Deportistas de hielo: queridos amigos. Eran las dos de la tarde de este viernes pasado, y mientras esperábamos el ingreso hacia el gimnasio Energis, de Vitacura, los juchilistas nos dedicamos un buen rato a observar el comportamiento habitual de la gente que allí hacia ejercicios. Todos, sin excepción tenían sus fonos puestos mientras ejercitaban en las mas variadas rutinas, ni siquiera percibismo el mas mínimo atisbo de interés de uno por el otro, exepto cuando se miraban para no estrellarse, entre toda esa vorágine de mecanismos y aceros relucientes, que se multiplicaban frente a las costosas paredes de espejos vicelados. En eso intervino Lizandro, uno de mis mas antiguos segundos grados, e hizo el siguiente comentario... "Se da cuenta Maestro, como esta gente se comporta en estos lugares, sin ninguna cultura de compañerismo ?.." ... Asi es, le conteste, mientras arreglaba mi mochila. Esto es imposible que suceda entre personas que practiquen una disciplina deportiva de equipo, menos algo como el Juchic, en donde tu necesitas imperiosamente, además de practicar con un espíritu de compañerismo, sentir afecto y reciprocidad, por ese hermano que suda a tu lado, y confía su vida, a la pericia de tus golpes... " Nada es como el Juchic, Maestro"... Termino expresando Lizandro..- Asi es, Hijo, - Le conteste... En eso nos llamo el jefe de producción, para comenzar el rodaje. Asi es, hijo- se lo volví a repetir- Es por eso que sin Dios en el acto presente del Juchic, esta disciplina seria inviable... Recordé que muchas veces, por preceptos religiosos y búsqueda de un mejor pan, quise dejar estos golpes, pero sin dudas, y aunque parezca paradójico, a través de esta dura disciplina, he conocido a los mejores hombres del mundo, porque se, que Dios me los manda.
Posted on: Mon, 02 Sep 2013 07:20:23 +0000