EL INVIERNO EN MI CIUDAD (xxxiv) Iglesia del Sagrado Corazón de - TopicsExpress



          

EL INVIERNO EN MI CIUDAD (xxxiv) Iglesia del Sagrado Corazón de Mies de Vega Sola, en mitad de la mies, como en mitad de la nada, en mitad del agreste desierto de verde, grava y polvo gris, olvidada como un cadáver que no es de nadie, como quien hubiese perdido su combate al tiempo, como quien buscase el cielo en vano, como quien –a su vez- hubiese ganado la eternidad, como la fotografía fija de un extraño lugar del crimen, como un reloj de arena que marcase un falso final del tiempo, como la trampilla falsa del final de la Historia, como un falso fin del mundo ocurrido ayer, como una horrible cicatriz en el rostro del invierno de mi ciudad, como un macabro suvenir seglar del pelotazo inmobiliario patrio, como una extraña silla de montar, como un jinete en la tormenta, como un mítico centauro del desierto fordiano bíblico, como el monolito de una extraña odisea espacial, como una ruina del fracaso de Dios, como una torre de Babel, como un interminable castigo divino por querer llegar a tocar el cielo, como un ojo ciego abierto en el cielo, como si fuese una escalera ledzeppelinesca al cielo de hormigón, como si fuesen las dylanianas puertas del cielo de muda y blanca piedra, como si tras el último peldaño y tras la última aldaba no hubiese nada o no estuviese nadie, como un inútil mausoleo frente al mar, como un crisantemo ajado de mármol encima de un tumba en el cementerio de mi ciudad, como una mezquita en suelo fiel, como una sinagoga en tierra cristiana, como una kaaba transparente, como una cruz bajo la media luna, como una iglesia en Oriente Medio, como una capilla en el silencio, como una iglesia levantada al olvido, como una catedral dedicada al alzhéimer, como un santuario erigido al abandono, como una sotana agitándose al viento, como la negra espalda de la muerte, como un escalofrío que recorriese mi columna de pobre mortal, olvidada como una mujer tirada a la orilla de una carretera, olvidada: como si todo fuese olvido o como sí –tarde o temprano- todos fuésemos olvidados como los muertos sin dueño, como sí Dios tuviese los pies de barro, como sí dentro el Diablo regentase un casino, una discoteca o un burdel, como si fuese el triángulo redentor que guarda la ubicuidad de la providencia, como si fuese la proa de la barca de San Pedro varada en la arena y cortando el horizonte aburrida sin más pecadores que salvar, como una alma en blanco como una hoja en blanco, como una estancia vacía de la vida eternidad, como una cruz de Cristo que nadie quisiese cargar, como la palabra muda de Dios, como los oídos sordos de la feligresía, como si ya no hubiese esperanza, como si ya no quedase consuelo, como si nadie tuviese una palabra, como la misericordia muerta, como la caridad enterrada, como el perdón olvidado, como el consuelo defenestrado, como la fe difunta, como si fuese el ázimo revenido de la última hostia, como una tumba en la tierra abierta que me esperase, como mi propia esquela con fecha y hora escritas, como una iglesia en donde sólo se oficiasen entierros de nonatos y bodas con el novio todo elegante y con la novia medita dentro de un ataúd de madera negro vestida con su vestido blanco, como una sombra macabra que me da miedo y que mitad de la noche venga a quitarte el sueño, como si ya no hubiese salvación, como si de nada valiese ponerse con los brazos en cruz, como si ya no valiese de nada la rendición, como si el día de hoy ya fuese ruina y la fe arqueología del mañana mismo, como quien amase en vano...
Posted on: Tue, 03 Sep 2013 09:07:47 +0000

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