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DESDE MI ATALAYA LA CADENA NACIONALISTA Los condados, los señoríos, los reinos y por fin las naciones, nacen como consecuencia de avatares, tribulaciones, sacrificios, muerte, injusticia, desolación, magnanimidad, egoísmos, generosidad, es decir; causas nobles y rufianadas. En fin, en la conformación de cualquiera de estos tipos de sociedad, ha intervenido, depende el caso, grandeza y vileza, justicia e injusticia. De semejante brebaje, surge la consolidación de sociedades más o menos estables, que se consolidan en un equilibrio emocional y de intereses a lo largo del tiempo. En cualquier caso la consolidación de las naciones, ha nacido de derrotar el interés de la villa del feudo, en definitiva del Señor que sometió a vasallaje a una población que terminó sirviéndole. Las personas que pertenecían a un señorío, a pesar de su esclava existencia, estaban tan al copo con su señor, como lo puede estar el ciudadano actual con el líder que proclama el nacionalismo de su región. Por tanto en este sentido no merece, como ser humano, más ni menos respeto el uno que el otro, ambos responden a impulsos más o menos reflexivos. Al fin, todo se reducía a preferir a un poderoso o al otro, al que pagar impuestos, es evidente que los campesinos objetivamente deberían preferir al que menos diezmo les reclamase, pero no es menos cierto que a la hora de jugarse la vida, lo hacían por una concepción tribal y ancestral del hombre. Tu mayor enemigo es el que más resquemor despierta, no el que más peligro entraña, el resquemor se identifica con la extrañeza despertada, mientras el peligro permanece solapado y acechante. Desde el punto de vista de lo evidente, el resquemor es constatable, el peligro a menudo, oculto. Los ciudadanos; ¿fueron más libres, dentro de las restricciones propias de la época, en los feudos o en las naciones? Aunque solo sea por lejanía al poder parecieran más libres los ciudadanos de las naciones, aunque solo fuera porque la mujer agraciada de cualquier pechero, era susceptible de ser vista por el “señor” y por tanto poseída por este, haciendo uso de sus derecho de pernada, mientras los súbditos de un reino vivían y morían sin haber sido avistado por el monarca. Los dirigentes nacionalistas, viven como los feudales, de azuzar en la intriga a su población. Solo se puede azuzar la población, si hay un enemigo en el horizonte, de lo contrario, esa población tendrá tiempo de ocuparse de cuantos diezmos deben pagar. Veo como se va a escenificar la cadena pro nacionalista ahora en Cataluña, ayer en Croacia, Kosovo, etc. como se escenificaba la del señorío de Benavente o de Carrión, contra el enemigo feudal vecino. El enemigo es España, una estructura con un poder limitado en medio de Europa, no se trata de razonar si esta estructura va a ser más o menos cleptocrática que la hipotética futura estructura nacionalista, se trata de que hay que ponerse en armas porque el “señor” advierte a su feudo que hay un resquemor. Con esta simpleza emocional nos comportamos los seres humanos, independientemente de los conocimientos y de las tecnologías, incluso de las épocas. Nadie se para a averiguar si la cadena que tú formas, te va a aprisionar más que la cadena que tratas de cercenar. Las cadenas propias son mejor toleradas que las ajenas, aunque aquellas, incluso, confinen la libertad más. Es por ello que cuando el “señor” estaba haciendo el reclutamiento, no era el mejor momento, para pedir a los siervos que entraran en reflexión. La reflexión es un proceso objetivo, mientras la acción es un proceso subjetivo, arrancar a alguien de su emoción, solo se puede conseguir por la fuerza. No parece que la fuerza sin más sea el camino, para meter al ser humano en razón, solo hay un antídoto a la fuerza y al sentimiento, la ley, aplíquese la ley. La ley al fin es fuerza, naturalmente, la fuerza que emana de toda la sociedad que la ha consentido, implantado o tolerado. Si alguien quiere implantar su fuerza, que cambie, si tiene poder o trasmite convicción, la ley. No se ha encontrado, de momento, un modelo más civilizado, que la fuerza de la ley para respetar la fuerza de la razón.
Posted on: Thu, 05 Sep 2013 10:44:18 +0000

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