De primer momento me pareció paradógico pero creo que en realidad es congruente que, ahora, cuando estamos más conectados, más expuestos, supuestamente más libres y con más apertura social es cuando más se desvincula uno del otro y más crítica (de la mala) se hace al otro. La otredad no se respeta; no se acepta la condición del otro, se devalora su dignidad, y ni eso: se le subvalora desde el principio. Como sociedad parece que estamos muy subyugados a las macronormas de toda índole: religiosas, económicas, políticas, etc. Los límites que marcan y moldean nuestro pensamiento nos limitan en la percepción y conocimiento del otro, que no tendría que decantar en la aceptación (porque quién es uno para pretender "aceptar" al otro) sino en una convivencia más basal, más inocente (podría decir). Bueno. No me meto más en camisa de once varas. Creo que hace falta hacerse ver más como minorías y aguantar vara porque históricamente después de las crisis vienen lapsos de asentamientos...espero.
Posted on: Fri, 16 Aug 2013 01:47:14 +0000
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