De la emergencia a la prevención de desastres Acapulco, Gro., a - TopicsExpress



          

De la emergencia a la prevención de desastres Acapulco, Gro., a 13 de octubre de 2013 Comunicado 42-13 Hoy, 13 de octubre se celebra el Día Internacional para la Reducción de los Desastres con el objeto de aumentar la conciencia sobre cómo las personas están tomando medidas encaminadas a reducir el riesgo frente a los desastres. Los efectos devastadores de las lluvias de septiembre pasado nos han dejado lecciones muy duras que tenemos que aprender con el fin de que se reduzcan los desastres mediante medidas preventivas. Esto hace necesaria la construcción de una cultura de prevención y de respeto por el medio ambiente, temas que hemos dejado marginados en nuestra práctica diaria. Es sabido que los efectos de los desastres naturales pueden ser disminuidos o aumentados según sea nuestra actitud ante el medio ambiente y nuestra capacidad de tomar medidas de prevención. Muchas de las tragedias sucedidas en las semanas pasadas pudieron ser evitadas o reducidas si los ciudadanos y las autoridades tuviéramos una actitud diferente ante el medio ambiente, que se concibe más como un recurso que hay que comercializar. Hay que recordar que antes que ser una mercancía, el medio ambiente es nuestra casa, que necesita todos los cuidados necesarios para que esté en buenas condiciones. Por ello, es necesaria una amplia y profunda educación ambientalista para todos, que nos enseñe a reconocer y a respetar las leyes de la naturaleza y a vivir en sintonía con ella. Por otra parte, se requiere que se revisen y corrijan los comportamientos de las autoridades que no han respetado la normatividad relacionada con el cuidado del medio ambiente y la explotación de los recursos naturales, que han sido un factor decisivo del calentamiento global y de los efectos devastadores de fenómenos naturales como los huracanes y los terremotos. Sin duda, la corrupción ha sido un factor que ha aumentado la desgracia de muchas familias y comunidades. Se necesita redoblar esfuerzos para que la protección civil que implica a autoridades y a ciudadanos se convierta en un modo de prevenir y de reaccionar de la manera más eficaz para que los desastres se reduzcan sustancialmente. Este es un tema que debiera promoverse y que los ciudadanos debiéramos atender para beneficio de todos. La Arquidiócesis de Acapulco se propone contribuir a la educación ambiental y a la prevención mediante el fortalecimiento de capacidades de equipos de pastoral social en las parroquias. También queremos colaborar para que se elaboren, se den a conocer y se les dé la importancia requerida los protocolos de prevención y de actuación en los momentos de las emergencias e imprevistos. Ante la emergencia que continúa, seguimos atendiendo a los hermanos damnificados. En muchas regiones ya se ha normalizado la vida cotidiana y las plantas productivas, se han rehabilitado vías de comunicación y los servicios de la educación y de la salud se han estado poniendo al corriente. No obstante, no podemos soslayar el hecho de que en otras regiones del estado de Guerrero aun existen condiciones de emergencia. Es emblemático el caso de la ciudad de Tixtla que se ha paralizado por la inundación y no logra recuperar su vida cotidiana. Hay regiones como la Montaña y la Sierra que viven en condiciones de incomunicación y de alta vulnerabilidad que aún deben ser atendidas por el gobierno y por la sociedad. Se necesita un sostenido esfuerzo para rehabilitar las vías de comunicación y para abastecer de alimentos a muchos pueblos para que puedan valerse por sí mismos. Y se necesita que la sociedad continúe haciendo esfuerzos para seguir ayudando a esos pueblos que han permanecido invisibles y olvidados. La Provincia Eclesiástica de Acapulco que involucra a las cuatro diócesis presentes en Guerrero, mantiene su atención a estas poblaciones que aún están en emergencia y convoca a la sociedad a poner su atención en ellos y a seguir apoyándolas de acuerdo a sus necesidades. Por ello, mantenemos el centro de acopio de la Nueva Catedral de Cristo Rey en Acapulco y otros que se han abierto en la ciudad de Chilpancingo y de Iguala. Por otra parte, considerando que al desastre sigue una reacción emocional de alto riesgo de estrés postraumático, estamos organizando talleres en las parroquias para capacitar con herramientas de acompañamiento psicosocial y espiritual para acompañar a las poblaciones afectadas mediante la escucha empática y la oración. Estas comunidades no deben ser abandonadas porque pasan por crisis emocionales que pueden derivar en la depresión o en la violencia. Información: Oficina de prensa Arquidiócesis de Acapulco. Foto:
Posted on: Tue, 15 Oct 2013 19:35:33 +0000

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