EL BIT Manuel despertó pero no se movió. Ya, quizás antes de despertarse, un miedo indescriptible había inmovilizado sus miembros. Se mantuvo tenso, casi sin respirar, escuchando. Estaba seguro de haber apagado la computadora pero, el resplandor en su habitación y el zumbido del fan Cooler, le indicaban que ésta estaba encendida, pero más aterrador, el ruidito casi imperceptible del teclado le decía que alguien estaba utilizándola. Nadie venía a su cuarto después que él se acostaba, pero ahí había alguien manejando su compu. Estaba de espaldas al sitio donde se hallaba la máquina y por lo tanto no podía saber quién ocupaba su puesto, manipulándola, aún así no movió ni un músculo. Para darse valor pensó que alguna de sus nietas, por alguna urgencia académica de última hora, se había atrevido a utilizarla, cosa que no hacían nunca y menos a esta hora. De inmediato rechazó esta opción y el terror se acentuó en su ánimo. Escuchaba el teclear a intervalos más o menos regulares. Transcurridos unos minutos de insoportable desasosiego y sacando valor de donde no lo tenía, fingió, sin voltearse del todo, un reacomodo en su postura intentando obtener un mejor punto de observación, aunque fuese de soslayo. Aún así no se atrevía a abrir los ojos. Pensaba que el ruido producido por su movimiento tendría en alerta al intruso. Continuó entonces fingiendo que dormía profundamente emitiendo leves ronquidos. Al fin, muy lentamente, fue abriendo los ojos y comprobó que en efecto la máquina estaba encendida, pero allí no había nadie. El monitor mostraba una página de internet que, a falta de sus lentes, no pudo identificar. “Esa puta máquina se prendió sola”, pensó y, ya repuesto del susto, se acomodó mejor y pudo tener una panorámica completa del escenario de su lugar de trabajo. No había nadie. Ya iba a incorporarse cuando pensó “Está bien que se prenda sola pero y ¿esa página de internet, cómo se iba a abrir sola?”. Él no tenía internet abierto cuando apagó la máquina y además antes se aseguraba bien de cerrar todo lo que estuviera en ejecución. Lo invadió de nuevo el espanto. Alguien había estado allí hacía apenas unos instantes, pero él no percibió ningún sonido indicativo de alguien abandonando la habitación. Debió haber escuchado los chirridos de la silla. Permaneció expectante a ver si escuchaba algún ruido afuera, la reja que daba acceso al lugar donde él dormía producía ruido cada vez que se abría. No escuchó nada. Siguió quieto en su cama, sin atreverse a mover un dedo siquiera, mirando alucinado la pantalla encendida de su monitor y escuchando sólo el suave zumbido del fan cooler De pronto vio como un pequeño destello, una luz verde fosforescente más bien alargada, de unos cinco centímetros que se movía vertiginosamente sobre el teclado, entonces la página de internet se cerró y en su lugar apareció la pantalla en azul llena de algo que le parecieron números que se desplazaban hacia arriba hasta que se detuvo. Quedó paralizado. Desde donde se encontraba, a unos tres metros de su máquina, y sin lentes, no podía detallar con precisión lo que ocurría en su computadora. La luz continuaba moviéndose sobre el teclado y él veía como en la pantalla iban apareciendo caracteres, como si la luz estuviese escribiendo, pero todo ocurría muy rápido y la página cambiaba a otra donde aparecían más caracteres, no sabía si eran números o letras o una combinación de ambos. Así permaneció por espacio de media hora, sin moverse, respirando levemente para dar la apariencia de estar dormido, con los ojos semicerrados cosa que le dificultaba más la visibilidad clara de lo que sucedía. En algunas oportunidades vio como la luz se acercaba a la pantalla y parecía penetrar en ella, enseguida estaba otra vez sobre el teclado. Hubo momentos en que se introdujo en el CPU (que lo mantenía sin la tapa) y allí la vio saltando entre los diferentes componentes del mismo, aunque por momentos parecía desaparecer, pero no, allí estaba de nuevo. De pronto todo quedó en tinieblas. El equipo se había apagado y la luz verdosa se esfumó. Permaneció inmóvil unos minutos más, expectante. Al fin, sobreponiéndose al terror que lo invadía, se incorporó bruscamente y, como un rayo, se lanzó hacia el interruptor de la luz y allí volvió a quedar inmóvil. Sentía la pavura de que alguna forma monstruosa saltaría sobre él. Nada ocurrió. El equipo estaba apagado y todo estaba en silencio. Entonces, temeroso aún, se acercó a la máquina y la observó detenidamente, pero no se atrevió a tocarla siquiera. Encendió un cigarrillo y fue a sentarse en el borde de la cama y allí se estuvo sin quitarle la vista de encima a la computadora. Cuando terminó su cigarro, se levantó, bebió un vaso de agua y consultó la hora en su celular. Las 00:53, luego volvió a la cama y después de un buen largo rato despierto, conjeturando sobre lo sucedido, se durmió. Cuando despertó en la mañana, instintivamente se volteó hacia la máquina. Estaba apagada y todo parecía normal. Se levantó, fue hasta ella y la observó nuevamente. Todo estaba bien, como él la había dejado en la noche. “Qué sueño tan raro”, se dijo. Hizo lo de siempre. Cepillado de dientes, una taza de café, un cigarrillo y luego la ducha. Cuando regresó a su cuarto, ya dispuesto a comenzar su trabajo del día, aún sentía temor de encender la computadora, pero al fin lo hizo y empezó el proceso normal de todo lo que va apareciendo en la pantalla del monitor. Entró Windows y apareció su escritorio, ordenado, pero en lugar del aviso de error de la impresora lasser, que siempre aparecía al nomás terminar de acomodarse los gadgets de calendario y reloj y que él no le daba importancia pues la impresora funcionaba igual a las mil maravillas, en toda la pantalla apareció este otro aviso: Buenos días señor Molina El sistema de su equipo ha sido reparado satisfactoriamente. Se han eliminado agentes perniciosos que ponían en riesgo la privacidad de la información contenida en sus archivos. Se han reparado archivos de sistema corruptos. Se han restablecido protocolos y códigos de sistema indispensables para el óptimo rendimiento de su equipo. Se han recuperado sectores dañados de su disco duro. Se han modificado parámetros de registro en la bios, así como de memoria y video de manera que su equipo no entre de manera inapropiada en los períodos de ralentización programados. Esperamos que usted esté satisfecho con nuestro trabajo Atentamente El Bit
Posted on: Thu, 11 Jul 2013 13:11:33 +0000
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