, objetivos, aprendizajes a lograr, apoyos para el aprendizaje /(instructivos, manuales, bibliografía, ejemplos, sitios de apoyo), se encontraban en una página Web del curso. Por otra parte se conteaba con una página Web del curso que contenía el programa del mismo con sus objetivos, la agenda de trabajo de cada una de las sesiones, con indicaciones e instructivos de trabajos, manuales y material de apoyo a las situaciones de parendizaje generadas en cada sesión. Las sesiones de trabajo en el aula se convertía en un taller y se daban indicaciones para iniciar y realizar el trabajo, así como para generar procesos de “metacognición”, encaminados a que los alumnos descubrieran cómo aprenden, qué dificultades o problemas enfrentan para aprehender, cómo resuelven sus problemas de aprendizaje y cómo es que aprenden empleando las herramientas de aprendizaje y a descubrir en qué grado o medida aprenden lo que aprehenden, así como a evaluar los aprendizajes y sus procesos de aprendizaje. A partir de nuestra experiencia, en colaboración con Luis Eduardo Pérez, determinamos 4 niveles o grados de las páginas Web en apoyo de procesos educativos: 1) Administrativo: presenta objetivo, programa del curso, bibliografía, lista de alumnos, evaluaciones y asistencias. 2) informativo: Además de lo anterior, indica actividades de los alumnos, formas y fechas de evaluación, 3) Educativo: Junto con los administrativo e informativo, presenta material de apoyo (artículos, monografías, instrucciones, instructivos, manuales, da orientaciones, proporciona ligas a sitios que profundizan los asuntos), 4) Académico: Integra los tres niveles anteriores y ofrece información sobre el interés académico y de estudio de los profesores, sus proyectos de investigación, reportes de estos y estado de desarrollo, así como las ligas a sitios con proyectos e investigaciones similares. La propuesta se presentó en el Primer Foro sobre Investigación Educativa, que organizó la Secretaría General Académica del ITESO. Cuando fui pensionado por el ITESO, en enero de 2004, me propuse continuar trabajando en el uso de las tecnologías en los procesos educativos. Me interesaba, me sigue interesando, la formación de una red educativa con el apoyo de tecnologías e Internet. Actualmente exploro los usos de las redes sociales (principalmente Facebook) en la educación. Queda el reto de reconocer las diversas herramientas que se pueden emplear para ser un verdadero, genuino, habitante de la red, inteligente y crítico, a fin de gestionar el aprendizaje en red, los procesos educativos, desde la red, en la red y fuera de la red.
Posted on: Fri, 28 Jun 2013 22:11:37 +0000

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