Dentro de los abusos que con su prepotencia está llevando a cabo el grupo especial antiterrorista conocido como boinas negras en la frontera de Gibraltar se ha producido uno de los más graves al violentar una valija diplomática, hecho sin precedentes, que no obstante España y algunos de los medios que defienden a toda costa al ministro Margallo y su política anti Gibraltar, como es el caso de Abc, tratan de justificar, queriendo engañar, una vez más a la opinión pública española. No hay más justificación para una medida de tal calibre que la equivocada decisión de enviar a dicha unidad GRS de la Guardia Civil a La Linea con el inequívoco permiso para incordiar, amedrentar e imponer en la frontera un estado de miedo y de crispación. Agentes que se te plantan en jarras delante de los coches, con la mano en la culata y las cadenas de pinchos amenazantes sostenidas a pulso (lo que hace que cada pocos minutos el guardia tenga que ser relevado), que no admiten explicaciones, que no dejan hablar ni expresarse al ciudadano con un inadmisible ordeno y mando que ha hecho correr, por el mundo entero ya, la versión de que España utiliza en la frontera de Gibraltar (y lo que es peor con el aval de la comisión de la UE que nada vió y fue burlada y engañada en su reciente inspección) métodos nazis y modos que se utilizaban en la España de Franco y que no corresponden para nada a la policía de un país supuestamente democrático. La actuación de este grupo en la frontera, tanto a la entrada como a la salida de Gibraltar, estableciendo unos dobles controles, ha irritado a algunos de los habituales guardias especialistas de Aduanas que normalmente trabajan en el paso fronterizo y que están molestos porque este grupo, cuyo mantenimiento tiene un alto coste en dietas y gastos de desplazamiento, está suplantando el trabajo de la plantilla habitual, volviendo a parar, a registrar y a poner patas arriba coches o personas que acababan de ser supervisados por esta plantilla. Estos especialistas de Aduanas que llevan toda la vida en la frontera de La Línea, saben que en el paso hay quien se dedica al contrabando de tabaco (no hay otro ilícito, en contra de lo que argumenta Madrid, de drogas, armas o grandes capitales) y quien no, que cruza a su trabajo, a su actividad habitual en el Peñón. Esa potestad que se le ha conferido a los boinas negras con permiso para incordiar, acaba de crear un grave problema al Gobierno de España, abriendo nada menos que un valija diplomática. El grave hecho lo quiere justificar Margallo, no desautorizando la grave acción y a quien la ha realizado, sino tratando de justificar que el envío no era de una embajada a su gobierno, aprovechando de paso para menospreciar a Gibraltar, diciendo poco menos que los británicos no tienen derecho a usar la valija diplomática desde Gibraltar. Es lamentable que para el Gobierno de Rajoy toda clase de atropellos cometidos en la frontera con Gibraltar valen. Ayer fue la violación de una valija diplomática, pero a dos por tres, es la violación de los derechos humanos, obligando a miles de personas a soportar enormes colas, en algún caso de hasta siete u ocho horas de espera dentro de un automóvil o de varias horas de pie, sin moverse, a la interperie aguantando el intenso frío de estas noches de invierno o con sofocante calor en meses pasados, como han denunciando trabajadores, sindicatos, turistas y ciudadanos porque con esas colas no se ha respetado ni a niños, ni a mujeres, ni a ancianos. Lo lamentable es que esta gravedad no se quiera reconocer y se adopte la mentira, la tergiversación de los hechos, el intento de seguir engañando a la opinión pública española. Y Margallo, sigue. Y a Rajoy se le llena la boca de alabar su buena relación con los británicos. Pero no con los españoles de La Línea, que son los que sufren.
Posted on: Wed, 27 Nov 2013 22:27:23 +0000
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