EL CALABOZO DE LA LIBERTAD LA MUERTE DE GLOBOVISION Por: GUSTAVO - TopicsExpress



          

EL CALABOZO DE LA LIBERTAD LA MUERTE DE GLOBOVISION Por: GUSTAVO AZOCAR ALCALA Es un hecho: Venezuela ya no será la misma sin la vigorosa presencia informativa del canal de noticias Globovisión. El gobierno de Nicolás Maduro se salió finalmente con la suya, y acabó de una vez y para siempre con la única ventana de libertad informativa y de opinión con la que contábamos los venezolanos para mantenernos informados de todo cuanto estaba pasando día a día en nuestro país. Es increíble pero cierto: Maduro logró en 100 días, lo que Hugo Chávez no pudo lograr en 14 años: matar a Globovisión sin disparar un tiro. El sucesor de Hugo Chávez ya puede morir tranquilo. De ahora en adelante será recordado, al igual que Chávez, por haber asesinado a un canal de televisión. Chávez acabó de un solo golpe con la señal abierta de Radio Caracas Televisión. Maduro acabó con la señal libre y democrática de Globovisión. Chávez fue más violento. El militar golpista cerró la señal abierta de RCTV por la vía de la fuerza. Para ello se valió de un artilugio legal, al no renovar la concesión al primer canal de televisión abierta del país. Los oficialistas se regodeaban al afirmar que “el gobierno no cerró a RCTV, simplemente se le venció la concesión”. Maduro fue más sutil. No era necesario quitarle la concesión a Globovisión. Era más fácil comprar el canal y sacar a sus accionistas. A Globovisión la destruyeron poco a poco en apenas seis meses. El canal fue sometido a una cirugía de corazón abierto que fue llevada a cabo como un parto sin dolor. Le fueron sacando la sangre poquito a poquito. Lo primero que sacaron del aire fueron los microprogramas “Usted Lo vio” y “Aunque Usted No lo crea”, que tanto dolor de cabeza la estaban provocando al gobierno. Luego sacaron del aire a “Buenas Noches”. Posteriormente eliminaron las transmisiones en vivo de los actos de Capriles y la MUD. Hasta llegar a la salida del aire de “Aló Ciudadano” y del “Dicho al hecho”. Tengo sentimientos encontrados frente a lo que le está pasando a Globovisión. Durante 18 largos años aprendí a vivir mirando ese canal. Durante 10 años, fui con mis estudiantes de Periodismo de la Universidad de los Andes a visitar sus instalaciones. En más de una ocasión estuve como invitado en sus programas. Y gracias a su apoyo, logré salir de la cárcel de Santa Ana del Táchira. Por una parte, me duele y me entristece ver como asesinan a un canal de noticias que tantos servicios le prestó a la Venezuela democrática y libertaria. No es fácil para mí, como periodista y profesor de periodismo, ver morir a un canal que fue ejemplo de periodismo de denuncia y de investigación para muchas generaciones de periodistas. Quienes defendemos a capa y espada la libertad de expresión, el derecho a la información y la libertad de prensa, no podemos contentarnos cuando se cierra una ventana de libertad como Globovisión. Todo lo contrario: sentimos dolor, tristeza e impotencia al ver como se le arrebata a los ciudadanos (no a los periodistas) un medio para la difusión de las ideas, para el debate, la denuncia ciudadana y la libre expresión del pensamiento. Pero así como me por un lado me duele la muerte de Globovisión, por otro lado siento cierta alegría, cuando pienso que muchos venezolanos, acostumbrados a hacer oposición viendo Globovisión tendrán que buscar otras fórmulas de lucha. Porque esto también es cierto: hay en Venezuela centenares de miles de personas que se acostumbraron y se habituaron a hacer política y hacerle oposición a este gobierno, única y exclusivamente viendo Globovisión. La muerte de Globovisión debe servir para que esos millones de venezolanos que detestan la revolución, que rechazan el socialismo del siglo XXI, que no quieren más corrupción, que no quieren el militarismo, que no quieren que continúe el saqueo y la destrucción del país salgan de la comodidad de sus casas, dejen a un lado el control remoto y se movilicen pacífica, democrática y constitucionalmente a protestar contra este desgobierno de Nicolás Maduro. La oposición a través de las pantallas de Globovisión ha terminado. Ahora es el momento de hacer oposición en la calle. Maduro dice que su gobierno está en la calle. Pues bien, es hora de que la oposición también esté en la calle. Este es el único país del mundo donde el gobierno estaba en la calle y la oposición estaba en las casas, viendo Globovisión. Llegó el momento de revertir las cosas. A la oposición le hace falta más calle. Suena duro decirlo: pero en cierta forma, es bueno que nos hayan quitado a Globovisión. Eso hará que muchos dirigentes políticos vuelvan a la calle y se olviden del cuento de que la política se hizo sólo para salir en los canales de televisión. Y en cuanto a los opositores del control remoto, también les hará entender que el país se defiende en la calle y no desde la comodidad de la poltrona. San Cristóbal, 23 de agosto de 2013
Posted on: Wed, 28 Aug 2013 00:13:20 +0000

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