Domingo 12 de mayo. DIA DE LA MADRE Entró la madrugada y las contracciones se hicieron presentes. De intensidad baja a intensidad alta. Beltrán nos indicó esperar alrededor de las 7am según fueran las cercanías de las contracciones. Me acostaba, me levantaba, caminaba, me sentaba, me levantaba, así fue pasando todo. A las 6 am, sentía que eran intensas, y me acomodé para irnos. Carlos dando más vuelta que un trompo, pero salimos, mi mami allí presente, tranquila y paciente, pero dándome con su presencia una seguridad invaluable. Llegamos a la clínica, entramos, llegó la Doula (nuestra compañera de parto, Maritza, la grande!!!, mil gracias a su sabiduría y entrega). Seguidamente el médico. Allí instalados, le digo a Beltrán, viste te esperamos, Alí Ernesto te esperó, ya que se había ido 10 días antes de viaje. Y bueno durante esos días hubo susto de que el parto se hiciera presente, pero no. Tal cual se lo dije a Beltrán, esperamos. Entramos en acción en la habitación asignada, nos acomodamos, entramos en coordinación con la Doula Maritza, pusimos música, bailé con mi More Carlos. Él me preparó dos Cd de música de esas que nos encanta, de una variedad increíble, desde canciones necesarias de Alí Primera, de Julián Conrado, bachata, salsa hasta música extraordinaria de nuestra madre África. Con esos ritmos teníamos que mover la cintura, cadera, la cuerpa pues. Ejercicios, movimientos, sacar todo lo aprendido en el curso prenatal hecho con Auroramadre. Así como lo que el instinto te exigiera. Nunca jamás pensamos que el día sería tan largo e intenso. Nunca imaginé que sería así. Hice muchas visualizaciones de cómo sería ese gran día, pero nunca imaginamos que sería tan intenso. La palabra intensidad se me escabulle, se me diluye en el viento de lo que fue. Para explicarme mejor, digamos que esta historia del domingo 12 de mayo, se dividió en cuatro partes, la primera la de instalación; de entrada, estuvimos muy animados. Beltrán entró en escena y nos anunció que tan sólo tenía para las 8am cuatro cm de dilatación. Y sustooooo, tan sólo eso. Así que él nos informa que iría a hacer mercado, y que, esta parrilla estaría para después del mediodía. Efectivamente sería así, no sólo después del mediodía, sino entrada la noche. Pues bien, la cosa se intensifica, contracciones iban y venían, la Maritza me explicaba que hacer, cómo colocarme, me daba masaje, me hablaba, me aconsejaba, caminábamos. La clínica estaba solita, era toda para este gran momento. La segunda parte fue transcurriendo en esa ida y vuelta de ejercicios y activaciones. La cuerpa se tenía que mover para generar la gran apertura. La tercera parte llega con el anuncio de que alrededor de las 3 de la tarde, quería pujar. Vaya anuncio, que llenó de emoción a los presentes pero que fue puro engaño. Al parecer todo se debió a que esta parte estuvo sujeta al ingreso a la tina, porque teníamos pensado hacer un parto en agua. Claro a este nivel las contracciones eran intensas y seguidas, aunado al falso anuncio de pujar, optamos por meternos en la tina. Fue eso un alivio, un relax, un momento de off. Me dormí, me desvanecí, y allí estuvo un error, me faltaba mucho aún en dilataciones, y este momento lo que hizo fue aletargar todo el proceso emprendido. Aquí se puso buena la cosa porque al sacarme de la tina, se activaron las contracciones, aún más intensas y de remate, llegó mi familia, mi hermana Joselyn Carolina, mi tía Eva, y más, se angustiaron…, todos estaban así, angustiados tanto la familia de Carlos como la mía. Al ver a mi hermana indiqué que no la dejaran pasar (que conflicto generé jajaja risasss, esa estoy segura que si se quedaba se desmayaría). En esta parte entré en un mundo de ida y vuelta, abría y cerraba mis ojos, respiraba, pero me sentía desvalida, cansada, adormecida, que ya no podía más. Beltrán aparece y me pidió que caminara que me activara. Así lo hice, a pesar del letargo que tenía, la hormona del Amor, “la oxitocina” diría yo, me incrementó la dosis. Carlos haciendo un esfuerzo titánico me caminaba por la clínica, los quejidos, los gritos y las emisiones de mantras eran intensas. El llanto no se hizo esperar, lloré, lloré. Me sentía perdida, desesperada, cansada. Hasta llegué a decir que no podía más. Y mi dulce amor Carlos me decía mirándome fijamente a los ojos, con sus manos sosteniéndome, que si podía, claro que puedes…. Maritza también con su extraordinaria vibra, me abrazaba dándome más que energías. Me aplicó todas las tácticas y estrategias que se sabía para posiciones de parto como demás quehaceres de dicho momento. Su esencia y presencia fue fundamental, no dejaré de agradecerle, que grande y determinante. MARITZA GRACIASSSSSSSSSSSSS AL CUADRADO. Tu luz, saberes, experiencia son de mucho significado. La última parte, el desenlace, su llegada extraordinaria. Cayó la noche y yo seguía allí, intensa, sudorosa, desvanecida y allí Beltrán venia al escuchar mi llamado. Me habló y se dio cuenta de que ya estábamos cerca. De esta manera, ya a las 745pm se anuncia que llegué a 9 dilataciones, tan solo faltaría una, SON DIEZ, SON DIEZ. Se dieron las 8: 00pm, llegó el esperado momento del verdadero pujo, y se me activó el alma, el cuerpo y el espíritu, eh aquí cuando uno dice, cuando sentía que ya no podía más, es cuando se incrementó la fuerza. Y empecé a pujar, jajajaj no sabía pujar jajaja, el dr. Decía Yasmin abajo, puja abajoooo. Jajajaja q risa recordar eso. Encontré una forma de pujar y fue en cuclillas, Carlos me subía y yo me bajaba conforme a la contracción. Así pasó una hora, dieron las 9pm y dije Beltrán me está quemando. Me sentó en una silla tipo poceta y allí se hacía presente el nuevo ser, mi estrella, mi Alí Ernesto. El Dr. Dijo aquí viene, puja no lo dejes ir, allí viene y con la fuerza de la madre, de la Matria, de la Naturaleza, de los Ovarios carajo pujé y salió, Mi Alí, mi estrella de los ojos despiertos y llenos de ternura. Me lo dio enseguida. Lo tomé en mis brazos, y le declamé Amor, tal como Beltrán nos enseñó le preparé una declamación, llena de sentires intensos y de palabras de bienvenidas. Su papá con sus lágrimas lo bendijo y le decretó su felicidad, en nuestros brazos decretamos hacerlo feliz, enseñalarle a amar, ya que amando es que VECEREMOS. Me recuerdo intensa, vaciándole mi corazón lleno de tantas palabras amorosas. Por allá escuché al Dr. Diciendo de manera juguetona, la muda habló. Y digo hoy, como no hablar, cantar, reír, llorar ante tanta magnificencia. Dios mostrándonos su tantico de amor. Lo vistieron, salió la placenta y chupulón a la cama. Luego llegó el momento del encuentro con la tética, y fue dulce y placentero. Estaba cansada pero tenía fuerzas para seguir. Cómo no tenerla…. Si un parto que intenta ser lo más sensibilizado, enarbolando que sea lo más respetado posible frente a tanta decidía existente en el sistema público-privado de salud. Sí se logró un avance en mi caso. Fue arrecho, intenso, y ya cogí escuela para futuras experiencias.
Posted on: Tue, 13 Aug 2013 14:23:29 +0000
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